COLUMNA

DH-1-07-18
Tino Gatica
Sensibilización en el Hospital General “Raymundo Abarca Alarcón”
Aunque en ocasiones considero temas, en donde cotidianamente generalizo, aunque son con la mejor intención de aportar un punto de vista, ocurre que el Hospital General “Raymundo Abarca Alarcón”, que se encuentra al norte de Chilpancingo, se han dado situaciones de malestar, quejas e informidades, aunque también se puede agradecer a quien tiende la mano. Y bueno, todo depende de a quien le ocurra ese trato, pero no siempre el agradecimiento es recíproco. He escuchado en ocasiones que los usuarios se sienten ofendidos cuando se les piden sus datos en la garita, com
o una identificación, ya sea de una credencial de elector, porque es la que aparentemente tiene varios “sellos” que la hacen creíble. Asimismo, cuando uno se encuentra en las sillas del interior de ese inmueble, existe el personal que tiene funciones específicas, por citar de limpieza o de vigilancia, que siempre solicita que los usuarios no duerman o que no lleven alimentos para sus internos; en otros detalles, el personal de enfermería, que es el más visible, está atendiendo a los visitantes. Y el personal de guardia, como las enfermeras o médicos, están con el ánimo de ayudar, pero, aquí viene el pero. Las personas también deben contar con normas de cómo pedir esa ayuda, e incluso ese favor, sobre todo cuando se atiende a uno mismo o bien a algún familiar. Por eso es que me gusta la frase de que “en el pedir está el dar”, y aunque suene muy protocolario, la espera también es otro de los consejos que aplico. Esto ocurre porque hoy viernes 12 de octubre (Día de la Raza, o el Encuentro de Dos Mundos, o el Descubrimiento o Conquista de México con el viejo continente) como siempre apoyé a un familiar, y digo, esto lo trato en primera persona, porque algo en mí me facilita ayudar aunque no siempre obtenga el “gracias”, pero cuando quien es ayudado te lo agradece se tiene una sensación de haber realizado algo bien. Ya han sido varios familiares que he ayudado, acompañado e incluso asesorado en el trámite de sus necesidades, siempre sugiriendo pedir las cosas de favor y con la mayor cortesía posible. E insisto que la buena educación sí permite facilitar esos trámites o gestoría. Este mismo día, como referí, ayudé a un familiar, para que se le aplicara un diagnóstico o valoración por una discapacidad diferente, es decir vulgarmente posee retraso mental. Y ese documento, que le pemitirá obtener una visa, será para estar acompañando a su demás familia a Nueva Yok, Estados Unidos. Y el subdirector Sahen Alberto Suástegui Rivero, quien es una persona estupenda, pero no solamente porque nos atendió de manera personal, sino porque tiene a todo su personal sensibilizado, y esperando que pudieran ser más facilitadores, como él mismo. No queda en esta columna, solamente agradecer ese fino gesto, porque insisto, no es la primera ocasión en que por medio de mis familiares, he recibido una buena atención, o sea que estas referencias puedo confirmar que sí se tiene buena atención. En cuanto al asunto de las herramientas, equipo, mobiliario y demás objetos o artefactos, es otro tema, del que espero pueda yo proporcionar información con lo que se cuenta, porque por mencionar otro dato, una de mis carnalas tuvo un problema de salud en donde se le detectó un virus, que le erradicó y sigue gozando ella de buena salud, y esto también es un reconocimiento de mi familia, por esas atenciones del personal médico, ahora que sí en consecuencia agradezco al doctor Gustavo Alarcón Herrera, es porque él ha sido otro referente de atención y sensibilidad para mi gremio periodístico. Es todo, pues.

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