POLICRÓNICA
Vadosangrado…Con la sangre de 17 campesinos quedó manchado el vado de “Aguas Blancas”, 22 años de impunidad, el principal responsable, Rubén Figueroa Alcocer goza de cabal salud y libertad, la protesta enjundiosa se reduce a eventos culturales.
Cuando apenas habían pasado 10 días de iniciado sus actividades La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, ya estaba informando puntualmente la tarde del 28 de junio de 1995, en la que extraoficialmente se conocía que se había registrado un enfrentamiento entre policías estatales y campesinos. Pero en realidad no había sido el hecho, posteriormente se supo la “verdad histórica”, sino que había perpetuado una masacre la policía estatal contra 17 integrantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), que bajaban de las comunidades y se dirigían a Atoyac de Alvarez y Zihuatanejo, a movilizarse para demandar la presentación con vida de su compañero Gilberto Romero Vázquez, desaparecido “misteriosamente”, desde el 24 de mayo en Atoyac de Alvarez. Era el primer evento noticioso de alto impacto que estaba difundiendo nuestro vespertino en su edición número 7 de su primero año de existencia, que posteriormente sería un tema no solo nacional, sino internacional y desde entonces el nombre del estado de Guerrero apareció en las diversas dependencias y organismos de defensa de los derechos humanos y con el negro antecedente de que en Guerrero se mata y todo queda en la impunidad. Lamentablemente no estaba siendo conocido a nivel nacional e internacional el estado de Guerrero, por sus destinos turísticos, sino por el aberrante múltiple crimen de 17 hombres del campo. Ese mismo día había dado a conocer el gobierno del estado información totalmente tergiversada como ha sido su costumbre, supuestamente los campesinos iban a la cabecera municipal de Atoyac de Alvarez a exigir fertilizante y que tomarían la presidencia municipal, cuando en realidad era una movilización de unos 150 integrantes de la OCSS para exigir la presentación con vida de uno de sus compañeros. El diablo estaba suelto en esa fecha y ese día 28 de junio, casualmente una mañana lluviosa, como hoy miércoles, cuando el grupo de campesinos a bordo de camionetas estaban pasando por el vado de Aguas Blancas, fueron interceptados por policías con armas de fuego, pues la orden del gobernador en turno, Rubén Figueroa Alcocer del Partido Revolucionario Institucional, era detener a como diera lugar al grupo de campesinos militantes de la OCSS, porque se había quejado amargamente la presidenta municipal de Atoyac de Alvarez, María de la Luz Núñez Ramos, por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) de que los labriegos organizados le tomarían el Ayuntamiento, para exigirle la entrega de fertilizante, pero en realidad era una protesta en ese lugar y Zihuatanejo para exigir la presentación de su compañero de la organización de la OCSS. En esa ocasión el operativo policiaco supuestamente estaría a cargo del entonces subsecretario de seguridad pública del gobierno estatal, Rosendo Armijo de los Santos, pero éste una noche antes se había quedado en Acapulco a echarse su parranda, por lo tanto, nunca llegó al vado de “Aguas Blancas” a negociar con los campesinos que se dirigían a la cabecera municipal de Atoyac de Alvarez y Zihuatanejo, entonces asumió el cargo de mando el militar que era Director de la Policía Estatal, Manuel Moreno González. Su inexperiencia política, no pudo negociar con los campesinos, entonces como había la orden del entonces mandatario Rubén Figueroa Alcocer de detener a los campesinos, pues la cumplió al estilo militar. Al ver los campesinos con machete, Moreno González ordenó evitar a toda costa que pasaran los campesinos del vado, entonces inició la confusión y en medio de esta, se escucharon gritos y balazos. Minutos después se daba el parte policiaco de un supuesto enfrentamiento entre policías estatales y campesinos de la OCSS, con un saldo inicial de al menos 9 campesinos muertos y 15 heridos. Rosendo Armijo de los Santos, nunca apareció por ningún lado, eso lo hacía responsable de los hechos, que después se confirmó que había sido una masacre, que no solo le costó el cargo nada más a él, sino hasta la caída del mismo mandatario estatal, Rubén Figueroa Alcocer y el encarcelamiento de 10 policías y otros funcionarios estatales menores, estos fueron los que pagaron con cárcel incluyendo al mismo Moreno González. En tanto nunca paró en la cárcel, ni Armijo de los Santos, mucho menos Figueroa Alcocer, y hasta hoy siguen gozando de cabal salud y libertad total, escrito de otra manera, en total impunidad en estos 22 años que hoy miércoles se cumple el aniversario de aquella masacre de campesinos de la OCSS, y desde entonces esa maldita palabra ha enlutado hogares de muchas familias en los nuevos horizontes de los tiempos modernos que comenzaban