ARTÍCULO
Espionaje en México
En la década de los 70s se hizo muy popular una melodía norteamericana que se llamó “Ojo en el Cielo”. Mencionaba ligeramente una visión cenital de los jóvenes, aunque la pretensión del gobierno era que la gente se acostumbrara a la idea de que nada escapaba a su mirada.
En la realidad el gobierno norteamericano, había colocado en el espacio varios satélites para las comunicaciones, y uno muy potente, para vigilar las ciudades más importantes y estratégicas.
El consejo nacional de seguridad, la Agencia Central de Inteligencia y una docena más de oficinas del ejército norteamericano cuenta con personal altamente calificado, y equipo de tecnología de punta, para saber “en tiempo real” todo lo que sucede en Estados Unidos, y en el mundo.
A todos se nos ha ocurrido alguna vez la idea de espiar: a nuestros amigos, a nuestro novio, o esposa. Los jefes espían a sus empleados, las mamás espían a sus hijas. Entonces, es normal
que el gobierno espíe a todos.
¿En su sano juicio, Usted metería un espía a su casa? ¡Claro que no! Pero, como estamos tan embobados con la tecnología, y queremos los aparatos más sofisticados, invertimos mucho dinero para comprar frigoríficos inteligentes, clima artificial inteligente, sistema de iluminación inteligente. Todo inteligente.
En una casa muy moderna y automatizada, usted llega y dice la palabra “Luz” y se encienden las luces, dice la palabra frío y se enciende el aire acondicionado a baja temperatura. Se tumba en su sillón en la sal, y dice: “enciéndete” y se prende la pantalla de plasma de 120 pulgadas marca Samsung.
Le dice a la pantalla buscar canal 645 y se sintoniza el canal de las noticias, o de espectáculos, o de deportes; Etc. Los comerciantes, publicistas y empresarios, le llaman: Inteligencia Artificial.
Veamos cómo funciona la inteligencia artificial de sus aparatos. Todos tienen un micrófono que capta su voz. En el instante que habla, el aparato envía su voz a una empresa especializada y altamente calificada para codificar la voz humana.
En milésimas de segundo, analiza la orden que usted ha emitido, la convierte en un pulso eléctrico (bit), y la regresa al aparato para activar los circuitos y se active ¡Qué maravilla de tecnología! ¿No?
Así es, sus aparatos están siempre dispuestos a obedecer las órdenes de su voz. Lamentablemente, los micrófonos están siempre encendidos, y siempre están escuchando lo que se diga en su casa ¿Quién metió ese intruso a su casa? ¡Pues usted!
Drones, planeadores no tripulados, y sondas aerostáticas, están literalmente sobre nuestras cabezas, equipadas con cámaras de alta resolución filtros infrarrojos, ultravioletas y detectores de calor, para ver qué estamos haciendo, todo el tiempo.
Para la gente que sabe mínimamente de Internet, sabe que hay unos programas que se llaman Google Maps, y otro que se llama Google Heart. Ambos, sirven para ver nuestro planeta desde el espacio. Cuando abrimos cualquiera de estos programas, aparece la tierra vista desde el cielo.
En la ventana de búsqueda podemos escribir cualquier nombre de ciudad, pueblo, o accidente geográfico, y en instantes nos da una vista aérea de tal lugar, si aumentamos la resolución de Zoom, la cámara satelital amplía la imagen, dándonos la ilusión de que bajara. Inclusive, tiene tanta potencia que nos proporciona una vista “a nivel de calle”.
Con este tipo de vista, la cámara está a nivel de nuestros ojos, y mediante los botones de desplazamiento de la computadora, podemos avanzar, como si la cámara fuera caminando con nosotros. Se miran todos los detalles de las casa, de las personas, de los automóviles, todo.
Teniendo un poco de habilidad, podemos ver por las puertas y ventas, hacia el interior de las casas y habitaciones. Esta tecnología está al alcance de cualquiera, y es gratuita. Usted no lo sabía, pero desde hace 20 años desapareció la privacidad. El gobierno y cualquier gente pueden saber que está sucediendo al interior de su hogar.
En este momento, tenemos a la mano el software SpyPhone, SpyBubble, Flexispy, Mobile Spy, y CallTrack, utilizados para espionaje telefónico para aficionados, que cuesta entre 300 y 600 dólares, pero que se consiguen en la “fayuca” por 3 mil pesos. Se los daremos a conocer en otro momento.
