COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA
HERMILO GARCÍA PALACIOS
Requinto del Trío Guerrerense de Pepe Castañón
PARA MI GRAN AMIGO JOE GARCÍA

Este día don Hermilo García Palacios estaría cumpliendo 98 años de edad.
Lo recordamos con mucho cariño. Hace 14 años le hicimos la siguiente entrevista:
Porque fue uno de los primeros impulsores del arte guerrerense, porque forma parte importante de la historia musical del estado, y porque es uno de los sobrevivientes del Trío Guerrerense de Pepe Castañón, muchos de sus amigos y admiradores reconocen la valía artística de don Hermilo García Palacios.
Don Hermilo nació en Texca, municipio de Acapulco, Guerrero el día 13 de enero de 1921, por lo que acaba de cumplir sus primeros 84 años de vida.
Fueron sus padres don Gabino García de la Rosa y la señora María Palacios Mondragón. Sus hermanos, Cirilo Pedro, Tadeo, Mariano, Cecilia y Natalia.
A los 8 años de edad la familia dejó aquella población costeña para establecerse en el puerto de Acapulco, lugar en donde el entonces pequeño Hermilo trabajó en actividades diversas.
Antes colaboró en Ocotillo en el rancho de su tío Antonio Palacios Mondragón. Echan
do una mirada a su infancia recuerda que “había un lugar que se llamaba El Limón, eran lomas llenas de ganado, pero llegaron los revolucionarios y todos los días comían carne de res, acabaron con el ganado”.
Recorrió varios lugares de la región, “de Tecomapa salíamos con mi tío y otros señores a cazar tigres, venados y había harto coyote”. Vestía don Hermilo en esa lejana infancia un calzoncito de manta y cotón y entre otras actividades cuidaba becerros, ordeñaba vacas y se encarga de otras actividades del campo.
Ya jovencito se fue a trabajar a la ampliación de la carretera nacional entre Chilpancingo y la ciudad de Iguala. En su trabajo de peón hacía estacas, zanjas a pico y pala y cargaban camiones con tierra y materiales de construcción y acarreaba agua para los peones.
Fue entonces que conoció a uno que le decía “el teniente”, quien había sido revolucionario y tocaba la guitarra. Al terminar el trabajo, se quedó en Iguala donde se dedicó a elaborar silletas las que tejía con palma.
“Nos fuimos a Iguala y allá conocimos a Jesús Herrera Villa, que tenía su sastrería en Zaragoza 28 y ahí seguí tocando la guitarra con el teniente y el sastre, porque en la carretera, en la carpa que estaba por donde queda la virgencita de Mezcala, ahí empecé a tocar, en 1936, más o menos”.
Las canciones más populares en ese entonces eran “Vamos a Técpan tierra soñada”, “La Adelita” y “La Chachalaca”.
“Ensayábamos mucho porque el sastre tenía dos guitarras y a mí me prestaba una; después fuimos a cantar al radio en Iguala donde nos dieron un programa, ahí cantamos boleros, huapangos, chilenas”.
Tiempo después, don Hermilo se trasladó a vivir a Chilpancingo en casa de su hermano Cirilo, en 5 de mayo número 48.
Cierta ocasión llegó a buscarlo el compositor Pepe Castañón quien fue expresamente a invitarlo para que ensayaran sus canciones “e hiciéramos algo”.
Platica don Hermilo que “ensayamos muchas letras que él ya tenía, ensayamos un tiempo regular, a veces con su hermano Sofío y también con Antonio Organista que vivía en la calle de Leona Vicario”.
Pepe Castañón, en el trío hacía la primera voz y tocaba acompañamiento de guitarra; don Hermilo segunda voz y requinto y Sofío tercera voz y acompañamiento, lo mismo hacía Antonio Organista cuando don Sofío no asistía a los ensayos”.
De esta manera quedó integrado el “Trío Guerrerense” de Pepe Castañón que fue el que grabó sus canciones, “La Feria de Chilpancingo” y “Tierra Colorada”, entre otras.
Después don Hermilo se hizo amigo de Cayetano Bernal, vecino de Tepechicotlán y quien cantaba y tocaba muy bonito. Hacía la primera voz y el requinto. Se unieron con don Eliseo Calvo, don Licho Calvo y formaron el “Trío Chilpancingo”.
Recordó que el Partido Revolucionario Institucional organizó un concurso en el que participaron entre ocho y diez tríos, ofrecían premios en metálico y como complemento cajas de bebida cara. “Pero esos carajos siempre han sido así: se robaron el dinero de los premios y se llevaron las cajas de bebida. A nosotros, que fuimos los ganadores, nomás nos dieron una botella a cada uno”.
Años después formando parte de otros tríos don Hermilo cantó también ante los micrófonos de la XEBB de Acapulco.
Hay una anécdota destacada en el sentido de que Pepe Castañón fue esposo de doña Sofía Vázquez. Don Hermilo conoció en esos tiempos a otra mujer con el mismo nombre, Sofía Vázquez, hija de don Antonio Vázquez. Era ella la que recibía la correspondencia del correo en el pueblo Kilómetro 30. “Le hice un acróstico” y la cantamos en la XEBB y en la XELI años después.
Independientemente a su arte de cantar y tocar guitarra, desde cuando anduvo en la carretera, don Hermilo se inclinó por la minería. “Tengo algunos lugares donde hay cristales morados y minas de oro. No las he explotado porque me faltan socios capitalistas. Estoy pobre porque no hay quien me apoye bonito. También conozco donde hay petróleo y azufre; en Guerrero estamos ricos, hay mucha riqueza”.
Cuando se le pregunta por su familia, muy modestamente y con cierta picardía responde con una sonrisa: ¡Nomás tuve seis hijos: Gabino, Jesús, Miguel Ángel, Aída, Martha y Raquel.
Actualmente vive solo, se sostiene económicamente de las clases de guitarra que imparte entre algunas personas de la tercera edad. Su domicilio se localiza, dice él, por El Huajal, en una ciudad perdida al Poniente de Chilpancingo.
(Artículo publicado en el Periódico El chilpancingueño el lunes 17 de enero de 2005).

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