NOTA
Ejecutados 11 dirigentes
opositores con Astudillo
opositores con Astudillo
Ezequiel Flores Contreras.--La lucha político electoral de las zonas donde el narco controla áreas de producción y trasiego de heroína en Guerrero, ha dejado un saldo de 11 dirigentes políticos –del PRD, MC y Morena– muertos durante los dos primeros años de gobierno del priista Héctor Antonio Astudillo Flores.
Además, de los 81 ayuntamientos, el municipio de Chilapa ha sido el más funesto: durante la administración del priista Jesús Parra García han sido ejecutados al menos cinco funcionarios, entre regidores, secretarios y directores de área, según reportes
oficiales.Además, de los 81 ayuntamientos, el municipio de Chilapa ha sido el más funesto: durante la administración del priista Jesús Parra García han sido ejecutados al menos cinco funcionarios, entre regidores, secretarios y directores de área, según reportes
En medio de ese clima de violencia, el gobernador advirtió ayer a los militantes de su partido, el PRI, que el proceso electoral del 2018 “será difícil” y exigió “lealtad y disciplina” a los aspirantes que no sean postulados a cargos de elección popular.
Lo anterior, durante la primera sesión ordinaria del Comité Directivo Estatal del PRI, que se realizó este domingo 26 en la capital de la entidad y donde se designó a los integrantes del órgano auxiliar de la Comisión Nacional de Procesos Internos del tricolor para la designación de los candidatos a senadores, diputados federales, locales y alcaldes en la entidad.
El mandatario se dio tiempo para asistir a un acto de su partido y hacer recomendaciones a sus compañeros priistas ante los comicios próximos.
De acuerdo con cifras oficiales, la crisis de inseguridad en la presente administración ha dejado más de cuatro mil homicidios dolosos, así como un número incuantificable de desaparecidos y la impunidad es proporcional al nivel de violencia extrema en esta entidad.
Además, de acuerdo con datos oficiales, el gobierno estatal tiene un registro, hasta junio de este año, de 261 personas desplazadas por la narcoviolencia que conforman 65 familias originarias de las comunidades de Quetzalcoatlán; La Tondonicua; La Unión y Tepango; Ahuihuiyuco y Tepozcuautla; de los Municipios de Zitlala, Petatlán, Ayutla de los Libres y Chilapa de Álvarez, respectivamente.
LA LISTA FÚNEBRE DE LA IZQUIERDA
En esta espiral de violencia, han sido asesinados ocho miembros del PRD, uno más de Morena y dos líderes de MC. Todos estos crímenes, al igual que el resto de homicidios dolosos registrados en la entidad, siguen impunes.
Reportes oficiales indican que el 23 de julio de 2016 fue ejecutado el alcalde perredista de Pungarabato, Ambrosio Soto Duarte; luego, el 9 de abril de este año, acribillaron al exalcalde y exdiputado local Roger Arellano.
Enseguida, el 19 del mismo mes de abril, asesinaron al secretario general del PRD, Demetrio Saldívar. El 23 de mayo fue ejecutado el exalcalde perredista de Coyuca de Catalán, y exdiputado local, Elí Camacho Goicoechea, quien se desempeñaba como asesor de Astudillo en la región de Tierra Caliente.
El 8 de junio pasado fue asesinado el exalcalde perredista de Tecpan, Crisóforo El Toto Otero Heredia. El 5 de julio el secretario general del ayuntamiento de Petatlán, Manuel Rebolledo Pérez fue ejecutado y su cuerpo abandonado con un narcomensaje en las inmediaciones del aeropuerto internacional del balneario de Zihuatanejo.
En octubre, fue ejecutado el exalcalde del PRD en Zitlala, Francisco Tecuchillo Neri quien fue privado de su libertad el lunes 9 y localizado degollado y con las manos esposadas la noche del viernes 13 en la ciudad de Chilapa junto a un narcomensaje atribuido al grupo delictivo Los Jefes, que lidera Zenén “El Chaparro” Nava Sánchez.
