POLICRÓNICA

Traidor…El senador elector de minoría el priista Manuel Añorve Baños anuncia que se va a los brazos de Morena para no ser dique, el gobernador tricolor Héctor Antonio Astudillo Flores, está cuestionando a los que ha llamado “gobernadores federales” con la que afirma que la figura violenta el pacto del federalismo.

Comienzan a darse los contrastes cuando faltan 11 días de la toma de posesión de los representantes populares en las dos cámaras a nivel federal y a nivel local, en la que los diferentes actores que tendrá una senaduría, diputación federal y local, se están definiendo, si serán en realidad el contrapeso del nuevo poder ejecutivo o se alinean para los próximos seis años a partir del 1 de diciembre que será púrpuro, en tanto termina el tricolor. Por lo pronto, en Guerrero, si los militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el país y principalmente en la entidad guerrerense, están pensando de que tendrían un combativo y crítico representante en el Senado de la república, olvídense, ya vino el fin de semana a la entidad a decir que apoyará todas las iniciativas del lopezobradorismo y no será ningún dique. Entonces los que han llamado una “oposición responsable”, se esfuma, para convertirse en irresponsable, gracias al traidor de Manuel Añorve Baños. Como no ganó una senaduría por mayoría relativa por el estado de Guerrero, sino de rebote, con una plurinominal, o también se le llama “primera minoría”, pero si estará seis largos años cobrando un salario que no se lo merece el cuestionado siniestro político guerrerense, Manuel Añorve Baños, quién al fungir como diputado federal, asestó una puñalada trapera al traicionar al pueblo de México y Guerrero al aprobar en el 2013 el descomunal gasolinazo que hasta hoy lo estamos padeciendo. Por eso el 1 de julio, los guerrerenses no votaron a favor del candidato a senador de la república, el priista Añorve Baños, le dieron un castigo, pero desgraciadamente este arrabalero político se  “coló” con la fórmula de las minorías y será senador sin que se lo merezca, por las tantas tropelías y saqueos cometidos en agravio del pueblo de Acapulco, cuando fungió como presidente municipal de Acapulco en sus diversas etapas. Para que no haya duda de que es un traidor, como se sabe en los próximos seis años tendrá que convivir con el Gobierno que encabezará el Partido del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a través de Andrés Manuel López Obrador. El fin de semana vino a Guerrero, Manuel Añorve Baños y abrió la boca e hizo público tácitamente de que estará al lado del Gobierno púrpuro y aprobará todo lo mande el jefe del ejecutivo federal.  Para que no haya duda y ratifica su mote de “Chuky”, el sábado anterior, el senador electo del PRI Manuel Añorve Baños dijo que se le debe dar la oportunidad de gobernar a la próxima administración federal, que será encabezada por Andrés Manuel López Obrador y en la que Morena será mayoría en ambas cámaras—diputados federales y senadores--, y aseguró que él no se opondrá a sus propuestas de seguridad pública. El fin de semana en su intervención en una reunión con simpatizantes en Acapulco, Añorve Baños dio a conocer que cuando llegue al Senado votará a favor de la propuesta del nuevo gobierno federal de separar la Secretaría de Gobernación y la de Seguridad Pública, y señaló que el PRI no debe obstaculizar y tan gandalla  se está viendo, que habla a nombre de todo el partido, como si fuera el dirigente, es donde tienen que cuidar quienes estén al frente del tricolor. Para que no haya duda entrega postura, declaró ante los ciudadanos  “No debemos los priístas ponerles dique, porque entonces pareciera que si le vamos a poner dique a esa propuesta, pues estamos interesados a que las cosas no salgan bien en seguridad pública”, en tanto que afirmó Añorve Baños, que apoyará a que el gobierno dé resultados, pues serán en beneficio de la población, aunque puntualizó que será observador de que la administración cumpla. Ese es un cuento de que estará haciendo ese papel, será un cómplice de los desaciertos que comentan los senadores y diputados federales de Morena, porque desde ahora ya lo está diciendo, no será un contrapeso, sino cómplice, por lo tanto un traidor del PRI, que si pensaban los