POLICRÓNICA

Culpables…Una mezcla de culpables dejó como saldo una rechifla, abucheo, mentadas de madre y ¡fuera!, por lo que Tlapa de Comonfort, además el desencuentro entre el presidente y el Gobernador de Guerrero, ambos ya tenían conocimiento de lo que sucedería con anticipación.

El presidente de México, el morenista Andrés Manuel López Obrador y el Gobernador del estado, el priista, Héctor Antonio Astudillo Flores, llegaron a Tlapa de Comonfort  el viernes 11 de enero del 2019, sabiendo de que sería un evento hostil, porque sus informadores se los habían anticipado. De acuerdo a los reportes obtenidos por nuestro equipo de investigaciones especiales de esta columna, estableció de que con dos días de anticipación llegó a la cabecera municipal de Tlapa de Comonfort el cuestionado superdelegado federal, Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros, quien estuvo haciendo reuniones con diversos grupos, entre ellos los llamados “siervos de la nación”. En estas reuniones “secretas” también participó  el “tutis frutis”—priista y petista--actual presidente municipal por Morena, Dionicio Merced Pichardo García. Ambos prepararon ese evento más políticos que de gobierno institucional y mantuvieron el control de los accesos para  impedir que otras personas ajenas al Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se apropiaran de los espacios estratégicos de la Unidad Deportiva en la que arribaron por lo menos unas 6 mil personas, que las mantuvieron sin agua, sin el tradicional “lonche” durante casi ocho horas, sin recibir nada, supuestamente con el argumento de la austeridad. El presidente Andrés Manuel López Obrador, ya sabía anticipadamente de que efectivamente se estaba orquestando un acto hostil, quien por cierto llegó y se regresó por tierra en camioneta lujosa color negro con alto blindaje, además fue recibido por diversos grupos de personas desde Alpoyeca, pero en todo momento custodiado por al menos 15 carros. Como sabía que sería un ambiente hostil y para acortar el tiempo del evento, decidió que hablaran únicamente él y el gobernador del estado, mandando al diablo al alcalde “tutisfrutis” tlapaneco el morenista, Dionicio Merced Pichardo García quien se quedó con su discurso en la mano, entre otras cosas plantearía la construcción de hospital de primera nivel y encausamiento del Río Jale que se requieren de por lo menos más de 500 millones de pesos. En tanto el Gobernador del estado, Héctor Antonio Astudillo Flores del Partido Revolucionario Institucional, quien llegó y fue en helicóptero que aterrizó en los terrenos  del 93 Batallón de Infantería de ahí salió y regresó en su camioneta manejando una camioneta de lujo, también estaba anticipado de que sería un evento más que gubernamental institucional, sería político, porque sus “orejas” de Gobernación conocieron desde antes de que  se preparaba ese ambiente que no le favorecía. Por ello, Astudillo Flores exigió a los presidentes municipales  priistas de Xalpatláhuac, René Rosendo Larios Rosas; Alcozauca, Armando Sánchez de Jesús; Alpoyeca,Guadalupe Maibelin Luna Ayala y Chilapa de Alvarez, Jesús Parra García, gastaran presupuesto del Ayuntamientos para movilizar grupos de personas acompañados con bandas del chile frito, pero para ello tendría que ganar los primeros lugares, para que en el momento de que se diera la hostilidad de la rechifla, abucheo, mentadas de madre y los gritos de ¡fuera contra el gobernador del estado. Entonces deberían intervenir las bandas para opacar la agresión contra el mandatario priista, pero el plan fracasó, porque los alcaldes se desentendieron de esa orden, algunos llegaron con un reducido grupo de apoyadores y otros ediles arribaron solos y su alma. Esos alcaldes  que medio cumplieron con la exigencia del mandatario, intentaron colocar a los grupos de personas en las primeras filas, pero se los impidieron los “morenovatos” al tener el control de todos los acceso del escenario del evento presidencial. Cuando participó con su discurso de bienvenida Astudillo Flores y antes de comenzar hablar buscaba que estuvieran en primera fila sus incondicionales, pero al ver que  no se habían cumplido sus órdenes, su rostro se volvió adusto, y se frunció más, cuando lo comenzaron abuchear, recibir rechiflas, mentadas de madre y gritos de ¡fuera! Eso encabritó al mandatario estatal hasta el final del evento, que en lugar de demostrar  diplomacia, increpó  en la despedida al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de lo ocurrido, en respuesta ofreció una disculpa a un molesto gobernador de la oposición priista, Héctor Antonio Astudillo Flores, frente al delegado único del gobierno federal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, al término del acto del viernes en Tlapa de Comonfort donde fue abucheado el mandatario guerrerense. Esto se confirma, tras la difusión en redes sociales un video grabado cuando el presidente abandonaba el acto en el que anunció la Pensión para el Bienestar de Personas con Discapacidad y saludaba a algunos de los asistentes. El video, difundido en diferentes plataformas, y de la autoría de Expresión Realidad de la Montaña que difunde en la red social Facebook, comienza segundos antes de que el gobernador se acercara expresamente al mandatario federal para manifestarle su reclamo por lo sucedido. Astudillo Flores permaneció a un par de metros del presidente a la espera de que terminara de atender a gente que se le acercaba para saludarlo y tomarse fotos hasta que López Obrador se dirigió al guerrerense con un: “Mi gobernador, muchas gracias”, mientras