a soplar, en la que ya se iniciaba a utilizar las nuevas tecnologías, las llamadas videocámaras. Esa vez se filmaron los acontecimientos, tarde que temprano, salió a la luz pública la verdad “histórica” de que nunca hubo un enfrentamiento entre policías estatales y campesinos, sino que se había registrado una vil masacre, tanto que a los campesinos les dieron hasta el tiro de gracias y para completar la escena, les “sembraron” armas, cuando ellos solo portaban machetes para sus labores de labranza. Para desenmascarar las falsedades del gobierno, se encargó el periodista Ricardo Rocha, con un programa de noticias de Televisa y desde entonces, se confirmó de que se había registrado una masacre, y nunca existió tal enfrentamiento. También el comunicador lo arrastró el sangrentado vado de “Aguas Blancas”, pues en poco tiempo, fue despedido de la empresa por haberse atrevido a dar a conocer a la opinión pública tal cual los hechos de aquella fecha fatídica, que hicieron “famoso” al estado de Guerrero en todo el mundo, no precisamente por su riqueza natural, sino por su elevado nivel de violencia que hasta el día de hoy ya es imparable. Cuando apenas llevábamos el número 7 de La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, esa tarde del miércoles lluvioso, coincidentemente, un día como hoy, pero de hace 22 años, se titulaba la nota principal “9 muertos y 15 heridos en un enfrentamiento” y la nota estaba fechada precisamente en Coyuca de Benítez, pero sin firma de algún reportero. Decía textualmente el inicio de la nota principal de hace 22 años, cuando nuestro vespertino estaba comenzando a circular “Un enfrentamiento ocurrido esta mañana entre integrantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) y elementos de la policía motorizada dejó un saldo de 9 muertos y 15 más heridos”. Esa era la nota de la tarde, y que los hechos habían sido a las 9 de la mañana a 2 kilómetros del poblado conocido como “Aguas Blancas” municipio de Coyuca de Benítez, región de la Costa Grande. El mismo gobierno estatal se había encargado de dar a conocer la información tergiversada de que los campesinos habían agredido primeramente al comandante número 1 que estaba en el retén, Lorenzo Roque Cortés, con su machete y le cercenó un brazo y después unos 150 campesinos de la OCSS comenzaron a disparar sus armas de fuego contra 270 elementos policiacos que estaban en el retén. Ese día llegaron hasta el lugar 12 paramédicos de la Cruz Roja con dos ambulancias de Acapulco, dos más de Técpan de Galeana y una más de Coyuca de Benítez. Pero lo cierto que no hubo tales hechos, si no que los inexpertos y nerviosos policías habían disparados sus armas de cargo contra los campesinos que se manifestaría públicamente. Al cumplirse hoy 22 años de aquellos hechos, podemos afirmar que “aún prevalece el dolor y no se ha hecho justicia porque los responsables gozan de total impunidad”. Ahora uno de los nuevos dirigentes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Óscar Raúl Guzmán Rivera, refiere que “no podemos decir que se ha hecho realmente justicia, porque los actores intelectuales como el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer siguen sin ser castigados y gozan de total impunidad”. Recordó que la masacre del 28 de junio se debe de considerar como un crimen de lesa humanidad, “vemos que las condiciones no son las mismas desde hace 22 años, están peores que es lo más grave”. Guzmán Rivera anunció que este miércoles en la colonia Emiliano Zapata se hará un foro de derechos humanos impartido por organizaciones sociales y que en el vado de Aguas Blancas se va a realizar una velada donde se estará proyectando unos documentales del caso. Recordó el 28 de junio de 1995, integrantes de la Organización Campesina de la Sierra de Sur (OCSS) fueron emboscados por policías cuando se dirigían a Atoyac de Alvarez para manifestarse contra el gobierno estatal luego de que no les cumplieran con la entrega de apoyos. En el ataque asesinaron a 17 campesinos. Como el mismo dirigente de la organización que pertenecían los ahora muertos, ya no anunció protestas, marchas o eventos para repudiar y exigir justicia. Ahora lo reducen a eventos culturales y lo más un foro, pero solamente para rememorar los acontecimientos. El dolor paulatinamente va pasando a la historia, pero lo que no se borra es la sangre que quedó impregnada en el vado de Aguas Blancas y las familias siguen recordando a sus difuntos que innecesariamente no debió haber ocurrido, porque no había razón, cuando pudo imponerse el diálogo, pero se impusieron las balas de las armas.