COLUMNA

DH-1-07-18
Tino Gatica

Periodistas sin organización continuarán padeciendo efectos del federalismo “morenista”
El sábado 5 de enero de este año, el doctor Gustavo Alarcón Herrera, tuvo a bien festejar al gremio periodístico en su mayoría, siendo aproximadamente 150 platillos a base de “aporreadillo” ya bien conocido porque es el que normalmente se ofrece por parte de la clase política. El dicho alimento es huevo con cecina y una salsa roja, en términos generales, y aunque se lee que aparenta ser de ingredientes simples, la sazón es lo que importa, digo, para quien ha estado cubriendo mile

s de acontecimientos, y conoce muchas regiones de la entidad, sabe apreciar ese alimento. Obviamente que también se puso a consideración otros platillos, pero se puso de manifiesto que el interés del doctor Gustavo Alarcón Herrera de tener una sana convivencia con ese gremio al que él tiene una predilección atención. Y esto no es de dientes hacia afuera, sino que él lo confirmó cuando varios colegas, le agradecieron de cómo los ha atendido de sus crisis de salud, así como de la enfermedad de algunos de sus familiares. Claro que todo tiene un costo económico y esto lo sabe el galeno, solamente que esto es un punto de reflexión para quienes recibimos una atención cuando se le visita. Porque ocurre que si de algo puedo afirmar, es que en este gremio, al que pertenezco suele ser ingrato, no sabe reconocer cuándo se le apoya e incluso es excelente caldo de cultivo para una “grilla” barata. Lo digo porque cada año, el galeno, su familia toda (como es el caso de su señor padre Saúl Alarcón Abarca, ex alcalde de este municipio de Chilpancingo, sus hijos Saúl y América) tanto como la señora Elia Herrera, siempre han ayudado al anfitrión. Cada año, a principios del mes de enero, como parte de los buenos deseos de empezar con enjundia cada ciclo, así como festejar el Día de la Libertad de Prensa y que también se contextualiza como la fundación de un sindicato de periodistas de hace muchos años, que en su momento tuvo sus esplendores de gloria, es que el doctor sin ser servidor público ni tener un puesto en el gobierno hace una inversión económica para estar apapachando a sus amigos y amigas de la prensa. “Esto es de pura amistad, precisamente para convivir”, sentencia el médico, quien por cierto también reiteró públicamente que es aviador, pero de los a devis, porque independientemente del concepto guarro que se tenga de quien cobra sin trabajar en los ayuntamientos o en otros espacios de servicio, el anfitrión de ese desayuno del sábado 5 de enero de este año 2019, sí tiene sus estudios, explicando con lujo de detalles esa carrera que es una ciencia aeronáutica. También, cuando dijo que era de pura gusto, gusto de estar saludando al gremio, en su menaje se mostró preocupado por la situación vulnerable en que dicho gremio se encuentra, porque la mayoría no cuenta con beneficios que le permitan tener una vida digna, saludable y con bienestar. Ahora con la avanzada de acciones (preocupantes) de quienes están en el poder, a partir de las elecciones del 1 de julio del año pasado (2018), el escenario para muchos periodistas se observa complicado, porque al no estar asalariados y no se tienen contratos de servicio con sus empleadores, no se pueden reclamar que los programas que están en evaluación con las acciones de los funcionarios públicos tanto como de los alcaldes, diputados locales, diputados federales, senadores y el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pues en esta situación de renovación o de transformación. A la par que ocurre este asunto de la indefensión o vulnerabilidad de los periodistas, los mismos dueños o editores de periódicos, revistas, semanarios, quincenarios y demás, seguro que están ajustando sus presupuestos, con la intención de mantenerse a flote, aunque en esa situación se tenga que sacrificar el empleo de sus trabajadores o colaboradores. Y esto lo comento simplemente en el aspecto de la producción, porque otros efectos colaterales son para los “obreros” que trabajan de manera interna en los talleres, o bien en las oficinas de redacción, que asimismo resentirán estos ajustes de un programa de gobierno federal que se espera pueda extender todos los beneficios para todos. Grandes dilemas nos obligan a sugerir la importancia de estar organizados en grupos, en asociaciones o bien en federaciones, para no dejar que estos planes de gobierno afecten a este de por sí deprimido gremio de periodistas, al que con dignidad y e identidad pertenezco.