CRÓNICAS DE AMOR

Crónicas de Amor

Felipe Zurita.
Dudas.
Esa manía que tienes por jugar
hizo fantasía en el delinear
de los pétalos de rosa de tu boca
y el carmesí se disipó en tu sonrisa.
 

Danzaste de la cama a la ropa de gym
aquella que hace juego con tus labios
e inquieta volviendo antojo a los sentidos
fundando la manzana perfecta en tu cuerpo.
 

Me gusta mirante al amanecer
sentir la energía que te envuelve
esa misma con la que abrazas al día
dibujado siluetas al aurora en una sonrisa.
 

Hoy te mire de tras la venta
pero antes de salir te escondías
para colorear tus delgados labios
hacerlos animosos o quizás gruesos.
 

Tengo que confesarlo me partió el corazón
tan solo al pensarlo que esa mariposa
pudiera posarse en la dulce ilusión
de otros sueños que no fueran los míos.
 

Me gusta verte saltar de la cama
y dejarme entre las sabanas
la tibieza y perfume de tu cuerpo 
esa misma que no encontré hoy.
 

¿No sé qué paso entre los dos?
si es tu instituto de mujer
o son mis celos de varón
los que hacen pensar a este corazón.
 

Y me explicó antes de morir
acongojado ante la pérdida de tu amor
reacciono encolerizado de celos
y es que nunca te había visto delinear tus labios.
 

¿No se cuánto tiempo pasaste?
Afuera en la calle pintándote los labios
Para mí, fue la vida entera
y en mi mente la crueldad de este amor.
 

Tengo que confesarlo maldecí
haberte mirado esta mañana
me culpe por haberte espiado
y lo peor de todo es que te estoy amando.
 

Y es que todo tiene tu perfume
todo huele a ti, incluso los sueños
que degastes olvidados  en la almohada
antes de irse huele a ti.
 

Mi alma esta partida
mi cuerpo abandonado
y estos minutos en que me has dejado
el mundo cae a pesados.
 

Trato de explicarme trato de responderme
y te miro frente a mí
me abrazas me besas con sabor a fresas
…sonríes. Hace frio. Abrázame.
 

Te atrapo entre mis brazos
en el más dulce silencio
que borra las dudas del amor    
ese mismo que olvida el dolor.
 

Y es que tus labios sangran
al morder los míos
y es que el invierno ha sido frio
partiéndolos no por olvido.
 

Entiendes mi silencio
llenándome de dulzura el oído
si con esos besos con esa locura
que provoca el delirio.