Ante la indiferencia del alcalde capitalino, el priista, Marco Antonio Leyva Mena,  los vecinos de la unidad habitacional “Rubén Figueroa Figueroa” se organizaron y se cooperaron para colocar topes de cemento, no para detener los automóviles, sino las corrientes de los apestosos caudales de lodo que se registran diariamente, en tanto la calle “Revolución del Sur” convertida en una porquería en “Chilpancingolandia”. (Fotos: Javier Francisco Reyes/Leer PoliCrónica).

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