POLICRÓNICA
Arbitrarios…Por lo menos las policías municipales y estatales en Chilpancingo, los ciudadanos no les tienen confianza, son unos arbitrarios en detener y robar a lo descaradocon toda impunidad, en la que no hay autoridad superior que ponga orden en esas corporaciones.
En los últimos días y horas en Chilpancingo, nuestro equipo de investigaciones especiales documentó dos casos de abuso de autoridad de los elementos policiacos municipal y estatal, en la que queda en evidencia de que actúan con toda impunidad, solo por el hecho de traer uniforme, charola, armas y patrulla, que todo eso le cuesta al pueblo con el pago de sus impuestos. La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, tiene en su poder dos casos, que en verdad causan indignación de como actúan los uniformados con toda impunidad, sin que algún mando policial los someta al orden. El pasado domingo para amanecer lunes, nuestro equipo de investigaciones especiales captó en el preciso momento en que los ocupantes de la patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Chilpancingo marcada con el número R154, supuestamente de la “policía de género” misma que ha venido cacaraqueando en los últimos días el presidente municipal, Antonio Gaspar Beltrán, distinguido militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Se trata de una persona de complexión robusta que caminaba tranquilamente en los primeros minutos del lunes 18 de febrero sobre la transitada avenida “Miguel Alemán” de Chilpancingo. Cuando el pacífico ciudadano llegó casi a la esquina que conforman la avenida Miguel Alemán y la calle Antonia Nava de Catalán. Los testigos de este abuso de autoridad cometido por la “Policía de Género”, fueron los comenzales del negocio de la taquería “Los Orientales”. El único delito que cometió el pacífico ciudadano fue haber comprado una cervezaen la tienda “Oxxo” para refrescarse un poco y caminar por la avenida tranquilamente, sin alterar el orden público, sin generar problemas a los transeúntes. El noctambulo hombre de complexión robusta, vestía una camisa blanca de manga corta, la traí por fuera y pantalón oscuro.El ciudadano fue abordado afuera de la tienda Oxxo, llevaba en sus manos una cerveza que nunca negó y la mantuvo sostenida. Cuando apenas le había dado unos cuantos tragos a su “lata”, fue interceptado por los ocupantes de la patrulla de la”Policía de Género” marcada con el número económico R154, de donde bajaron tres elementos uniformados con ropa oscura, de los cuales dos cuestionaron al pacífico ciudadano, una mujer de complexión robusta, con pelo oxigenado, portando un rifle de asalto R-15 y era acompañada por un hombre desarmado de complexión robusta quien se encargó de “dialogar” con el supuesto infractor del orden público y la paz. Se observa en el video que lo cuestionan, lo atosigan y lo “invitan” a subirse a la patrulla que circula sin placas, poniendo un mal ejemplo a la ciudadanía, que se supone deberían ser los primeros en traer emplacadas sus unidades oficiales, por que de lo contrario se presta para considerarlo como una “patrulla clonada”. Cuando están dialogando con el ciudadano, se escuchan al menos dos chiflidos y dos gritos nombrando a Marcela, supones que es la mujer policía que empula su rifle de grueso calibre, en la que le alertan “están grabando” insistió “te están grabando”. Tan consiente estaba el parroquiano, en todo momento no se observa un mal comportamiento frente al par de uniformados, pone su cerveza al piso, acepta la “invitación”, pero antes de subirse por si solo a la patrulla, se regresa a rescatar su “lata” y luego “acompaña” a los guardianes del orden. Se desconoce si realmente lo llevaron a la barandilla o le dieron el clásifico “levantón” y con la posibilidad de que ese hombre esté desaparecido. Este tipo de acciones son violatorias a los derechos humanos, puesto que no hay delito que perseguir, y en otras ocasiones hemos visto cotidianamente de que como actúa con alevocía y ventaja inventado cualquier cosa de parte de los Policías Preventivos en Chilpancingo, cuando se supone que estarían obligados a ofrecer seguridad a los ciudadanos para que