lo abrazaba. A un lado del gobernador y adelante del presidente aparece el delegado único del gobierno federal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, que en un primer momento evita hacer contacto visual con Astudillo Flores. Durante los primeros 20 segundos del video, es inaudible lo que le dice el gobernador al presidente, y en el abrazo que sostuvieron le dice a muy corta distancia, casi al oído, unas muy breves palabras. En lo poco audible de la grabación, el presidente le pregunta al gobernador: “¿Por qué?”, seguido de un “no, es que no entienden”, en alusión a quienes le gritaron al gobernador durante su participación, en la que tuvo que intervenir  para apaciguar la protesta, en la que se expuso la institucionalidad y la investidura de los mandatarios. Durante este encuentro, de 40 segundos, los dos gobernantes se apretaron de manera constante los brazos a modo de llamarse la atención, mientras intercambiaban comentarios, sin darse oportunidad a una pausa para escucharse entre sí. Se observó en la videograbación, el diálogo en el que López Obrador y Astudillo Flores hablaban al mismo tiempo en todo momento es atestiguado por Sandoval Ballesteros. El gobernador priista, dijo con un lenguaje corporal que denotaba extrema molestia: “Estoy muy sorprendido. No se me vaya usted a sentir mal, pero yo no vuelvo a ningún recorrido, es ofensivo (en referencia a los abucheos). Si yo no le sirvo, me hago a un lado. Se lo digo en serio, señor presidente, no bromeo. Soy un guerrerense muy digo y no me había pasado esto, porque soy muy respetuoso de todos”. Al mismo tiempo, y mientras el gobernador hablaba, el presidente contestó al enfadado gobernador con: “Por lo que a mí corresponde, sí… Por lo que a mí corresponde, no, no, no… Por lo que a mí corresponde, yo le ofrezco una disculpa. Yo le ofrezco, por lo que a mí corresponde, una disculpa”. El presidente cerró el breve diálogo con un abrazo de costado y tres palmadas en la espalda del gobernador y después cada uno se retiró en direcciones opuestas y bajo la mirada del delegado Sandoval Ballesteros, quien en ningún momento cruzó palabras con el gobernador. El breve diálogo entre los mandatarios se dio frente a las miradas de decenas de asistentes que grababan el encuentro y esperaban saludar al presidente de la República. Por lo ocurrido el viernes 11 de enero, en su conferencia mañanera de ayer lunes, López Obrador emitió un discurso enérgico dirigido a los dirigentes de Morena, porque ya sabía de qué se había orquestado un ambiente hostil contra su invitado  gobernador Astudillo Flores, por ello fue claro y exigente: “Aprovecho para hacer un llamado a los dirigentes del movimiento que llevó a cabo la transformación, para que no se aliente la protesta contra autoridades surgidas de otros partidos, que actuemos de manera respetuosa”. Para que hubiera duda de su molestia reafirmó “Yo no soy de ayer, ya llevo tiempo en esto. Sé cuándo se trata de algo espontáneo y cuando es provocación montada. Entonces, como dicen los jóvenes, ya chole con eso”. Con esto López Obrador zanjeo el abucheo y hasta las mentadas de madre recibas contra Astudillo Flores, y le esclareció que nada tenía que ver con esa hostilidad como equivocadamente lo percibió el gobernador, quien le ganó  su intolerancia, más que demostrar  su nivel de político por su amplia trayectoria en esas lides. Aparte de que  López Obrador en la misma tarde del viernes le ofreció una disculpa, y  con la amenaza de que valoría  Astudillo Flores en seguir acompañándolo  en sus giras por Guerrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador, sostuvo que ya le ofreció una disculpa al gobernador de Guerrero, Héctor Antonio Astudillo Flores, quien fue abucheado durante una gira del mandatario en Tlapa de Comonfort. El mandatario federal respondió así al anuncio de Astudillo Flores, quien dijo analizar si seguiría acompañándolo en giras presidenciales, advirtiendo a sus simpatizantes que no deben faltarle al respeto a las autoridades, especialmente cuando son de partidos diferentes. López Obrador consideró que la gente por lo general es muy respetuosa de las autoridades, puso como ejemplo la conducta asumida por la gente en su gira del domingo en Chalco, Estado de México, pero indicó que en ocasiones “los líderes” se extralimitan. Al cuestionarlo sobre la participación del coordinador estatal de desarrollo en el abucheo de Sandoval Ballesteros, a quien Astudillo Flores responsabilizo, el Ejecutivo federal, dijo no contar con información y añadió: “…pero sí, no es agradable, a mi me da pena. Imagínense voy como autoridad, con un invitado y lo maltratan… me molesta mucho eso”. Queda claro que lo sucedido en Tlapa de Comonfort, fue una mezcla de responsables, por lo que ambos mandatarios tienes que evaluar sus estrategias para ese tipo de eventos en la que  Morena es gobierno y el PRI y otros partidos son oposición. Es necesario que tanto los  oficiales como de los que están fuera del gobierno, debe haber responsabilidad compartida, para que nadie cargue con este tipo bochornos. Sin embargo nos preguntan nuestros lectores que si después de este desaguisado, será de ahora en adelante ese ambiente contra  Astudillo Flores, y le exigirán que efectivamente se haga un lago y deje la gubernatura, cuando le faltan escasamente dos años y nueves meses. Ya pusieron el ejemplo los indígenas de la montaña, ahora tienen la palabra el resto de las regiones de Guerrero de como habrán de recibir en los eventos públicos al mandatario estatal.

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