COLUMNA

DH-1-07-18
Tino Gatica
Cuatro o tres generaciones de infantes y adolescentes exterminándose en el país de la “esperanza”
Cada administración federal que gobierna en el país, viene a suplir a otra que terminó pésimamente, según los propios criterios que se tienen para considerar que así lo hizo, o bien que concluyó satisfactoriamente su ciclo. En esta renovación de poderes, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) vuelve a ser derrotado en segunda ocasión, siendo en el año 2000 en que el Partido Acción Nacional (PAN) asume el mando del timón de nuestro país, bajo la persona del empresario Vice
nte Fox Quezada, por lo esa ilusión que se mantiene con poca insistencia de que con Andrés Manuel López Obrador todo se transformaría, sin embargo todavía no han podido entender que somos muchos y variados Méxicos, él como su gabinete al igual que quienes en apariencia lo asesoran. Un poco antes, algunas generaciones de adolescentes no pudieron llegar a otras etapas pues fueron cooptados, jalados, obligados o amenazados para empezar a integrarse en grupos delictivos, pero no se tenía tanta información como la que se tiene ahora, con todas las tecnologías, por eso es que ahora se puede considerar con toda la seriedad que el asunto reviste que cuatro o tres generaciones fueron exterminadas o se están exterminando entre sí, pero asociadas al narcotráfico o ajustes de cuentas entre delincuentes, lo que obviamente deja de lado otros indicadores, además de que a los gobiernos de cualquier signo les favorece. También, al clasificarlos de esa manera es que dejan de cumplir con sus tareas para las que fueron elegidos, así sean apenas cuatro meses, o cinco o más, o un sexenio. Y bueno, como en algunos casos tiendo a las generalizaciones, aunque con un sustento de conocimiento y razón informados, ahora les paso unos datos sobre estas generaciones elaboradas por la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) a cuyo frente se encuentra Juan Martín Pérez García: Luego de 12 años desde que inició la estrategia de enfrentamiento contra el crimen organizado, las víctimas colaterales, como las llamó en su momento el ex presidente Felipe Calderón, siguen aumentando. De acuerdo con cifras de la organización Red por los derechos de la infancia en México (Redim), suman 11 mil niños, niñas y adolescentes asesinados desde 2006 hasta 2017 y seis mil 800 menores desaparecidos por la lucha contra el narcotráfico. En su mayoría, los menores han sido asesinados por el fuego cruzado en los enfrentamientos entre delincuentes y policías, Ejército, Marina y Policía Federal, por lo que especialistas sostienen que el Estado Mexicano, mantiene un patrón de silencio, vacíos institucionales y retrocesos legislativos frente a esta situación. Indicó esta organización que año con año da a conocer cifras de menores desaparecidos y muertos en la lucha contra el narcotráfico, plantea que desde 2010, cada 36 horas un niño o adolescente es ejecutado en México y su muerte está vinculada a la lucha contra el crimen organizado.“A pesar de los números, la mayoría de los casos de violencia y crimen que involucran y tienen como víctimas a menores pasan desapercibidos”, afirmó Juan Martín Pérez,  quien advierte que sólo destacan algunos casos gravísimos, muy duros, que logran indignar o movilizar a la población. Refiere que en la mayoría, estos crímenes ha quedado en la impunidad ya que, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de cada 100 carpetas de investigación que involucran a algún niño o niña como víctima, sólo tres alcanzan sentencia condenatoria. Y en su reporte del 2017, Redim señala que no existe claridad sobre la cifra total de personas desaparecidas en los últimos años en el país, incluyendo niñas, niños y adolescentes. Más aún, existe un subregistro de casos de desapariciones, y el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, (RNPED) dependiente de la Secretaría de Gobernación, sigue siendo inexacto al incluir leyendas como “no disponible” en lo que se refiere a la edad o nacionalidad de las personas desaparecidas. Según cifras oficiales, niñas, niños y adolescentes corren más riesgo de ser desaparecidos si se encuentran entre los 13 y 17 años; 8 de cada 10 niñas y jóvenes reportadas como desaparecidas se encontraban en ese rango de edad, en varones, esta proporción es de 7 de cada 10. Redim indica que el Estado de México es la entidad que registra mayor número de desapariciones en el país. Una de cada 4 desapariciones ocurren en esta entidad, a julio de 2017 se registran 1,498 casos de desapariciones de niñas, niños y adolescentes en el Estado de México; Puebla con 647 registros (10.6%), Tamaulipas 572 casos (9.4%), Nuevo León 424 casos (7.0%). Cabe destacar que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto ocurrieron el 72.3% de las desapariciones de niñas niños y adolescentes, de las cuales 812 ocurrieron en 2017. Cabe mencionar que el Gobierno federal en 2015 creó el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), así como las procuradurías de defensa del menor, sin embargo, a la fecha se desconocen de los resultados de éstas. Estos datos, todavía con el gobierno de Peña Nieto, sin embargo, ahora, esta misma AC, lanzó un llamado de alerta para el Estado mexicano a que construya una Política de Estado para prevenir y frenar la violencia armada que viven niñas, niños y adolescentes. La violencia armada generalizada en todo el país es resultado de la fallida estrategia de seguridad basada en la militarización y los altos niveles de corrupción gubernamental. La nueva administración muestra la misma tendencia de militarización con la Guardia Nacional, manteniendo el pacto de impunidad y con ello altos niveles de violencia contra la niñez. Esto ocurre luego de los hechos ocurridos en Minatitlán, Veracruz; y Comalcalco, Tabasco donde tres niños fueron víctimas de violencia a manos de grupos armados. De acuerdo con la información pública disponible, un niño de un año de edad fue asesinado con violencia extrema en Veracruz durante una masacre dónde fueron asesinadas 13 personas; y en otro hecho de sangre un niño de 10 años y un bebé de 8 meses de edad fueron lesionados por arma de fuego, en un ataque directo a dos mujeres que les acompañaban. En ambos hechos los responsables siguen sin ser identificados y el silencio de las autoridades ha generado indignación en las redes sociales. Frente a este escenario, observamos que los primeros meses del nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no ha disminuido el nivel de violencia vinculada al crimen organizado. La nueva administración muestra la misma tendencia de militarización de los ex presidentes Calderón y Peña Nieto, con la Guardia Nacional, se mantiene intacto el pacto de impunidad y corrupción, reflejado en los altos niveles de violencia contra la niñez. Asimismo, en los tres primeros meses del año 2019 se contabilizan 285 homicidios dolosos contra niñas, niños y adolescentes, es decir, 3.2 casos cada día. De acuerdo con la información, el primer trimestre de 2018 durante la administración de Enrique Peña Nieto, había registrado el mayor número de defunciones (294), destaca el mes de junio de 2018 cuando fueron asesinados 222, niñas, niños y adolescentes. Siguiendo la comparación de los tres primeros meses de cada año, en el caso de los varones, 2018, 2019 y 2017 (en ese orden) serían los trimestres más violentos por el número de víctimas de homicidios dolosos en el país. En cambio, en el caso de niñas y adolescentes mujeres, de enero a marzo de 2018 se registraron 54 homicidios contra esta población, siendo el primer trimestre más violento en los últimos años, después se encontraría 2019 y 2015 con el mismo número de casos (51), seguido de 2017, con 47 homicidios dolosos contra niñas y adolescentes. (Comentarios: dacnificados@outlook.es).

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