lleguen sin novedad a su destino. Sin embargo con estas acciones reprobables arremeten contra pacíficos ciudadanos y jóvenes que los abordan en las calles o parques y jardines, hostigándolos de que están fumando y distribuyendo droga. El presidente municipal de la capital de Guerrero, Antonio Gaspar Beltrán del Partido de la Revolución Democrática, debe voltear su mirada hacia la Secretaría de Seguridad Pública Municipal en donde recientemente nombró comotitular de esa área, Édgar Caín Pérez Burciaga. Si realmente tiene el compromiso con el alcalde y la ciudadanía, el jefe policiaco está obligado a realizar una investigación del caso y conocer cuales fueron los motivos para proceder a la detención de este hombre que no cometía desmanes, además saber si está registrado en la bitácora de arrestos en la barandilla municipal, de que delito se le acusó y cuanto pagó por su libertad. Habría que recordar que los uniformados municipales no guzan de buena reputación, se le recuerda al jefe policiaco Pérez Burciaga, que toda la corporación que dirige el 27 de diciembre del 2017 fue acusada de desaparecer al menos a siete jóvenes, que hasta el momento el caso sigue en la impunidad, nada más estuvieron “arraigados” por más de medio año y nunca se supo nada de la investigación. Otro caso repudiable, hoy viernes la mayoría de la prensa escrita y electrónica registran que al menos cinco elementos de la policía estatal ocupantes de la patrulla 345 “levantaron” a dos jovenes, robaron, golpearon y los fueron a tirar por allá en el encausamiento del “río Huacapa”. Los agraviados responde a los nombres de Juan José y David Fernando de 16y 15 años, quienes se dedican a venrder fruta en carretillas en las inmediaciones de la calle “Arturo Arbaradejo” junto al negocio “El Surtidor” de la colonia “Caminos”. Los hechos ocurrieron ayer jueves por la tarde cuando llegaron hasta ese lugar cinco policías estatales a bordo de la patrulla marcada con el número económico 345, quienes les exigieron que informarn en donde tenía ladroga, y los jovenes les contestaron, que ellos se dedican a venderfruta. Como no les informaron de laventa de droga, los uniformados los detuvieron y los lventaron tampandoles su cabeza con su misma ropa y los subieron a la patrulla para darles vueltas por media hora en diferentes calles tiempo en que les robaron su dinero. El para de jovencitosson indigenas son originario de una comunidad del municipio de Quechultenango, ubicado en la ruta del río azul, región centro de Guerrero. El joven de 16 años tuvo la valentía de denunciar públicamente y así lo pidió, que no se difuminara su imagen y acusó directamente a los ladrones policías estatales, y no quedó ahí, fue hasta la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común a presentar su demanda en contra de los cinco policías dependientes de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, por los delitos de abuso de autoridad, robo y golpes. Los jóvenes agraviados, denunciaron que esos policías rateros les quitaron 4 mil pesos a uno y mil 600 pesos a otro, ambos estuvieron de acuerdo en otorgar el perdón, siempre y cuando les repusieran su dinero robado que era producto de sus ventas del día y además que no hubiera represalias. El joven de 16 años para presentar la querella ante la representación social, fue acompañado por su abuelo, quien lo representó por ser menor de edad y la verdad que el chamaco tuvo las agallas para denunciar públicamente y ante las autoridades a los mal elementos de seguridad pública estatal. Ahora esperamos que el nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, David Portillo Menchaca tome en cuenta esa denuncia valiente y proceda contra sus malos elementos. Tomando en cuenta que siempre que hay hechos delictivos, las autoridades piden valentía delos ciudadanos para denuncias los hechos y ahora el joven que lo ha hecho ejemplarmente, se espera que no haya represalias de esos mal elementos policiacos estatales. Inicialmente el representante jurídico de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, negó que existiera la patrulla marcada con el número económico 345, después aceptó que si