SEGUNDA PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA

Desapareció Josué hace 3 años,
su madre duerme frente a SeGob.
Carlos Vargas Sepúlveda.CIUDAD DE MEXICO.-- A Josué Molina Rodríguez “lo levantaron” en Chilpancingo, Guerrero, en junio del 2014 y no se supo más de él. Ahora, y a más de tres años de distancia, su madre, María Guadalupe Rodríguez Narciso, pasa las noches en las banquetas frente a las instalaciones de la Secretaría de Gobernación (Segob), en la Ciudad de
México, esperando un diálogo y justicia.
El miércoles 17 de enero del 2018, familiares de desaparecidos arribaron a la colonia Juárez, delegación Cuauhtémoc. Buscaban una reunión con Alfonso Navarrete Prida, nombrado al amanecer del nuevo año como titular de Segob, tras las salida del priista Miguel Ángel Osorio Chong. Sin embargo, no hubo respuesta oficial. Hoy aguardan bajo las inclemencias del tiempo y en huelga de hambre.
María Guadalupe, quien viajó a la capital en representación de colectivos de Iguala, Chilapa, Acapulco, Chilpancingo, Zumpango y Tlapa, municipios guerrerenses, exige que las autoridades den la cara y la destitución de los funcionarios públicos que, dice, no han realizado su trabajo, incluido el Presidente de México, Enrique Peña Nieto.
“Le estoy exigiendo al Presidente de la República, al Enrique Peña Nieto, que se largue del país. No lo queremos ya, desde que él llegó está peor el país. Hay más niños que no van a la escuela. Los cambios estructurales que hizo, según él, nos iban a beneficiar, pero no es cierto, sólo se han beneficiado ellos. Han saqueado al país y nos han dejado en la total pobreza. No lo queremos aquí. Ha sido un inepto”, señala María en entrevista con SinEmbargo.
En el campamento, desde el cual la mujer comparte testimonio, hay niños, padres y madres que, además de ya cargar con el dolor de perder a un ser querido, tienen que enfrentarse con la inseguridad de la calle, el frío, el hambre y la indiferencia de los que, se supone, están encargados en impartir justicia.
“Nuestra estancia aquí, en la Secretaría de Gobernación, ha sido muy crítica en cuestión de mantenernos. ¿No? Primero por el clima, sabemos que en esta época del año arrecia el clima…No veníamos preparados, la verdad. Pensábamos que las autoridades iban a presentarse. Sin embargo, tras ver en el primer día decidieron no presentarse, decidimos iniciar la huelga de hambre. No veníamos a eso, pero no nos hacen caso. Son omisas”, dice Lamberto Castro de la Cruz, del Colectivo de Familiares de Desaparecidos y Asesinados, Chilpancingo.
JOSUÉ, PADRE DE TRES
Josué, oriundo de Chilapa, desapareció el 4 de junio del 2014. Tenía 30 años en ese momento. Estaba concluyendo su proceso de titulación en Derecho, pero ya tenía tiempo ejerciendo la profesión. Es casado y tiene tres hijos, quienes, relata María Guadalupe, han tenido que tolerar todo este tiempo con la ausencia:
“Sus tres hijos son José Francisco, Edgar Josue y Anderson Nazaret. Los tres están esperando a su padre. Los tres me preguntan cuando regreso de las búsquedas que si ya lo encontré. Y por eso estoy aquí, porque tengo que cumplirle a esos niños. Tengo que encontrar a su padre y lo quiero con vida. Porque vivo se lo llevaron, vivo lo quiero”.
Al joven abogado se lo llevaron en Chilpancingo de los Bravo, a unos 63 kilómetros de su natal Chilapa. De acuerdo con la información que pudo recabar su madre, la víctima fue citada en las inmediaciones de una institución educativa y ahí se esfumó sin dejar rastro. Pero no se sabe más, al menos no con certeza, y es que, asegura la entrevistada, las autoridades no han hecho nada por su caso.
“Estamos muy indignados. Que se vayan (los funcionarios), no han dado resultados. Mi hijo desaparece y empezamos a investigar porque nadie investiga. Aquí nosotros tenemos que tocar puertas, preguntar y todo (…) Estamos hartos. Estamos enfermos. En mi caso, tengo la diabetes y la presión alta. Es el colmo de tantas exigencias. No nos vamos a mover hasta que venga el Secretario de Gobernación y nos atienda”, relata María.
Hasta el 31 de octubre del 2017, el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED) tenía mil 317 casos en Guerrero de personas relacionadas con averiguaciones previas, carpetas de investigación o actas circunstanciadas del fuero común.
