Como siempre ocurre en la mafiosa política de nuestro país, los políticos más que ocuparse por el bienestar del mismo, se ocupan de buscar mujeres jóvenes y bellas para extender su jugoso harem, muchas de las veces prometiéndoles ayuda o teniéndolas escondidas en su recóndito “nidito de amor”. Para muestra Daniel Campos Caravallido, presidente del Partido Socialista de Guerrero, joven político, que más que un abrazo parece un descarado manoseo a la Reyna de Belleza de Quechultenango. (Foto: Wendy Alanís).

Comentarios

Entradas populares de este blog

"1938, cuando el petróleo fue nuestro";Ahora solo en película

𝗖𝗲𝗻𝘁𝗲𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗻𝗮𝘁𝗮𝗹𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗖𝗼𝗵𝗶𝗻𝘁𝗮 𝗚𝘂𝗲𝗿𝗿𝗲𝗿𝗼 𝗔𝗽𝗮𝗿𝗶𝗰𝗶𝗼

𝗟𝗮 𝘇𝗼𝗻𝗮 𝗽𝗿ó𝘅𝗶𝗺𝗮 𝗱𝗲 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗿𝗿𝗼𝗹𝗹𝗼