POLICRÓNICA
Malfin…Por séptima ocasión el pueblo mexicano, guerrerense y chilpancinguense fue atracado por 100 mil millones de pesos en la que se fomentó—17-20 de noviembre--el consumismo “El Mal Fin” por cuatro días, en Chilpancingo, pudimos documentar que se incrementaron los costos hasta en un ciento por ciento y en otros casos en un 300 por ciento.
El tan llevado y traído por séptimo año consecutivo, se realizó “El Buen Fin”, siendo realistas fue “El Mal Fin”, en la que vilmente se atracó a los ciudadanos en todo el país México, a los surianos, Guerrero, y a los capitalinos, Chilpancingo. En esta trampa participaron alevosamente el Gobierno, teniendo como cómplices los empresarios y los banqueros para disque promover los descuentos y facilidades de pago. Nuestro equipo de investigaciones especiales, comprobó la corrupción del Gobierno al ser cómplice de las grandes cadenas departamentales para atracar con toda impunidad al pueblo, con supuestos descuentos del 17 al 20 de noviembre con el llamado “El Buen Fin”. En los siete últimos años el mal remedo gringo aplicado en México, extendido en Guerrero, con repercusión en Chilpancingo en la que vilmente se asaltó a los ciudadanos con “El Mal Fin” en las tiendas de autoservicio, conjuntamente con las diversas instituciones bancarias agiotistas. Para ilustrar nuestra aseveración irrefutable, el sábado pasado nuestro equipo de investigaciones especiales asistió a la tienda BodegaAurrerá de la colonia Galeana al norte de Chilpancingo, en donde encontró a un matrimonio dispuesta a comprar una estufa que consideró como un artículo básico para la actividad doméstica. El jueves 16, la señora de la casa fue a la tienda BodegaAurrerá, le tomó una foto a la estufa que había proyectado comprar en el falso “El Buen Fin”, creyendo que costaría menos, pues supuestamente las ofertas son casi “descomunales” y haciendo aparecer mediaticamente que regalan las cosas los voraces comerciantes. El jueves 16 la estufa tenía un costo al público de $3,696.00 (Tres mil seiscientos noventa y seis pesos), la gran sorpresa que se llevó el matrimonio a las 8:00 de la mañana del sábado 18, es que el mismo producto, el mismo color y tamaño, inclusive el precio que tenía colocado tal como había tomado la foto dos días antes, ya no estaba el precio, sino que ya era de $6,456.00 (Seis mil cuatrocientos cincuenta pesos), es decir se había elevado casi al ciento por ciento en solo dos días y en otros artículos hasta en un 300 por ciento. Es decir el aumento ya era de 2 mil 760 pesos, por lo tanto el matrimonio ya no adquirió la estufa, ya que la pagaría con tarjeta de crédito en 12 meses disque sin intereses. Así que la ilusión de la ama de casa se vino a tierra, porque esperaba que efectivamente durante “El Buen Fin” encontraría el equipo de cocina en menos de tres mil pesos, pero fue todo lo contrario en el precio, ya que fue mayor. La explicación del empleado del área de aparatos, todavía tuvo el cinismo, que el jueves no era todavía de ofertas, en cambio el sábado ya estaba “El Buen Fin”, entonces se le cuestionó que era “El Mal Fin”, porque era un robo a lo descarado. Pero eso no fue todo, sino que también en el área de fruterías supuestamente se ofertaban bolsas de manzana Granny Smith (verde) en 36 pesos y la Supergala Apples en 24 pesos, sin embargo al llegar a la caja al consumidor le cobraron 54.24 y 36.23 pesos, respectivamente. Cuando se le reclamó a la cajera, porque cobraba dichas cantidades, simplemente se limitó a decir que ese era el costo que le marcaba su aparato y que desconocía el costo alegado. Con esa alevosía y ventaja los voraces comerciantes de este país seguramente lograron captar más de 100 mil millones de pesos. Resultó todo un atraco, esos llamados descuentos hasta del 40 por ciento, pago en 12, 18 ó 24 meses sin intereses, mes de regalo, dos por uno, tres por dos, bonificación del IVA, depósitos en monedero electrónico, sorteo fiscal. La trampa está tendida. Planeada –urdida más bien– por los grandes consorcios comerciales y avalada por el gobierno, para arrebatarle a los consumidores mexicanos algo así como cien mil millones de pesos en tres días. Es la séptima edición del Buen Fin, ese remedo fallido de Black Friday de los gringos. A partir del primer minuto de este viernes las tiendas estuvieron pletóricas de ofertas, promociones, bonos, regalos, globos. Son los señuelos que se ofrecen a los compradores a través de la radio y la televisión, los periódicos, el Internet, los aparadores, los pasillos y hasta en la calle. El objetivo es claro: que la gente compre lo que no necesita, gaste su dinero y se endrogue ahora para los próximos uno o dos años. Con el pretexto de provocar una reactivación de la economía nacional, se encubre un interés absolutamente mercantil que se traduce simple y sencillamente, otra vez, en mayores ganancias para los oligarcas