COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA

LA SIERRA DE GUERRERO Y LA INFLUENCIA RELIGIOSA
HACE MUCHOS, PERO MUCHOS AÑOS, cuando decenas de galos ya habitaban la Sierra de Guerrero, porque se quedaron a la zaga, abandonados por sus tropas francesas que vinieron a invadir México y fracasaron, y ya formaban numerosas familias en esa región, uniéndose en matrimonio con mujeres mexicanas, en esa época de principios del siglo pasado, se estableció el “Campo Wall

ace” como centro escolar en Chilpancingo, en lo que ahora es el cuartel.
Sus fundadores fueron miembros de una exitosa y económicamente bien proporcionada iglesia evangélica que vino de los Estados Unidos de Norteamérica a enseñar no solamente el contenido de la Biblia, sino a leer, escribir y varios oficios en ese lugar que todavía conocemos como el campo “Wallace”, que desde hace años se destinó al ejército y fue campo de Béisbol.
Al mismo tiempo fundaron el templo de “La Santísima Trinidad” -Calles de Hidalgo, 16 de septiembre y Zaragoza- y una pequeña iglesia edificada en las proximidades al río Huacapa, cerca del cuartel.
Los evangélicos gringos en Chilpancingo fueron bienvenidos por el gobernador General Francisco Otálora Arce (originario de Jalisco).
Fue y sigue siendo la religión Evangélica o Protestante que trabajó y trabaja de manera incansable e imparable y con sorprendentes resultados en la Sierra de Tlacotepec, llevando la palabra de Dios por medio de la Biblia y compartiéndola con los habitantes de esa región.
La Evangélica sigue siendo la religión de mayor influencia en la Sierra de Guerrero, muy importante y de inmensa mayoría en todos los pueblos que conforman el municipio de “Heliodoro Castillo” y municipios que le rodean tanto en la tierra caliente como en la costa grande...
Tal vez ese sea el principal motivo por el cual todos los esfuerzos loables y plausibles del señor obispo católico de Chilapa-Chilpancingo no encuentran eco. Su voz, sus predicaciones, sus anuncios, todo no repercute. Es exactamente como si predicara en el desierto. Es “de otra religión diferente a la Evangélica”.
El dice con afán que “ni las autoridades ni la iglesia los han abandonado”, pero, disculpen la preguntita; ¿Cuándo estuvieron con ellos?
Años y años pidiendo la creación de la Octava Región, y ¿qué ha pasado? tanto uno como otro llegaron demasiado tarde a la ahora convulsa Sierra de Guerrero que proyecta un panorama de imprevisibles consecuencias.
Muy tarde llegó el líder católico y muy tarde se aparece por la región papá gobierno a quien desde hace años los habitantes serranos le pedían volteara los ojos a ellos y los atendiera, pero la sordera oficial es crónica. Frente al grave problema de violencia, la diferencia son muchas décadas.
El mensaje de Dios priva y domina en la región pero no llevado por la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica y Roma...sino por los Evangélicos. Y se vale analizar los detalles y pormenores de ese vacío del catolicismo que ojalá en algo pudieran contribuir a la pacificación.
Don Salvador, lamentablemente, anda predicando en el desierto y no ganará más que espacios en los periódicos para que su sotana siga luciendo blanca como los mandiles del maestro limpio, pero sus palabras y su esfuerzo jamás encontrarán eco. Ya se vio.
Lamentable, pero así es. En cambio, si los líderes de la iglesia Protestante estuvieran al frente de la misión pacificadora, a lo mejor otro gallo cantaría. Pudiera ser...