COLUMNA
COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA
Héctor CONTRERAS ORGANISTA
HOY SE FUE...
Mujer querida, tierna y adorable.
Su presencia, un bálsamo.
Su perfume, el amor, la humildad, el trabajo, la limpieza, la amistad, el perdón, la alegría, la constancia y la fe.
Nunca una pose o una actitud de altivez o de orgullo.
La orientación sustituyó al enojo, la reflexión al coraje, la bondad a la ira y su sonrisa, un premio.
Siempre, palabras buenas, generosas.
Siempre, una caricia, un beso, una leve recomendación
con sonido de consejo.Mujer querida, tierna y adorable.
Su presencia, un bálsamo.
Su perfume, el amor, la humildad, el trabajo, la limpieza, la amistad, el perdón, la alegría, la constancia y la fe.
Nunca una pose o una actitud de altivez o de orgullo.
La orientación sustituyó al enojo, la reflexión al coraje, la bondad a la ira y su sonrisa, un premio.
Siempre, palabras buenas, generosas.
Siempre, una caricia, un beso, una leve recomendación
En su regazo, la ternura.
En su mirada, la bondad.
En su voz, la dulzura de rosas y de estrellas cantarinas.
En sus cantares, profunda devoción a lo divino.
Nació y creció en tierra morena, como su piel.
Sus ojos, igual que su hermoso pelo: negros.
Amante de lo bello, la vi y la escuché cantar al pie de la Madre Morena, del Tepeyac.
Su dulce voz ha acariciado la devoción en la evocación divina del nacimiento del Niño Dios.
Y más que en nadie, su ejemplo de amor a sus padres, a sus hermanos, a su familia, el respeto, la educación y el amor sincero a su misma sangre, es ejemplo viviente.
PERO HOY SE FUE... SE FUE...HOY SE FUE...
Cómo duele su ausencia.
La noche, esta noche, otra vez fría...
y la soledad, cruel, muy cruel, no dejan de golpearme en la conciencia, en el alma y en el corazón con su grito aterrador: ¡¡¡HOY SE FUE!!!...
Hoy se fue...hoy se... fue...y el eco desde los cerros y las barrancas llega como rumor que desgarra: Hoy, se fue...!!!
¿Por qué tiene que irse lo que más se ama?
¿Por qué debe haber ausencias tan dolorosas?
Se fue... ella se fue...dijo el médico amigo don Francisco Barajas, “porque su reloj biológico llegó su fin, su ciclo de vida terminó”.
No hubo enfermedad, ni dolores, ni medicinas y ni hospitales...
Han pasado hasta este 6 de septiembre 26 años de que se fue...
Ella, mi madre, se llamó Irene... Irene Organista Sánchez.
Me queda la Guadalupe, para arroparme en su seno.
Ella, a lo mejor, no se va ni me dejará como el árbol de La Esperanza, que crece y vive solo, en el campo del amor...y del dolor y de la ausencia del Nunca Jamás...
DESCANSE EN PAZ
Sele recuerda con cariño.DEP.
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