ARTÍCULO
Vacaciones, Economía y Productividad
César González Guerrero
Un saludo y un reconocimiento muy especial para quienes sí merecen disfrutar de un periodo vacacional.
Para quienes tienen la protección de la Ley del Trabajo, seguramente los periodos vacacionales significan un gran beneficio, pero para aquellos que están desprotegidos de esta prestación las vacaciones no existen y solo se conforman con observar como algunos cobran varios días sin trabajar.
En nuestro país por ley, y por supuesto en varios países del mundo, los periodos vacacional
es se otorgan a tod@s l@s trabajador@s del Sector Público y del Sector Privado. De conformidad con la Ley Federal del Trabajo en su artículo 76, todo trabajador se hace acreedor a un pago sin trabajar. Aunque se debe reconocer: hay trabajadores muy productivos y otros no tanto. Hay quienes sí se entregan con pasión al trabajo y hay otros que “…hacen como que trabajan porque según ellos, hacen como si les pagaran…”. Sería cuestión de enfoques y de criterios muy respetables.Un saludo y un reconocimiento muy especial para quienes sí merecen disfrutar de un periodo vacacional.
Para quienes tienen la protección de la Ley del Trabajo, seguramente los periodos vacacionales significan un gran beneficio, pero para aquellos que están desprotegidos de esta prestación las vacaciones no existen y solo se conforman con observar como algunos cobran varios días sin trabajar.
En nuestro país por ley, y por supuesto en varios países del mundo, los periodos vacacional
Sin embargo existen un gran número de trabajador@s que no tienen un patrón y que trabajan para sí mismos, ahí la Ley no los protege en esta materia y sus vacaciones están sujetas a la necesidad de trabajar. Estas personas, hombres y mujeres no tienen la posibilidad de disfrutar de algunos días de descanso con goce de sueldo.
En este renglón entran los empleados familiares de pequeños comerciantes y empresarios, quienes se dedican al ambulantaje, peones, también los campesinos que carecen de tierra y solo pueden rentarlas o bien trabajándolas en calidad de préstamo. Ahí encontramos a los agricultores en pequeña escala y a los hijos de campesinos que tienen la necesidad de estudiar y trabajar a la vez.
Hasta donde recuerdo, mis padres dedicados a la actividad campesina, y gran parte de mi familia y paisanos de Copala, en la Costa Chica, por la época de los 60, 70, 80, jamás me enteré de que disfrutaran de algunas vacaciones. En consecuencia nosotros sus hijos y nietos de igual forma no conocimos qué fueron las vacaciones. Por supuesto pertenecíamos a la familia campesina marginada de las prestaciones sociales que la Ley no consideraba y a la fecha aún no las considera.
Sin embargo después de los años 90s sí nos enteramos que los trabajadores al servicio de la burocracia, principalmente los maestros, podían disfrutar de varios días de vacaciones: en Semana Santa, Julio y Agosto y desde luego Diciembre. El periodo de mayor duración vacacional sin duda fueron Julio y Agosto. Afortunadamente este desequilibrio vacacional actualmente ha disminuido. Las vacaciones pagadas a la fecha sin duda han beneficiado a los “trabajador@s” pero han perjudicado más la economía nacional. Es cuestión de revisar exhaustivamente esos costos económicos y sociales.
Como hijos de campesinos dedicados al estudio fuera de sus comunidades, como fue nuestro caso, disfrutar del periodo vacacional escolar significaba regresar a trabajar la tierra, sembrar y cosechar durante los meses de julio y agosto principalmente. Muy de vez en cuando aprovechábamos las tardes, noches y quizá algún día domingo para salir a “pasear” o bien asistir a alguna fiesta popular o familiar. Las vacaciones solo fueron para dejar de asistir a las clases pero para sí trabajar en el campo. Como trabajadores del campo jamás conocimos las vacaciones, mucho menos el descanso o los viajes de placer. En aquella época las vacaciones no existían para los pobres del campo y la ciudad. Para nosotros y la mayoría de los hijos de campesinos las vacaciones escolares siempre fueron para trabajar la tierra.
Por supuesto actualmente ahora si, inmerecidamente disfrutamos de las vacaciones pero sin salir a otras ciudades o países por que en algunos casos, el salario no es suficiente para ello. Solo alcanza para estar en casa y tal vez para medio descansar. El lujo de disfrutar de unas merecidas vacaciones requiere de más de un salario mínimo. De esta manera se promueve la dinámica de la economía nacional.
Y es que adicionalmente a lo anterior, los periodos vacacionales son parte de las políticas públicas de la economía nacional- internacional porque forman parte del círculo vicioso: empleo-turismo-dinero-consumo-capital-ganancia-estabilidad social desarrollo-riqueza. Así de fácil. A disfrutar las vacaciones….quienes puedan.
Comentarios
Publicar un comentario
Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.