de este país. El colmo es la medida asumida tanto por las cámaras empresariales como por entidades públicas de adelantar parcial o totalmente el aguinaldo anual a los trabajadores para que vayan a entregarlo de regreso… a los ricos. Es patética la escena que se repite año con año de los compradores agobiados por la aglomeración pero felices por el supuesto descuento obtenido que salen de las tiendas atiborradas con sus pantallas de 58 pulgadas a cuestas. Algunos llevan dos, tres. Más de 200 empresas participaron formalmente en este festín del consumismo, que de manera conjunta o individual ofrecen todo tipo de artículos y servicios. Semejan pescadores que tienden sus redes en espera de una abundante captura, que por supuesto obtienen. Los productos más vendidos son las pantallas de gran formato, los electrodomésticos, la ropa, los teléfonos celulares, los juguetes, los viajes, los artículos deportivos, los videojuegos y escasos artículos de primera necesidad. La maniobra más socorrida consiste en incrementar previamente los precios de los artículos que serán ofrecidos en “oferta”, para de hecho simular descuentos llamativos como “gancho” para los incautos compradores de ilusiones. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), como cada año, reconoce la existencia de este engaño, particularmente en artículos electrónicos, pero no lo evita. La inmoralidad mercantil que caracteriza la actitud de la mayoría de los grandes empresarios del ramo se manifiesta a plenitud en esta celebración inventada hace siete años, durante la cual se realizan más de 20 millones de transacciones comerciales. Muy vivos, esos comerciantes, aliados con los bancos, fingen algunos descuentos sobre precios previamente inflados, pero en realidad obedecen a una estrategia perversa cuyo señuelo principal es la venta a meses sin intereses mediante tarjeta de crédito. Así lo reconocen sin empacho los propios dirigentes de los organismos empresariales. En la plena impunidad, los comerciantes y banqueros llegan al colmo del cinismo al ofrecer el antídoto para su propio veneno. A través de artículos, inserciones y declaraciones de prensa, enlistan una serie de consejos para evitar caer en las trampas y engaños que ellos mismos operan. Se atreven incluso a advertir a los consumidores que el Buen Fin “se presta para que muchos establecimientos incurran en estrategias deshonestas que te pueden hacer creer que estás frente a la oferta de tu vida, aunque se trate de un timo”. Los propios vendedores tienen la cara dura de alertar sobre el riesgo de una mala planificación del gasto y el abuso en el uso de créditos, que nos pueden dejar endeudados por más tiempo del que tarda en llegar el siguiente Buen Fin (sic). Y sobre el peligro de caer en las garras de comerciantes inescrupulosos, que sin estar registrados siquiera entre los participantes oficiales en el evento, aprovechan para medrar con falsas ofertas y promociones que incluyen a menudo la venta de artículos de pésima calidad y sin garantía. Entre los “consejos” que los comerciantes hacen a sus clientes están precisamente el asegurarse de que la empresa participa en el programa, debidamente acreditado. Los clientes de esos establecimientos, nos advierten, corren el riesgo de que si algún producto sale defectuoso no podrá cambiarlo, ni podrá reclamar la ilegalidad ante la Profeco. También se podrá uno topar, aguas, con precios fantasmas que sólo escucharás en los mensajes publicitarios y que en tienda nunca aparecerán. ¿A poco? El “paga dos y llévate tres” es la oferta más conocida y que encontrará en diversos establecimientos, nos previenen los proveedores. Cuando se trata de abarrotes, lo ideal es hacer las cuentas y ver cuánto estás pagando realmente por cada litro o kilogramo del producto, pues es posible que en realidad pagues más y además no necesites tantos productos. Para evitar ser víctima de este tipo de estrategias, se recomienda apegarse al presupuesto de compras. “Esto quiere decir no comprar más ni menos. Y si no encuentras lo que estabas buscando, sal de ahí y ve a otro lugar”. Otros recomendaciones son usar solo una tarjeta de crédito, probarse la ropa, exigir la garantía en electrodomésticos, electrónicos y línea blanca; no comprar propiedades ni tiempos compartidos y limitar racionalmente la adquisición de productos perecederos. “Un comprador responsable es el que toma el riesgo de la oferta, interés y costo dependiendo su capacidad adquisitiva”, postulan. El gobierno, que debería vigilar y evitar los abusos, participa también en el engaño y alienta el consumismo irracional de estos días mediante un estímulo especial a los compradores que den tarjetazo. El Servicio de Administración Tributaria (SAT) informó que se mantendrá la bolsa del sorteo fiscal para el Buen Fin y que y que se prevé que participen más de 200 mil consumidores, siempre y cuando paguen