…Muertero…No cabe duda que el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el estado de Guerrero, Heriberto Huicochea Vázquez, ya tiene impregnado el concepto de “muertero”. Para que no haya duda porque lo llamamos “muertero”, pues desde hace un buen tiempo, “El Huico”, como vulgarmente se le conoce, es propietario de un panteón privado en Chilpancingo, en donde los “lotes” los vende a precio de oro, ante la falta de un panteón municipal. Ahora ese tema lo aplica perfectamente en el cargo que hoy en día lo ostenta como dirigente estatal del PRI, que aprovecha los hechos sangrientos para victimizar a su nefasta actuación, porque no tiene nada de “ángel” para ser dirigente, porque está demostrado que es un auténtico tecnócrata, por lo tanto carece de dosis política para tratar todos los temas. Por su improvisación e impuesto en el PRI-Guerrero, no sabe que está haciendo, porque está cometiendo infinidad de torpezas que “beneficiarán” a los partidos de oposición.Huicochea Vázquqez carece de un equipo de asesores para desempeñarse exitosamente como dirigente estatal del tricolor. El día de ayer en este espacio afirmábamos categóricamente de que anda de plañidera y lo más grave, que hace suyo militante de un muerto, cuando en realidad era del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Pero como es un neófito en las lides partidistas, con la estúpida idea de dar golpes mediáticos, no midió las consecuencias de su irresponsables actuaciones y declaraciones, solamente está pensando que el muerto arrojó una discusión en la comunidad del Kilómetro 21, municipio de Acapulco, era para sacarle dinero, creyendo que lo enterraría en su panteón de Chilpancingo, por ello afirmó que era militante del PRI. Esto se dio después de una elección de comisario el domingo pasado y no tuvieron que pasar muchas horas, y ya están desmintiendo a Heriberto Huicochea Vázquez y desde ayer lunes Demócrito Flores Sonduk, comisario saliente del poblado Kilómetro 21, municipio de Acapulco, ofreció una conferencia de prensa en el puerto para rechazar las acusaciones de dirigentes del PRI que lo relacionan con el asesinato de Juan Valadez Cisneros, el domingo pasado, durante las elecciones para renovar las comisarías de la zona rural del puerto. Flores Sonduk, quien es originario de Kilómetro 21 y es primo tercero de la víctima, aclaró que “el difunto no es el PRI, es miembro del PRD”, y mostró el documento de consulta en línea en la base de datos del PRD nacional, con el nombre de Juan Valadez Cisneros. El perredista dijo que “se ha señalado que de alguna manera tengo que ver con ese acto cobarde; no tengo nada qué ver o temer, estoy dispuesto a asistir a donde tenga que asistir para aclarar este hecho”. El crimen “no tiene que ver con la elección de comisarios”, y desvinculó de los hechos a las planillas que participaron en la elección del domingo pasado. El también exregidor afirmó que se trató de “una riña entre familias, al término de una asamblea que se celebró el domingo”. Para sustentar sus aseveraciones, el comisario saliente sostuvo que él participó en la asamblea, pero que cuando ocurrió el homicidio ya no estaba en el lugar, “me retiré 10 minutos antes de que sucediera”. Respecto a las versiones de que el homicida trabajaba para el, Demócrito Flores indicó que al agresor “lo vi dos veces en el proceso interno pasado, no sé ni cómo se llama el muchacho y desconozco las causas” del asesinato. Por los señalamientos “directos e irresponsables de parte del comisario entrante, Francisco Ocampo, que están generando violencia e incertidumbre en la comunidad, temo por mi integridad física y la de mi familia”. La asamblea era un informe de actividades de los comités, pero cuando acabó su participación, “estaba en un restaurante” cuando le avisaron que hubo una riña, disparos y el asesinato. “Nunca habían pasado estas situaciones; hoy, de manera extraña, se dan”, y criticó que “actores políticos del PRI están tratando de capitalizar esta acción, hoy los muertos tienen valor y el PRI agarró la bandera del difunto, que no es miembro del PRI, era un compañero del PRD. “El PRI está agarrando un muertito para sacar raja política, el difunto no tiene nada qué ver con el Revolucionario Institucional”. Respecto a si ya lo llamaron a declarar, informó que todavía no, pero “me presentaré donde me tenga que presentar para aclarar el hecho, estoy tranquilo”. Queda en evidencia Heriberto Huicochea Vázquez, de que carece de información de quienes son sus militantes, y quien lo desinformó sin duda fue de manera perversa, y de esto se encargó “Enfermín”, perdón de Fermín Gerardo Alvarado Arroyo, dirigente municipal de Acapulco del PRI, a fin de exhibirlo como un tonto y que no sabe que es ser un dirigente de partido. Por ello, declaró que el muerto del kilómetro 21 era militante del PRI, cuando en realidad era del PRD y demostrado con documentos. El muertero piensa en el dinero, no como dirigente, y seguramente para las próximas elecciones del 2018 habrá de hacer votar a los muertos. Si no se deja asesorar, seguirá cometiendo estupideces el tal “Huico”
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