CRÓNICAS DE AMOR
Crónicas de Amor
Felipe Zurita
SEDUCCIÓN.
Soy adicto a la seducción.
¿Qué es el amor?
Un perfume embriagante
de una noche perfecta.
SEDUCCIÓN.
Soy adicto a la seducción.
¿Qué es el amor?
Un perfume embriagante
de una noche perfecta.
Sabes que eres lo más importante
y nunca voy a dejar de amarte
deseo tus labios y tu boca para seducirte
para aprender a soñar y enamorarme.
y nunca voy a dejar de amarte
deseo tus labios y tu boca para seducirte
para aprender a soñar y enamorarme.
Necesito tu respiración y tus suspiros
poder oír los latidos de tu corazón con los míos
y poder volar en el atlas de tu cuerpo
sentir la excitación que te lleve al orgasmo
poder oír los latidos de tu corazón con los míos
y poder volar en el atlas de tu cuerpo
sentir la excitación que te lleve al orgasmo
Atrapar entre mis dedos los botones de tu pecho
exaltados de la pasión al fino frote de mis labios
que se deslizan entre mordidas y besos tiernos
provocando la locura incontrolable del acecho.
exaltados de la pasión al fino frote de mis labios
que se deslizan entre mordidas y besos tiernos
provocando la locura incontrolable del acecho.
Y en este idioma entendido por nuestro cuerpo
nuestras bocas y lenguas se mojen
de locura de pasión de atrevimiento
en el canto sublime de tus gritos.
nuestras bocas y lenguas se mojen
de locura de pasión de atrevimiento
en el canto sublime de tus gritos.
Eres mujer de amaneceres de roció
de esa pasión que inunda los sentidos
que se vuelve vino, comezón en los labios
y locura permanente de los destinos.
de esa pasión que inunda los sentidos
que se vuelve vino, comezón en los labios
y locura permanente de los destinos.
Y acaso importa la perfección de tu cuerpo
si posees mi amor imperecedero
eres única y por los hombres anhelada
hay muchos ojos acariciando tu forma delicada
si posees mi amor imperecedero
eres única y por los hombres anhelada
hay muchos ojos acariciando tu forma delicada
Eres manjar en mis labios y silencio que grita
los beso puestos entre tu espalda y las rodillas
no hace falta la mirada ni la luz del día
hace falta tu decisión para ser mía.
los beso puestos entre tu espalda y las rodillas
no hace falta la mirada ni la luz del día
hace falta tu decisión para ser mía.
En esta seducción donde tu cuerpo y el mío
se pierden en la misma liviandad
de un beso en el sexo puro de la realidad
confesión que no reclama nada a Dios.
se pierden en la misma liviandad
de un beso en el sexo puro de la realidad
confesión que no reclama nada a Dios.
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