Solamente en los últimos días del años pasado, al menos siete jóvenes fueron detenidos y desaparecidos en Chilpancingo. Tres, atados y con signos de tortura, sobrevivieron. De dos más, Abel Aguilar García y Efraín Patrón Ramos, aún no hay rastros. Los últimos dos, Jorge Arturo Vázquez Campos y Marco Catalán Cabrera, fueron localizados sin signos vitales el pasado 2 de enero.
“Es escandaloso que la impunidad por estas graves violaciones a derechos humanos siga siendo la norma. El actual contexto de la capital de Guerrero demuestra que otro caso como Ayotzinapa podría darse en cualquier momento”, recriminó al respecto Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
“NO NOS DEJEN SOLOS”
Los padres provenientes de colectivos de los estados de Guerrero, Veracruz, Morelos, Querétaro, Estado de México y Ciudad de México esperan que con la huelga, iniciada desde el pasado 17 de enero, puedan también reunirse con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) para firmar compromisos que ayuden con la localización de sus familiares.
Además, exigen que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas dé identidad a los cuerpos que han encontrado a lo largo de la República mexicana y que no se manden a la fosa común.
“Somos muchos colectivos que estamos aquí. Todos unidos a una sola voz, exigiendo justicia, exigiendo que el secretario de Gobernación nos escuche. Exigimos que se pongan a trabajar las autoridades que no nos han dado resultados como la Procuraduría General de la República (PGR) y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas”, recrimina María Guadalupe Rodríguez Narciso, mamá de Josué.
Y pide que la sociedad civil apoye: “No nos dejen solos. Todos están expuestos a sufrir lo mismo. Todos estamos en peligro. Y aunque digan que nuestros hijos andaban mal, no es cierto. Todos están expuestos a sufrir estas inclemencias que estamos viviendo. No nos dejen solos. Únanse a nuestra lucha. Paremos ya esta violencia. No podemos seguir con esta violencia, con este miedo, con este terror. No se lo deseamos, pero cuando llega un problema de estos al hogar, es una destrucción totalmente. Es una locura, y es una desesperación”.
Segob aseguró que hizo un acercamiento a través de la Dirección de Atención Ciudadana con las familias que esta noche duermen bajo las estrellas de la capital. Sin embargo, los manifestantes se negaron y pidieron que el diálogo fuera directamente con Navarrete Prida.
“Tenemos frío, tenemos hambre. No es un lugar digno para todos. Aparte del dolor que tenemos como víctimas todavía tenemos que pasar esto. No es posible. Pedimos que ellos, que son nuestros representantes, vengan. ¿Para qué hicieron la Ley de Víctimas? Estamos indefensos ante las autoridades y la delincuencia. Estar aquí nos pone en peligro a todos. A la delincuencia no le gusta que estemos aquí manifestándonos, al Gobierno igual”, agrega Gema Antúnez Flores, madre de Juan Sebastián García Antúnez, también desaparecido en Chilpancingo.
RECLAMOS DESDE LA CALLE
A partir de este punto, los manifestantes, familiares de asesinados y desaparecidos, envían mensajes directamente a las autoridades y a la gente que quiera solidarizarse con su causa:
“A los hijos que tienen la oportunidad de abrazar a su madre, volteen a ver esta situación que está padeciendo este grupo de padres y madres. Visítenos. Vengan a ver nuestra necesidad. Realmente, por la huelga de hambre, no requerimos alimentos, lo que sí requerimos son cobertores, colchonetas, algunos banquitos para poder sentarnos. Agua, suero, miel”.
“Ya habido estragos entre mis compañeros, han estado decayendo por la falta de alimento, pero estamos aquí resistiendo, todavía luchando. Esperando también que haya una respuesta de otros grupos que quieran solidarizarse y apoyarnos en este plantón. No estamos luchando solamente por nuestro familiar, sino por todas las personas que están desaparecidas, que han sido asesinadas en todo el país y en todo el mundo”.
“Las 24 horas nos están presionando. Nos están atosigando con gente de seguridad. No nos dejan salir más allá. No tenemos baños. Nos tratan de una manera inhumana. No se vale. Somos mexicanos y como mexicanos tenemos derechos. No nos victimicen más, traemos un dolor muy fuerte. No es posible que nos sigan tratando de esta manera…”.
“Seguiremos soportando las inclemencias hasta encontrar las respuestas de las autoridades y los funcionarios”.(sinembargo.mx).

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