COLUMNA

COSMOS
Héctor CONTRERAS ORGANISTA
ALGO MÁS SOBRE EL ORIGEN DE LA CANCIÓN “CUATRO LÁGRIMAS”
Florencio Salazar Adame, si la memoria no falla, era secretario general del Comité Estatal de la Confederación Nacional de Organizaciones Popular (CNOP), sector del PRI en Guerrero, y en ese entonces ni siquiera soñaba en que algún día sería embajador.
Había conseguido que a gente de escasos recursos económicos se le beneficiara con un lote para que edificaran una vivienda en un cerro pelón al norte de la ciudad, y sí se formara una nueva colonia a la que el joven político (de muy buen carácter en ese entonces y solamente en ese entonces) bautizó como Colonia CNOP, puesto que ese sector del tricolor que dirigía, lo había gestionado y conseguido.
Algunas mujeres viudas y madres de una cantidad considerable de hijos, se les benefició con un lote. Eran, entre otras, comerciantes que vendían en las calles del centro de la ciudad, en el piso, fruta, verdura o algunos otros artículos y se les dio un lote.
Una de ellas fue doña Raquel Tenorio Cuate, originaria de Mochiitlán y quien tenía tiempo vendiendo productos en condiciones precarias. Se le dio un lote pero  la hora del reparto, el espacio que le habían otorgado se lo dieron  otra mujer y ella acudió a Florencio quien le signó otro terreno.
Llegó entonces a la nueva colonia la señora María Torres y dijo que no le había tocado el beneficio de un lote, por lo que doña Raquel le dijo: “te voy a dar la mitad del mío” e inclusive se jugaron un volado para ver si se le quedaba el lote de la esquina o el contiguo. Y doña  Raquel se quedó con el de la esquina. Ganó el volado.
Doña María Torres, era mamá de Margarita Marino Torres con quien trabajaba en el Mesón de don Rafael Cabrera (localizado entre las calles de Altamirano y Ayuntamiento (hoy Baltazar R. Leyva Mancilla) y Margarita también trabajaba en el gobierno del estado como secretaria.
A Chilpancingo llegó algún día de 1972 o 1974 el joven estudiante Alfonso García Murga quien vino de la Costa Grande a estudiar en la Universidad Autónoma de Guerrero, se conoció con Margarita y se casaron, aunque la mujer era un poco mayor en edad que él.
Gerardo Cabañas Tenorio, un gran amigo de hace muchos años y quien fue parte de la dirigencia del  SUSPEG, en otras épocas, nos platicó la historia como respuesta a un comentario y una pregunta que le hicimos sobre la canción “Cuatro Lágrimas”.
Dijo que se conocieron con Alfonso en la Universidad Autónoma de Guerrero pero que alguna vez se saludaron en la colonia CNOP y de ahí comenzó una gran amistad entre ellos y después conoció  José García Murga quien pedía algo de beber y un guitarra y “muchas veces le oí cantar sus canciones entre las que destacaban Triste Adiós y Cuatro Lágrimas, antes de que esta canción fuer popular”.
Explicó además de que tanto Alfonso como José García Murga tenían un carácter tranquilo, apacible y al parecer fueron originarios de El Zapote, municipio de Coyuca de Benítez.
El domicilio familiar se localiza frente al Centro de Salud de la popular colonia CNOP, lugar al que acudía el compositor guerrerense José García Murga y cantaba “Cuatro Lágrimas, antes de que se grabara y se hiciera famosa”.
Estuvimos con Bersa,  saludar en su hogar a nuestro gran amigo Gerardo y su muy respetable y atenta esposa doña Delfina Rendón Adame, gradeciendo sus finísimas atenciones y más que nada, la charla enriquecedora donde se trató el tema de la canción “Cuatro Lágrimas”.
EN LA FOTOGRAFÍA nuestro amigo Gerardo Cabañas Tenorio y su esposa doña Delfina Rendón Adame. A esta modesta vivienda de la colonia CNOP, llegaba con frecuencia de visita el compositor guerrerense José García Murga y cantaba “Cuatro Lágrimas”, mucho antes de que la canción se grabara o fuera famosa, según comentó el amigo Gerardo.

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