otros senadores y diputados que no han perdido el brújula y que con dignidad podrían ser verdaderamente una “oposición responsable”, si saben contar, ya saben, que no van a contar con el voto del guerrerense. “Tendremos que respetar lo que el pueblo de Guerrero y el pueblo de México decidió, tenemos que respetar a los nuevos gobiernos, porque ellos tienen la responsabilidad de dar resultados”. Con ese argumento de pésimo gusto, el estado de Guerrero no tendrá senador, sino un traidor quien se irá a los brazos de Morena con la errónea idea de qué gozará de canonjías como antaño, pero de acuerdo a las promesas de López Obrador, eso ya se terminó, al anunciar aplicar una política de austeridad republicana y para que no haya duda del triste papel de marioneta que habrá de jugar en los próximos seis años, el legislador electo reiteró que el PRI no será una barrera para el gobierno entrante, “para que no haya pretextos como cuando nosotros éramos gobierno y algunos opositores se oponían a todo lo que hacíamos nosotros; creo que hay que actuar con responsabilidad”. Más claro, no puede ser, habría que preguntarles a los agachones priistas de Guerrero, que si ya le autorizaron para que esté hablando en su nombre y lo peor, esté comprometiendo al PRI, cuando se supone que en la entidad se libra una lucha de posicionamiento desde el gobernador priista, Héctor Antonio Astudillo Flores que no está de acuerdo con algunos anuncios que ha hecho Andrés Manuel López Obrador de que mandará como delegado a Pablo Amilcar Sandoval Ballesteros, figura a la que se opone el mismo jefe del ejecutivo, a quienes los califica de “gobernadores federales” que estarán en cada una de las entidades del país. Desde ahora debe saber Astudillo Flores que no tendrá un aliado en el Senado, sino un traidor, porque no defenderá las propuestas del PRI, ni se sumará a los cuestionamientos que tendrá que hacer la bancada hacia las púrpuras cuando se atente contra los intereses de las mayorías, ya que en ambas cámaras serán mayoría, una por tres, y la otra de seis años, entonces si saben contar el mandatario estatal y los priistas de Guerrero y de todo el país, no cuentan con Añorve Baños, ya lo vino anuncia el fin de semana, para que ya nadie lo cuestione en el futuro, y tampoco les extrañe su “raras” posiciones. Entonces no se sumará a lo que han llamado los priistas una “oposición responsable”, porque Añorve Baños será un irresponsable, además siendo sinceros a nadie estará representando, porque no ganó le curul por mayoría, sino de “rebote”, es decir un regalo de los resultados electorales del 1 de julio del 2018. Siempre los sostuvimos desde el principio que Añorve Baños sería senador, perdiendo o ganara la elección su partido el tricolor, pues fue vivo, lo registraron en automático para estar en posibilidades en asegurar el cargo. Por ello debe haber cambios en la Ley Electoral, para que no se doblete candidaturas y no aparezcan vivales como el presente caso y lo mismo se repite en otros partidos políticos a nivel nacional y estatal. Con esa postura entreguista, no dudamos que Manuel Añorve Baños pudiera hasta emigrar al Morena, no sería la excepción, porque el mensaje está claro de que estará al servicio del gobierno  guinda.…Cuarto…Mientras a nivel nacional en las próximas 24 horas se hará el cambio de dirigente en el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, en Guerrero, parece que el actual se atrincheró, está inamovible, pretende quedarse como pésimo dirigente y diputado local plurinominal de manera simultánea. Lo que ocurrirá  en las próximas horas, es que en menos de tres años, el día de mañana martes elegirán el cuarto dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, nadie explica los motivos, pero se intuye de que es producto de la catastrófica derrota del 1 de julio pasado. El actual Comité Ejecutivo Nacional fue electo para el periodo 2015-2019, pero  han sido relevados por hacer un mal papel. El partido de Enrique Peña Nieto, que perdió todo en las elecciones de este verano (incluyendo la Presidencia), elegirá mañana martes a un nuevo dirigente, que asumirá una fuerza política mermada después de años catastróficos para el país. A casi dos meses de la peor derrota electoral del PRI y a menos de una semana