Apolinar Castrejón Marino
En la década de los 70s se hizo muy popular una melodía norteamericana que se llamó “Ojo en el Cielo”. Mencionaba ligeramente una visión cenital de los jóvenes, aunque la pretensión del gobierno era que la gente se acostumbrara a la idea de que nada escapaba a su mirada.
En la realidad el gobierno norteamericano, había colocado en el espacio varios satélites para las comunicaciones, y uno muy potente, para vigilar las ciudades más importantes y estratégicas.
El consejo nacional de seguridad, la Agencia Central de Inteligencia y una docena más de oficinas del ejército norteamericano cuenta con personal altamente calificado, y equipo de tecnología de punta, para saber “en tiempo real” todo lo que sucede en Estados Unidos, y en el mundo.
A todos se nos ha ocurrido alguna vez la idea de espiar: a nuestros amigos, a nuestro novio, o esposa. Los jefes espían a sus empleados, las mamás espían a sus hijas. Entonces, es normal
¿En su sano juicio, Usted metería un espía a su casa? ¡Claro que no! Pero, como estamos tan embobados con la tecnología, y queremos los aparatos más sofisticados, invertimos mucho dinero para comprar frigoríficos inteligentes, clima artificial inteligente, sistema de iluminación inteligente. Todo inteligente.
En una casa muy moderna y automatizada, usted llega y dice la palabra “Luz” y se encienden las luces, dice la palabra frío y se enciende el aire acondicionado a baja temperatura. Se tumba en su sillón en la sal, y dice: “enciéndete” y se prende la pantalla de plasma de 120 pulgadas marca Samsung.
Le dice a la pantalla buscar canal 645 y se sintoniza el canal de las noticias, o de espectáculos, o de deportes; Etc. Los comerciantes, publicistas y empresarios, le llaman: Inteligencia Artificial.
Veamos cómo funciona la inteligencia artificial de sus aparatos. Todos tienen un micrófono que capta su voz. En el instante que habla, el aparato envía su voz a una empresa especializada y altamente calificada para codificar la voz humana.
En milésimas de segundo, analiza la orden que usted ha emitido, la convierte en un pulso eléctrico (bit), y la regresa al aparato para activar los circuitos y se active ¡Qué maravilla de tecnología! ¿No?
Así es, sus aparatos están siempre dispuestos a obedecer las órdenes de su voz. Lamentablemente, los micrófonos están siempre encendidos, y siempre están escuchando lo que se diga en su casa ¿Quién metió ese intruso a su casa? ¡Pues usted!
Drones, planeadores no tripulados, y sondas aerostáticas, están literalmente sobre nuestras cabezas, equipadas con cámaras de alta resolución filtros infrarrojos, ultravioletas y detectores de calor, para ver qué estamos haciendo, todo el tiempo.
Para la gente que sabe mínimamente de Internet, sabe que hay unos programas que se llaman Google Maps, y otro que se llama Google Heart. Ambos, sirven para ver nuestro planeta desde el espacio. Cuando abrimos cualquiera de estos programas, aparece la tierra vista desde el cielo.
En la ventana de búsqueda podemos escribir cualquier nombre de ciudad, pueblo, o accidente geográfico, y en instantes nos da una vista aérea de tal lugar, si aumentamos la resolución de Zoom, la cámara satelital amplía la imagen, dándonos la ilusión de que bajara. Inclusive, tiene tanta potencia que nos proporciona una vista “a nivel de calle”.
Con este tipo de vista, la cámara está a nivel de nuestros ojos, y mediante los botones de desplazamiento de la computadora, podemos avanzar, como si la cámara fuera caminando con nosotros. Se miran todos los detalles de las casa, de las personas, de los automóviles, todo.
Teniendo un poco de habilidad, podemos ver por las puertas y ventas, hacia el interior de las casas y habitaciones. Esta tecnología está al alcance de cualquiera, y es gratuita. Usted no lo sabía, pero desde hace 20 años desapareció la privacidad. El gobierno y cualquier gente pueden saber que está sucediendo al interior de su hogar.
En este momento, tenemos a la mano el software SpyPhone, SpyBubble, Flexispy, Mobile Spy, y CallTrack, utilizados para espionaje telefónico para aficionados, que cuesta entre 300 y 600 dólares, pero que se consiguen en la “fayuca” por 3 mil pesos. Se los daremos a conocer en otro momento.
Comentarios
Publicar un comentario
Muchas gracias por leer La Crónica, Vespertino de Chilpancingo, Realice su comentario.