POLICRÓNICA

46…Terminará el sexenio peñanietista, entre hoy y mañana 26 y 27 de julio se cumplen 46 meses de aquella tarde y noche trágica en Iguala de la Independencia, en la que policías y criminales desaparecieron forzadamente 43 estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, la esperanza es con el futuro presidente Andrés Manuel López Obrador esclarezcan los hechos.


Se cumplen 46 meses entre hoy y mañana,  en la que el gobierno de Enrique Peña Nieto del Partido Revolucionario Institucional (PRI), le quedan escasamente cuatro meses y cinco días para convertirse en ex presidente de México, y ese tiempo le falta para que asuma el poder Andrés Manuel López Obrador del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), quien el 1 de julio ganó con más del 53 por ciento de votos de los mexicanos, histórica cifra con respecto a los anteriores comicios. Durante  estos casi 4 años, el gobierno de la república de Peña Nieto, se la ha llevado de cuento en cuento, sin que las madres y padres tengan una respuesta contundente, puesto que “la verdad histórica” que armó el entonces Procurador General de la República, Jesús Murillo Karaman quedó hecho trizas con el trabajo que realizó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) para el caso Ayotzinapa, además dejó recomendaciones para darle seguimiento a todas las líneas de investigación y hasta hoy todo ha quedado pendiente. Lamentablemente son más engaños que aciertos en la investigación, sin embargo los padres no cesan en su lucha, el pasado 4 de junio un tribunal  federal colegiado de Tamaulipas ordenó reponer el procedimiento del caso Ayotzinapa y crear la Comisión de Investigación para la Verdad y la Justicia (Caso Iguala). Por unanimidad de votos, los magistrados Mauricio Fernández de la Mora (ponente), Juan Antonio Trejo Espinoza y Héctor Gálvez, del Primer Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito, concedieron la protección de la justicia federal a familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos y ordenaron reponer el procedimiento, al establecer que la investigación no fue pronta, efectiva, independiente ni imparcial por la Procuraduría General de la República, como lo exige la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, así como los protocolos adoptados por la Organización de las Naciones Unidas. Después de esta resolución se ha venido una avalancha de impugnaciones por parte de titulares de las diversas dependencias federales para echarla abajo, por lo tanto ahora obligadamente la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ya atrajo el caso y lo habrá de resolver en definitiva, por ello infinidad de organizaciones sociales se han sumado y están pugnando porque asuma  el máximo  tribunal con valentía y  con verdadera transparencia resuelva el caso y terminar con la impunidad en el caso de Ayotzinapa, que finalmente es la marca que se llevará para la historia el gobierno del priista Peña Nieto. La última esperanza que tienen las madres y padres de familia de los 43 normalistas de Ayotzinapa, es que el futuro presidente de México, Andrés Manuel López Obrador cumpla su palabra de crear una Comisión de la Verdad, tal como lo prometió en campaña en Iguala de la Independencia y hasta subió al templete a un grupo de paterfamilias. Si López Obrador no cumple, ni esclarece los acontecimientos habrá de quedar como un falso, entonces los padres se olviden de que habrán de tener justicia, una solución a su sentida demanda. Esos 43 estudiantes desaparecidos, dos muertos más y uno en estado de cómo, ya no fueron parte de la que llamaron la “Generación 43”, como sus padres lo hubieran querido ver a sus hijos egresar de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos”, municipio de Tixtla, región centro de Guerrero. El 13 de julio pasado egresaron 73 alumnos, con la ausencia de los 43 de sus compañeros. Recordamos que ese viernes 13, entre canciones y discursos de nostalgia, gritos de justicia, y lágrimas, egresó la generación de maestros, donde debieron estar los 43 normalistas desaparecidos la tarde y noche del 26 y 27 de septiembre en Iguala de la Independencia  de quienes a casi 46 meses nada se sabe de su paradero. En la ceremonia desarrollada en la explanada de esa normal del sureño estado de Guerrero se mezclaron sentimientos de alegría, por los 73 alumnos que egresaron de las licenciaturas en Educación primaria y en educación primaria intercultural Bilingüe, pero también sentimientos de tristeza y coraje, por los ausentes. Además de los 43 normalistas desaparecidos el viernes 13 de julio egresarían los tres normalistas asesinados la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala de la Independencia: Julio César Mondragón