con tarjeta de crédito. Nos parece que lo más grave de todo es el concepto que representa el lamentable Buen Fin. No es el consumo, entendido como una fase crucial del proceso económico en un sistema de libre empresa como el nuestro, sino el consumismo irracional e inducido, superfluo, como objetivo de vida y razón de ser. Frente a eso el único consejo que se me ocurre darle es sustraerse por completo del bombardeo publicitario y pasar este fin de semana largo en casa, con la familia o con un buen libro, sin oír radio ni ver televisión, sin entrar a Internet. Esta es una prueba del gran robo que se le comete al pueblo mexicano con la complicidad del Gobierno, ojalá que para el próximo año los consumidores responsables realmente entiendan que en esos días de “El Buen Fin”, abstenga en comprar o endeudarse, es pura mentira lo de las ofertas. Y las autoridades de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO9, definitivamente son tapaderas de todo estos atracos al pueblo, son unas simuladoras, nunca aparecieron ni por accidente, es falso lo que declaró anticipadamente el delegado Saúl Montúfar Mendoza de que tendrían módulos y sostendría recorridos permanentes por las tiendas departamentales para evitar robos, cuando en realidad se cometieron en contra del “inocente pueblo”. El caso de los usuarios de Chilpancingo, no fue de exigencia para cumplir lo promocionado, se mostraron “pacíficos”, en cambio en otras entidades del país en esa misma cadena Bodega Aurrerá tuvo que enfrentar a los comerciantes, al ofrecer pantallas a 5 centavos, y la gente acampó afuera de la tienda para comprarlas, en el estado de México. Por lo menos ocho clientes de una Bodega Aurrerá, ubicada en el pueblo de Visitación, en Melchor Ocampo, Estado de México, decidieron esperar más de 16 horas para que les vendieran pantallas de televisión y lavadoras, que habían sido exhibidas con precios de 50 y 80 centavos, respectivamente.De acuerdo con el diario Afondo Edomex, los clientes de esta tienda se dieron cuenta de que el precio en las etiquetas de estos productos estaba mal escrito y decidieron aprovecharse de la situación. A las 20:00 del día domingo de que una pantalla de televisión de 39 pulgadas tenía precio de $.4,990 pesos y una lavadora $ .6,289 pesos, por lo que los consumidores esperaron para que les respetaran el costo que decía en las etiquetas. Ante lo sucedido, personal de la Procuraduría Federal de Consumidor (Profeco) pidió a los ocho clientes que se hallaban en el lugar que tenían que presentar su queja vía telefónica. Uno de los afectados explico a Afondo Edomex que a pesar de que el encargado del lugar salió para pedirles que se fueran del lugar, ellos no obedecieron pues consideran que el precio que exhibieron tienen que ser respetado. Presumiblemente los precios de casi toda la mercancía que se hallaban en la tienda tenían error, por lo que personal del lugar tuvieron que retirar las etiquetas para evitar más reclamos. Aunque el lugar permaneció cerrado y resguardado por policías, las ocho personas se retiraron hasta a las 12:45 horas de este día; adelantaron que presentarán un queja ante la Profeco.…Debates…Para el próximo año durante el proceso electoral del 2018, en el caso de la carrera presidencial, desde ahora mes de noviembre, los consejeros y los representantes de partidos en el Instituto Nacional Electoral, también acordaron iniciar el proceso para la selección de los moderadores de los tres debates entre los candidatos a la primera magistratura de la nación y serán en tres distintos lugares del país.Por unanimidad, se aprobó la realización de tres debates presidenciales para los comicios de 2018. Los integrantes de la Comisión Temporal de Debates del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobaron en la primera sesión extraordinaria; Benito Nacif (presidente), Pamela San Martín y Marco Antonio Baños votaron a favor de que se realicen dichos ejercicios. El primer encuentro será el domingo 22 de abril a las 20:00 horas en la Ciudad de México. El segundo debate se llevará a cabo en la ciudad de Tijuana, Baja California, el domingo 20 de mayo a la misma hora. El tercer intercambio entre candidatos presidenciales será el 12 de junio a las 21:00 horas, en la ciudad de Mérida, Yucatán. Todos con hora del centro de la capital del país. Los consejeros y los representantes de partidos también acordaron iniciar el proceso para la selección de los moderadores de estos tres encuentros, pero, de entrada, sugirieron que pudiera ser uno o más por cada encuentro.De manera paralela, se solicitó que tengan experiencia en la conducción de medios electrónicos y conocimiento de temas coyunturales, así como que hayan participado en programas de análisis. Este acuerdo será llevado al pleno del Consejo General del INE en su próxima sesión ordinaria.
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