Un día después, el sábado 14 de octubre, el exdirigente estatal del PRD, exdiputado local y promotor de Andrés Manuel López Obrador, Ranferi Hernández Acevedo, fue encontrado ejecutado junto a su esposa y su suegra al interior de una camioneta que incendiaron y dejaron abandonada en los límites de los municipios de Ahuacuotzingo y Chilapa de Álvarez.
La brutalidad de las ejecuciones de Tecuchillo Neri y Hernández Acevedo, cimbraron nuevamente a la clase política en la entidad y provocaron que las autoridades volvieran a voltear a Chilapa donde la historia de ejecuciones, desaparición de personas y hallazgo de fosas clandestinas ha sido documentada desde hace dos años por Proceso.
El 27 de septiembre, fue ejecutado Miguel Ángel Vergara Chamú, líder de MC en el municipio de Ajuchitlán del progreso y apenas, el 23 de noviembre, fue ejecutado el dirigente de este partido, Armando Arturo López Solano, en el municipio de Quechultenango, ubicado en la región Centro de la entidad.
El crimen de López Solano provocó reacciones de molestia entre los dirigentes estatales de MC porque la víctima era aspirante a la alcaldía de ese municipio considerado como el bastión del grupo delictivo Los Ardillos, que lidera la familia del dirigente perredista Bernardo Ortega Jiménez.
También, el 14 de noviembre fue ejecutado junto a su escolta, el empresario y exregidor perredista de Zihuatanejo, Miguel Solorio Figueroa, quien se perfilaba para contender por la alcaldía de ese municipio de la región Costa Grande por la vía independiente.
LA SANGRIENTA BATALLA POR CHILAPA
La batalla por la ruta del opio en Chilapa, municipio que conecta la Montaña con la región Centro de la entidad, sintetiza el fracaso de la estrategia de seguridad implementada en Guerrero.
La barbarie no solo ha desgarrado a los sectores más desprotegidos de Chilapa, también ha alcanzado a la clase política.
En marzo de 2015, fue encontrado el cuerpo decapitado y con un narcomensaje de la precandidata a la alcaldía de Ahuacuotzingo por el PRD, Aidé Nava González, esposa del exalcalde del mismo municipio, Francisco Quiñónez Ramírez, ejecutado en junio de 2014. El hijo de ambos, Francisco Quiñónez Nava, fue secuestrado en 2012 y sigue sin aparecer.
En mayo de 2015, en pleno proceso electoral local, fue ejecutado el excandidato del PRI a la alcaldía de Chilapa, Ulises Fabián Quiroz.
Luego, en 2016, la ola de ejecuciones contra políticos se enfocó contra funcionarios de la administración del actual presidente municipal priista de Chilapa, Jesús Parra García.
En mayo de ese año, un grupo armado ejecutó al director de Gobernación municipal del ayuntamiento de Chilapa de Álvarez, Miguel Andraca Eligio y un mes después, fue asesinado el director de reglamentos, Roberto Francisco.
En julio del mismo año, un comando ejecutó al regidor priista del ayuntamiento de Chilapa de Álvarez, Miguel Ángel Salmerón Nava, sobre la carretera federal que conecta la región Centro con la Montaña guerrerense.
Posteriormente, en septiembre fueron ejecutados el secretario de Obras Públicas de municipio de Chilapa, José Luis Giménez Parra, su chofer y un elemento de la policía municipal quienes habían sido secuestrados previamente.
Luego, en octubre, el director de Asuntos Indígenas del Ayuntamiento, Apolinar García Palatzin, y su tío, el comisario del poblado Zizicazapa, Bartolo García Tlamalteco, también fueron asesinados.
Todos estos crímenes de perredistas, priistas, de MC y Morena, no han sido esclarecidos y la impunidad provoca más violencia. (proceso.com.mx).
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