SEGUNDA PRINCIPAL DE PRIMERA PLANA
Declara emergencia
SeGob en 27 Mpios.
SeGob en 27 Mpios.
Javier Francisco Reyes.--Después de los estragos provocados en Guerrero por el huracán “Max”, la Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación (Segob), emitió una declaratoria de emergencia para 27 municipios de Guerrero.
De acuerdo a un comunicado de prensa, el gobierno federal hace la declaratoria de emergencia en Acapulco, Cuajinicuilapa, Ayutla de los Libres, Azoyú, Juchitán, Ometepec, San Luis Acatlán, Tecoanapa, Tlacoachistlahuaca, Xochistlahuaca, Acatepec, Alpoyeca, Iliatenco, Malinaltepec,
Tlapa de Comonfort, Xalpatláhuac, Zapotitlán Tablas, Coyuca de Benítez, Atoyac de Alvarez, Técpan de Galeana, Petatlán, Zihuatanejo, Cuautepec, Florencio Villarreal, Marquelia, Copala y San Marcos.De acuerdo a un comunicado de prensa, el gobierno federal hace la declaratoria de emergencia en Acapulco, Cuajinicuilapa, Ayutla de los Libres, Azoyú, Juchitán, Ometepec, San Luis Acatlán, Tecoanapa, Tlacoachistlahuaca, Xochistlahuaca, Acatepec, Alpoyeca, Iliatenco, Malinaltepec,
La dependencia federal dio a conocer que la declaratoria de emergencia se activó a petición del gobierno del estado, por lo que a partir de ayer los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) están disponibles para Guerrero, y deberán destinarse a atender necesidades alimenticias, de abrigo y salud de la población afectada por el huracán Max, que impactó tierras guerrerenses el pasado 14 de septiembre.
En tanto ayer en conferencia de prensa en Acapulco, el gobernador priista Héctor Antonio Astudillo Flores informó que solicitó la declaratoria para 25 municipios, incluyendo todos los de Costa Chica, parte de Acapulco y Costa Grande, y que buscaría apoyo del gobierno federal para la aplicación de programas sociales que beneficien a las familias damnificadas.
Los daños provocados en la entidad por el huracán Max se estiman de entre 200 y 250 millones de pesos, pues se inundaron aproximadamente tres mil 500 viviendas, además hubo daños en carreteras, se perdieron sembradíos y hubo la suspensión de servicios básicos; también se paralizaron las actividades de pescadores y negocios como restaurantes y de otros giros, que debieron cerrar ante las inundaciones.
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