Fuentes, Julio César Ramírez Nava y Daniel Solís Gallardo. En las ausencias se contó también la del normalista Aldo Gutiérrez Solano, quien permanece en estado vegetativo desde esa noche en que fueron atacados y que él recibió un tiro en la cabeza. El grupo de los padres de los jóvenes desaparecidos eran los invitados de honor en la clausura, sin embargo solo acudió el padre de Abel García, Celso García, quien permaneció en la mesa del presídium junto al resto de los ocupantes. Al costado derecho del templete los familiares del normalista Julio César Mondragón, torturado y asesinado esa noche, colocaron una manta con el dibujo de su rostro, como si observara el acto de clausura en el que ya no pudo estar. De Julio César acudieron al acto nueve integrantes de su familia, procedentes de la comunidad de Tecomatlán, municipio de Tenancingo, Estado de México. A decir de su tío, homónimo, acudieron con tristeza al evento pero también con coraje porque ya no está con ellos y porque a casi 4 años de su asesinato no ha habido justicia lo cual, paradójicamente, buscaba el estudiante. Otro de sus tíos, Cuitláhuac Mondragón Fontes, estuvo presente también en el presídium y tomó la palabra y dijo a los egresados que la suya será una generación que nunca se olvidará ni en la normal ni en toda la sociedad. “Es momento muy difícil para nosotros; precisamente comentábamos en el camino ‘imaginense, porque vale la pena soñar, que no hubiera pasado lo que pasó seguramente viniéramos hasta de tacuche’”, expresó y aclaró que no buscaban hacer sentir mal a los egresados, sino al contrario, les decía que la educación es la vía para trasformar conciencia. El director de la normal Víctor Gerardo Díaz expresó que aunque existe alegría por los que concluyen su carrera profesional, la clausura de cursos tiene un sabor de nostalgia y tristeza por los que no están. Informó que este año la normal de Ayotzinapa empieza a recuperar matrícula luego de que disminuyera por los hechos de Iguala  de la Independencia y este año recibirá 140 alumnos, quienes ya hicieron examen de ingreso y comienzan clases el 20 de agosto. En la clausura estuvo presente el autor de la canción “Ahora soy 43”, que se ha vuelto icónica en la lucha de la búsqueda de los 43 estudiantes, Miguel Carrillo Figueroa, quien al interpretarla provocó las lágrimas de los presentes, especialmente de los egresados, muchos de ellos sobrevivientes de esa noche. Mientras en la explanada se desarrolló la ceremonia de graduación, en la parte de abajo, en la soledad y la tranquilidad de la cancha, permanecen las 43 butacas con los rostros de los jóvenes que aún son esperados. A la distancia de 46 meses, pareciera que fue ayer, para las personas que tienen sentimientos, pero para los que no la tienen, simplemente es un mes más de un hecho que hasta lo calificarían de aislado, pero para los ciudadanos con conciencia, es un crimen de Estado, con total impunidad. El mismos presidente priista Enrique Peña Nieto, lo ha dicho en voz baja, que están muertos los 43, pero su gobierno no se ha atrevido a presentar los cuerpos, ni una explicación que satisfaga a los padres que siguen insistiendo en la presentación con vida o por lo menos que les entreguen los cadáveres para darles una digna y cristiana sepultura en sus lugares de origen.…Exaservado…El lenguaje utilizado por el presidente municipal de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, del  Partido de la Revolución Democrática (PRD), habría que valorarlo en su exacta dimensión. Primero como persona, que no escapa usar un lenguaje tipico de los guerrerenses y mexicanos, como político y presidente municipal, pudo haber guardado las formas, que es fondo. Sin embargo si su expresión exaservado fue genuina de incomodidad y hasta de impotencia de ser víctima de la traición de alguien que le brindó toda su confianza. También habría que escuchar el audio filtrado vía WhatsApp a algunos periodistas y medios de comunicación. Si realmente su indignación es en contra de la corrupción y no se ha llevado ningún centavo del Ayuntamiento de Acapulco a sus bolsillos o del área de Saneamiento Básico. Como se sabe en las últimas semanas los habitantes de Acapulco, han vivido en medio de la crisis de recolección de basura y ya no pudo aguantar más, por ello el presidente municipal Evodio Velázquez Aguirre destapó un escándalo de corrupción que encontró en su administración a casi dos meses de concluir su periodo del 2015-2018. En una visita sorpresa a Saneamiento Básico, Velázquez Aguirre acusó directamente al ex director José Alberto Alonso de enriquecerse durante su encargo, y frente a los trabajadores advirtió al actual titular de la dependencia Elí Olea Urioste, que quien haya cometido una irregularidad “se lo va a llevar la chingada” y “le voy a romper su madre”. De acuerdo con un audio de 17 minutos filtrados por WhatsApp, el alcalde porteño pidió a la Contraloría municipal que habrá una investigación por posibles actos de corrupción, para inhabilitar y “meter a la cárcel a quien haya hecho sus chingaderas”. Velázquez Aguirre fue insistente en deslindarse de posibles actos de corrupción. “Yo no estoy percibiendo un solo peso y ustedes piensan que yo soy el que me estoy llevando la lana. Yo no me estoy llevando un peso de esto, porque yo no vine a llevarme un peso de nadie”. En la reunión, el edil les explicó a los trabajadores que cuando él tomó posesión como alcalde recibió una deuda pública de 2 mil 500 millones de pesos y que “con trabajos tenía para pagar la pinche nómina, como paso todas las pinches quincenas sufriendo porque a mí no me apoyó ni el gobernador ni el gobierno de la república”, por lo que no pudo comprar máquinas ni camiones. “Lo que hice fue aceptar un contrato con dos empresas que me metieron 40 camiones nuevos que cada vez fueron reduciéndose más porque no tenía para pagarles… (el ex alcalde Luis) Walton antes de irse dejó camiones. Ah, bueno, ya se los chingaron todos por falta de mantenimiento, por muchas cosas, pero los camiones estaban y lo que hicieron, en lugar de recoger estas zonas, en lugar de recoger en la zona rural, empezaron a recoger menos, menos, y principalmente este último año”. Agregó que esta situación le causó mucha preocupación porque “yo aquí había dejado a un cabrón que había sido director en la administración pasada y que yo le di la chamba”.  “¡Alonso!”, gritó un trabajador en referencia a José Alberto Alonso, quien repitió en el cargo en el gobierno actual por ser uno de los hombres de confianza de Evodio Velázquez Aguirre.  “¡A ese cabrón yo lo puse aquí, pero ya vi que se vino nada más a enriquecer el cabrón y a hacer chingaderas”, respondió el alcalde, quien recomendó a Alonso en el gobierno de Walton y luego lo ratificó en su gestión. Al quejarse los empleados de que una retroexcavadora y un minicargador se vendieron como chatarra, el edil respondió: “Voy a inhabilitar y voy a meter a la cárcel a quien haya hecho esas chingaderas, para que quede claro y ustedes lo sepan, así que vayan corriendo la voz porque esas son chingaderas, yo le hecho ganas todos los pinches días”. Los trabajadores le dijeron que ojalá y se cumpla, ante lo cual aseguró que “se va a cumplir, por eso vine, porque lo que dicen es: ese pinche Evodio se llevó las… no, ni madres”. Añadió que él no anda “haciendo chingaderas. A mí no me han dado un peso de nada de lo que están haciendo aquí, porque yo no lo he recibido, para que les quede claro ¿eh? Yo no ando pidiendo chingaderas ¿eh?”. A la reunión llegó el actual director de Saneamiento Básico, Elí Olea Urioste, a quien Evodio Velázquez dijo en frente de los trabajadores que va a revisar y “quien haya tenido un pinche acto de irregularidad aquí, se lo va a llevar la chingada. Escúchame lo que digo, ¿eh?… Y si eres tú, o si es, si son los otros que estén abajo de ti, tú eres la cabeza ¿eh? Si yo te puse, tu eres el responsable de esta madre. Y así que, para que sepamos claramente las cosas. A mí no me va a hacer pendejo nadie. Ni tú ni nadie de los que están aquí”. Olea Urioste contestó que él está de acuerdo, que no llegó a eso, sino que llegó para ayudar y que todos los días está al pendiente “del desmadre que hay aquí de vehículos”. Evodio Velázquez  Aguirre agregó que “si el fierro se está vendiendo, dónde está el dinero y debe ser transparente para todos…El que debe va a pagar, así haya sido quien haya sido, así haya sido el anterior director o el anterior, o el subdirector, le voy a romper su madre, a quien haya actuado de manera irregular”. “Yo no voy a pasar a la historia como un cabrón que está haciendo algo indebido…Si alguien está haciendo un acto de irregularidad, me lo voy a chingar y hasta a la cárcel va a ir…Porque yo no estoy percibiendo un solo peso y ustedes piensan que yo soy el que me estoy llevando la lana. Yo no me estoy llevando un peso de esto, porque yo no vine a llevarme un peso de nadie”, concluyó el edil. Si su postura de indignación es real, no es una simulación, pues aplaudimos esa actitud del alcalde  Velázquez Aguirre, y que pase de la amenaza a cumplirlas para que siente un precedente de que efectivamente no es cómplice de los ladrones y corruptos como lo es su protegido hasta hace unos días. Antes  que pase más tiempo,  Aguirre Velázquez debe tener en la cárcel a su ex amigo de confianzas José Alberto Alonso. Si no lo hace, simplemente quedará ante la opinión pública como un simulador y farsante.

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