COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA

DEPORTES
Es Guerrero, desde siempre, un potencial de deportistas destacados en todas las disciplinas y son muchos los personajes que prestigian nuestra entidad en el ámbito internacional. Y, aunque son muy contados, en las Olimpiadas, los tenemos. Como ejemplos, el general Rubén Uriza Castro o Alma Delia Vázquez. El de Huitzuco, ella de Mochitlán.
Hace años, en la Casa de la Juventud de Guerrero que se inauguró el 24 de noviembre de 1964 por el presidente Adolfo López Mateos, siendo delegado de la institución el muy valioso basquetb

olista, destacado guerrerense nacido en Chilapa, el licenciado Armando Herrera Fonseca, se contó en Guerrero, y particularmente en Chilpancingo con unas instalaciones que mucho han servido para fomentar el deporte, gracias a directivos dinámicos e inteligentes –no todos- pero que han motivado el deporte guerrerense.
Ahí se instaló un llamado “Salón de la Fama”, pero, como siempre: “Ni son todos los que están ni están todos los que son”, particularmente en tratándose de deportistas nacidos en Chilpancingo, de donde como si se tratara de una cantera o una mina de oro, han surgido verdaderas glorias del deporte pero, también como siempre: No se les ha hecho justicia a pesar de lo extraordinario que ejercen sus disciplinas deportivas en diversos ámbitos.
Ha llegado hasta nosotros un comentario muy importante en el sentido de que el actual presidente municipal –cosa que no se le ha ocurrido a ningún otro alcalde, de los muchos que hemos padecido- Marco Antonio Leyva Mena, de levantar un Salón de la Fama con características municipales, lo que vendría a exaltar sin duda un importante renglón no sólo para las actuales generaciones, sino para las venideras, porque ahí, la niñez chilpancingueña podría conocer e inspirarse en verdaderas lumbreras del deporte y sería un paso gigantesco y ejemplar en favor del deporte, tan abandonado, por cierto, que tenemos en Chilpancingo.
Consideramos que este es un acierto no solamente importante sino histórico debido a que Chilpancingo como ciudad y como municipio, está urgido de renovarse y actualizarse en todos los rubros.
Si Marco Antonio Leyva Mena, da ese paso, a diferencia de todo lo negativo que se le atribuye, su nombre alcanzará la buena fama entre la ciudadanía por cubrir un hueco superlativo que ningún otro alcalde tuvo como idea para engrandecer la gloria que a Chilpancingo corresponde como cantera deportiva.
Salvo, obviamente, la opinión que al respecto tengan nuestros amigos deportistas nacidos en Chilpancingo. Y obviamente que se haría bajo una difícil depuración de un listado de entre los cuales a casi nadie podría descartársele.
¡Ojalá y se haga!