SEGUNDA PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA
Incremento de violencia en
Guerrero contra aspirantes
Guerrero contra aspirantes
Margena de la O.--Unas horas antes de que se supiera de su desaparición y asesinato, Dulce Nayeli Rebaja Pedro había tomado protesta como dirigente de Movimiento Territorial, una organización del PRI, partido por el que estuvo en la lista de precandidatos a la diputación local por el distrito 25, con sede en Chilapa. De hecho, el sábado por la tarde volvía del acto de toma de protesta en Chilpancingo, a su pueblo, Atzacoaloya, en un carro compacto color
vino, con otros tres miembros de su familia también asesinados.La última persona reportada de los cuatro tripulantes del carro en que viajaba la ex precandidata, es María del Refugio Bello García, su tía. Esta tarde, el vocero del Grupo Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, informó que el cadáver de una mujer que policías hallaron en el pozo de agua de una casa en Atzacoaloya, que resultó propiedad de Crescencio Rebaja Bello, el primo policía de la priísta, es el de Bello García, la tía.
El mismo sábado que tomó protesta, se supo del asesinato de un hombre en la carretera Chilapa-Atzacoaloya, su cadáver estaba adentro de un carro Chevy Monza, color vino. Lo identificaron como Francisco Rebaja, tío de la ex precandidata. El asesinato de la priísta lo confirmaron las autoridades a la mañana siguiente: su cadáver, junto al de su primo, Crescencio Rebaja Bello, lo hallaron en Agua Zarca, sobre la carretera Atzacoaloya.
Los otros tres miembros de la familia de la ex precandidata asesinados, eran padres e hijo, quienes la acompañaron al acto de toma de protesta.
La líder priísta, de 28 años, además de política, tenía la experiencia de algunos cargos administrativos, en la actual administración del gobierno estatal tuvo a su cargo una dirección de la Secretaría de Asuntos Indígenas y Comunidades Afromexicanas, según el reporte oficial de su perfil. Contendió por la candidatura a la diputación local de su región, pero en ese espacio se quedó Alicia Zamora Villalba, ex secretaria de Desarrollo Social y un par de veces alcaldesa de Chilapa, y otro par de veces diputada.
Quienes la conocen, también la ubican como una joven dedicada a la gestión social, de origen indígena nahua, de la comunidad de Atzacoaloya. Es hija de maestros jubilados del pueblo.
Dulce Nayely Rebaja Pedro es la segunda mujer precandidata aspirante a la misma candidatura local, distrito 25, que es asesinada en Chilapa. Ambos crímenes ocurrieron la semana pasada, con dos días de distancia entre uno y otro. El jueves pasado mataron a Antonia Jaimes Moctezuma, ex precandidata a diputada local del PRD, también por el distrito 25, en su restaurante.
Chilapa es el municipio donde ha pasado casi de todo que tenga que ver con la violencia, aún con todo el blindaje oficial, pues el Ejército y policías estatales y federales asumieron la seguridad casi de manera permanente.
Este municipio ha sumado a las dos últimas aspirantes, de una lista de nueve, de políticos asesinados que tenían intenciones de un cargo público para el 1 de julio.
OTROS ASESINATOS DE POLÍTICOS ASPIRANTES
Entre los políticos asesinados en el último año que pudieron ser parte de la competición actual por las candidaturas, está Ángel Vergara Chamú, coordinador regional de Movimiento Ciudadano (MC) en Tierra Caliente, a quien en el contexto político lo ubicaron como aspirante a la alcaldía de Ajuchitlán del Progreso, pero lo asesinaron el 26 de septiembre pasado.
En MC también ubicaron al dirigente municipal del partido en Quechultenango, Armando Arturo López Solano, como el personaje que pudo competir por la alcaldía del municipio, en caso de que no lo hubieran asesinado a tiros el 24 de noviembre.
Diez días antes de su crimen, mataron a Miguel Solorio Figueroa, ex regidor de Zihuatanejo, de quien se sabía un interés por la alcaldía del puerto por la vía independiente.
Ranferi Hernández Acevedo, uno de los fundadores del PRD y dirigente social de al menos 30 años, también pudo aparecer en el contexto electoral, según sus allegados. El 15 de octubre, sobre la carretera a Zitlala, lo asesinaron y calcinaron la camioneta donde viajaba con su esposa y suegra. Entre quienes lo conocían se supo que buscaría una candidatura a diputado federal por Morena o, en su caso, algún cargo público relacionado el tema del campo.
Los casos que cerraron el año 2017 son los crímenes del alcalde de Petatlán, Arturo Gómez Pérez, quien, de acuerdo a sus conocidos buscaría relegirse en el cargo, y el del aspirante del PRI a la alcaldía de Atoyac, Adolfo Serna Nogueda. Ocurrieron el 28 y el 31 de diciembre en municipios de la Costa Grande.
A los 17 días que arrancó el 2018, mataron a balazos a Gabriel Hernández Alfaro, dirigente municipal del Partido Encuentro Social (PES) en Petatlán, a quien en el partido lo veían como su candidato a diputación local por el distrito 11. (lasillarota.com).
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