NOTA

El comisario de Cajelitos usa a polis
comunitarios para pedir coperachas

Teodomiro Ortega de la Cruz.--El comisario de la comunidad de Cajelitos, municipio de Chilpancingo, Luis Alberto Alejo Sandoval, usa a uniformados de la Policía Comunitaria de la Unión de Pueblos Organizados del Estado de Guerrero (UPOEG) para cobrar el servicio de agua potable y todo el dinero que ha pedido para las fiestas tradicionales lo ha malversado.
Denunciaron tres personas afectadas por esa autoridad, pidiendo el anonimato

pues tienen el fundado temor de ser  detenidos  y castigados por dicha denuncia.
Asimismo, añadieron esos vecinos de Cajelitos que recibió quince mil pesos para el rastrillado de la cancha de fútbol llanero pero no los invirtió, “y para las fiestas del Día del Grito él anduvo pidiendo dinero para el palo encebado, recibiendo una televisión y otros regalos de los que no sabemos a dónde fueron a dar”.
Los denunciantes, que pidieron omitir sus datos personales, indicaron que en el pueblo de Cajelitos se dan los cambios de comisario cada año, que no hay elecciones, sino que en asamblea se designa directamente a la persona, con un suplente y que Alejo Sandoval desde que fue puesto para ese cargo se ha dedicado a pedir cooperaciones, según para arreglo de calles, sin que se existan esas rehabilitaciones, sospechando que ese dinero lo lleva al pueblo de su esposa, que es oriunda de la comunidad de Los Laureles, en Costa Grande, sin precisar el municipio.
Reprocharon que en todas las actividades que se desarrollan, él siempre ande solo, pidiendo las mencionadas cooperaciones, y que ahora se hace acompañar de uno de los grupos de policías comunitarios pertenecientes a la UPOEG y que resguardan esa comunidad.
Mencionaron que esperan que esa denuncia sea atendida por el alcalde capitalino Jesús Tejeda Vargas, e intervenga para ponerle freno a tantas cooperaciones que pide el comisario, esperando que otros periodistas vayan a cubrir la reunión de asamblea que será el próximo domingo 12 de noviembre, que empieza a las dos de la tarde y escuchen esas inconformidades.