ARTÍCULO

AMLO y el Papa
Apolinar Castrejón Marino
¿Europa? Preguntó el “maistro” peluquero a su cliente.
¿Para qué vas a ir a Europa? Allí todo es viejo. Y los franceses son antipáticos, los alemanes son fríos, y los belgas bueno, ellos si son muy belgas.
Bueno “Maistro Nando”, es que voy especialmente a Italia, a ver al Papa.
¿Ver al Papa? Eso es en la plaza de San Pedro. Miles de personas amontonadas mirando pequeñas ventanitas en lo alto de un edificio viejo. Un instante se abre una ventana, y alguien te dice que esa figura blanca es el Papa. ¿Vas a viajar hasta allá para esa pendejada?
Emocionado y contrariado como estaba, el peluquero hizo un movimiento brusco, y le encajó el pico de la máquina, llevándose un gran mechón. Luego, como pudo el May acabó el corte de pelo, y el cliente se fue. Tres meses después, el cliente estaba otra vez en el sillón del May. Y recordando la última plática, el “Maistro Nando”, le pregun
tó en tono sarcástico:
¿Y qué tal Europa?
La verdad, tengo que admitir que en muchas cosas usted tenía razón. Al llegar a Inglaterra me habían perdido las maletas, los franceses no entendían mi castellano, ni mi inglés, y en Bélgica se les pasó mi reservación.
El pícaro peluquero apenas podía disfrazar la cara de satisfacción.
¿Y en Italia?
Pues también, salvo por el Vaticano. Yo ya esperaba lo que usted me había anticipado.
¿Y?
Pasó algo increíble. El Santo Padre estaba pronunciando su misa desde el balcón, luego hizo una pausa y decidió salir con sus cardenales.
¿En serio?
Sí. Ese día había decidido bajar, y caminar entre la gente. Me contaron que casi nunca sucede. De repente apareció a ras de suelo, y todos nos sorprendimos al verlo tan cerquita. Usted no se imagina la emoción. 
Eso es tener suerte, ¿eh?
La verdad es que sí. Pero eso no era todo. No podía creer que en un instante, caminaba hacia el grupo de gente donde yo estaba.
Me imagino. Un apretujón de aquéllos.
Para nada, la gente muy respetuosa. Para mi sorpresa el Papa se detuvo exactamente frente a mí. Como si me hubiera visto desde allá arriba y me hubiera bajado a buscar. Y me habló al oído.
El peluquero estaba realmente conmocionado, y le preguntó al cliente.
¿Y qué te dijo?
Pues yo pensé que me iba a dar la bendición, pero solo me acarició la cabeza, acercó su cara a la mía y me dijo al oído: “Hijo mío, ¿Quién es el idiota que te corta el pelo?”.
¿Y a qué viene todo este cuento del papa, me puedes decir?
Pues yo quiero saber cuál es el trabajo el PAPA.
Es el guía espiritual de la iglesia, no tiene que trabajar.
Pero ¿No tiene que hacer algo para procurar la paz y el bienestar de los creyentes?
Creo que para eso se pasa gran parte del tiempo, rezando y “pidiendo” por ellos.
Esa es la parafernalia que mantiene la iglesia para los mojigatos, y realmente es una vacilada, porque en realidad, es un jefe de estado.
¿Cómo un Presidente?
Afirmativo, y se reúne con otros Presidentes, para tomar acuerdos políticos y económicos.
¿Por eso lo invitó AMLO, para que apoye las acciones en favor de la pacificación del país?
Mira ese es un escándalo más, porque según parece, en realidad nunca se dirigió a él específicamente para invitarlo a participar. Según declararon los voceros de AMLO, solamente le envió un recado para que enviara un mensaje vía Skype a México.
¿O sea que fue un “resbalón” de AMLO?
Afirmativo. Pero como lo que cuentan son los resultados, quien quedó mal no fue AMLO, sino el Papa.
¿Y cómo puede ser eso?
Pues AMLO tiene mucho “colmillo”, y ha declarado que va a realizar muchas acciones para terminar con la violencia en México. Y cuando mencionó al papa para que participara, aunque no fuera cierto, y luego los voceros de Roma dijeron que no iba a participar, la gente se fue con la percepción de que al papa no le interesa el tema.
Que mañoso AMLO ¿No?

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