está, pero que estaba comisionada en la sierra de Guerrero. En un principio el representante legal había aceptado pagar los cinco mil 600 pesos que reclaman los jóvenes agraviados, pero repentinamente, tras recibir una llamada telefónica a su celular, su reacción fue de cambio, afirmando que no pagaría ningún dinero y que los afectados hicieran lo que quisieran, pero que no había pago. Con esta actitud beligerante es como actúan los servidores públicos del gobierno estatal. Es un asunto en que debe tomar con mucha seriedad el nuevo secretario de Seguridad Pública del gobierno estatal, David Portillo Menchaca, quien lleva escasos 22 días en su responsabilidad y ya tiene una queja directa de un par de afectados. En lugar de proteger a esos cuestionados elementos, debe llamarlos a cuentas, los obligue a reparar el daño y los castigue de manera ejemplar, para que no anden cometiendo abusos en contra de los pacíficos ciudadanos, ya que se les paga para ofrecer seguridad a los habitantes. El gobernador del estado, el priista, Héctor Antonio Astudillo Flores, debe estar enterado y tomar nota de lo ocurrido y exigirle a su empleado jefe policiaco Portillo Menchaca, para que aplique los reglamentos y códigos de ética. Si se permite lo ocurrido y teniendo la denuncia directa de los afectados, entonces se estaría siendo cómplice de este tipo de atrocidades en contra de la población indefensa. Se espera que haya un verdadero castigo, y no quede en la impunidad....Pendejos...En donde quiera se cuecen habas, el 30 de enero una diputada local del Congreso del estado de Veracruz, presuntamente en estado de ebriedad, insultó a los trabajadores. Este hecho sucedió el 30 de enero, resulta que la diputada María Josefina Gamboa Torales del Partido Acción Nacional, discutió con personal de seguridad del Congreso de Veracruz, en donde se realizaba la comparecencia del fiscal general de Veracruz, Jorge Winckler Ortiz. “Yo soy diputada, trabaja para nosotros, entienda….aquí no me va a tener secuestrada, voy a entrar y salir las veces que se me dé la gana, cuál es el ped…”, dijo la legisladora al guardia, que le negó la entrada al recinto legislativo. Uno de los elementos de seguridad le pedía calmarse y le dijo: “Viene usted tomada, huele a alcohol”. Pero la diputada, molesta, le contesta: “¿Está usted estúpido?, el que huele a alcohol es usted, está estúpido”.Ahora un diputado local del Partido Revolucionario Institucional en el estado de Oaxaca, le gritó a un empleado del Congreso. Pese a que la LXIV Legislatura de la cámara local en Oaxaca presume ser un poder legislativo donde el respeto a los derechos humanos es fundamental, en los hechos es todo lo contrario. El ejemplo de ello es el diputado Gustavo Díaz, quien sin pudor le gritó “pendejo” a uno de los trabajadores a cargo del manejo de la iluminación y sonido del recinto legislativo y sala de sesiones. “¡Hey tú, pendejo, prende el sonido!”, se escucha gritar al diputado por el distrito local l, con sede en Acatlán de Pérez Figueroa mejor conocido como “El Gato”. De esta expresión ninguno de sus compañeros y compañeras legisladoras se pronunció, más bien lo pasaron por alto y tomaron como un hecho normal. Incluso, en el video en el que asistentes a la sesión captaron el insulto, su compañera de bancada Lilia Aecelia Mendoza, quien hace unos días fue criticada por no tomar en serio su trabajo legislativo, ya en plena sesión alzó la mano para pedir permiso al presidente de la mesa directiva, César Morales para ir hacer “pipí”. En tanto que el diputado, también priísta, Alejandro Avilés Álvarez gira para ver qué sucede, pero sin sorprenderse vuelve a su estado y continúa platicando, después se le acerca, le habla al oído y se ríen entre los tres diputados. Quien graba el video, se dirige a él y le pide respeto, pues se trata de un diputado y no es la manera de tratar a un trabajador.Con toda prepotencia, el diputado del PRI insulta al chico del sonido, personal del Congreso, para que vean la prepotencia de los diputados”.En su defensa, el diputado Gustavo Díaz responde “es que no pone el sonido”.
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