de la renuncia intempestiva de Rubén Moreira  Valdez como secretario general, la dirigente nacional del tricolor, Claudia Ruiz Salinas, convocó a elecciones extraordinarias para elegir, otra vez, a quien concluirá el periodo 2015-2019. De acuerdo con la convocatoria, los interesados en participar en la elección deberán inscribirse hoy lunes 20 ante la Comisión Nacional de Procesos Internos. El Consejo Político Nacional será el encargado de elegir a la nueva dirigencia mañana martes 21 de agosto. Por la tarde después de las 19:00 horas. Ruiz  Salinas puede inscribirse, toda vez que no fue ratificada, por el Consejo Político Nacional como presidenta nacional y no tiene más de cuatro meses en el cargo. En agosto de 2015, Manlio Fabio Beltrones Rivera y Carolina Monroy del Mazo fueron elegidos para ser dirigente nacional y secretaria general del Revolucionario Institucional. Sin embargo, ante la derrota priísta de 2016, Beltrones Rivera decidió renunciar y pocos días después llegó Enrique Ochoa Reza a la dirigencia, quien en marzo de 2017 nombró a Claudia Ruiz Salinas secretaria de Organización para después ocupar la secretaría general que dejó Carolina Monroy. En mayo de 2018, Ochoa Reza dejó la dirigencia y llegó, “por prelación”, René Juárez Cisneros quien fue nombrado secretario de Organización por unas horas y para que llegase a la dirigencia, la secretaria general, Claudia Ruiz Salinas y el entonces secretario de Organización se separaron de sus cargos por unas horas. El 16 de julio el ex gobernador de Guerrero también renunció a la dirigencia y “por prelación” llegó Claudia Ruiz Salinas a la presidencia. La ex canciller fue ratificada solamente por la Comisión Política Permanente y no por el Consejo Político Nacional (CPN). La elección del siguiente líder se llevará a cabo de manera exprés, apenas un mes después de que Claudia Ruiz Salinas, ex Secretaria de Relaciones Exteriores, tomara las riendas del Revolucionario Institucional (PRI), y siete semanas tras la derrota tricolor frente al Movimiento Regeneración Nacional (Morena).La convocatoria fue firmada por Ruiz Salinas, quien tomó las riendas del partido después de que René Juárez Cisneros, ex Gobernador de Guerrero que se paró junto a José Antonio Meade Kuribreña, ex candidato presidencial, para aceptar la derrota del 1 de julio, presentara su renuncia. Juárez Cisneros se marchó y dejó el partido en la peor crisis de su historia, con derrotas contundentes y consecutivas desde que Enrique Peña Nieto se volvió Presidente de México. “Dos mil dieciocho será recordado como el año de nuestra gran debacle o como el año que iniciamos nuestra gran reforma, escribir el desenlace depende de nosotros”, dijo Ruiz Salinas y asumió el cargo. El día de mañana, parece, se irá. En cuanto al estado de  Guerrero, parece que Heriberto Huicochea Vázquez, como tecnócrata ha sido un verdadero fracaso para el tricolor, los resultados únicamente lo beneficiaron en su persona, porque llegará a la LXII legislatura local como diputado purinominal sin merecerlo, porque el 1 de julio, el priista guerrerenses no aportó muchos votos para la causa del candidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña. La militancia priista de Guerrero nada dice, no reclama, mucho menos protesta, pareciera que están conformes con la derrota estrepitosa, que casi lo desaparecen de la faz política. En tanto Huicochea Vázquez se ha atrincherado, todo lo ha minimizado, hasta de su cambio de dirigente, al afirmar que no es prioritario, ¿será?, ¿son verdaderos borregos los priistas?, ¿de plano ya no hay más cuadros? Pero bueno es un problema de la militancia, en la que a casi siete semanas de la derrota en Guerrero no hay indicios de que vaya haber cambios en la dirigencia estatal. Cuando faltan escasamente 11 días para que se termine el mes de agosto y Huicochea Vázquez ya no le pondrá mucha atención a la dirigencia estatal del PRI, porque estará ocupado y estrenando “hueso” de diputado plurinominal para los próximos tres años estará cobrando una beca inmerecida, por no hacer nada a favor de nadie, porque no tiene compromiso con nadie, pues tampoco fue electo por los ciudadanos, sino que es el resultado de los sufragios que emitieron todos los guerrerenses el pasado 1 de julio.