PRINCIPAL PRIMERA PLANA

Bajó de la sierra a curar a
bebé,  lo regresó en ataúd
Edgar de Jesús.ATOYAC DE ÁLVAREZ, GRO.--El campesino Raúl Santiago Iturio hizo lo que pudo para salvar la vida de su bebé de apenas cinco meses de nacido, pero no lo logró.
Por una complicación respiratoria lo llevó a Atoyac en un camino rural de hora y media, pero al llegar al hospital, lo dejaron otra hora en la sala de espera. Regresó a su pueblo, “El Camarón”, con el pequeño dentro de un ataúd.
“El Camarón” se ubica en la parte media de la Sierra de Guerrero, en el municipio de Atoyac de Álvarez, región Costa Grande. Es un pueblo pequeño afectado
desde 2014 por la tormenta “Manuel”. El camino que lo conecta con la cabecera municipal está devastado y, tendría que haberse reconstruido con recursos del “Plan Nuevo Guerrero”, pero no se hizo.
Ese camino tuvo que cruzar Raúl para llevar a su hijo al hospital general “Juventino Rodríguez”, porque en el pueblo, la doctora asignada no pudo hacer mucho ante el desabasto de medicamento; problema que tienen casi todos los pueblos de la Sierra, por no decir “todos”.
Su hijo enfermó repentinamente y empezó a tener dificultades para respirar. Al no tener acceso a medicamentos en “El Camarón”, lo llevó en una vieja camioneta hasta el hospital de Atoyac, sin embargo, ahí lo hicieron esperar una hora más.
Los médicos y enfermeras “estaban atendiendo a otros pacientes”. No había lugar ni tiempo para que le dieran un trato digno al hijo de Raúl, y para cuando lo ingresaron a la sala de urgencias, el pequeño dejó de respirar. No pudieron ya reanimarlo.
Raúl Santiago Iturio alertó una y otra vez al personal administrativo del nosocomio, que su hijo casi no podía respirar, y en sus brazos permaneció así hasta que ya se estaba ahogando. Fue entonces que le brindaron la atención.
El bebé falleció a las siete y media de la mañana del miércoles pasado, 24 de Mayo.
Santiago Iturio salió del hospital al mediodía, compró un ataúd y fue por el cuerpo de su bebé para llevarlo a su pueblo, donde su familia ni si quiera sabía que solo regresaría el cadáver.
Cuando pase el duelo va a demandar al hospital por negligencia médica, dijo el campesino, entre su impotencia.
Evidentemente dolido, suplicó al Gobernador del Estado que envíe médicos y enfermeras suficientes a los centros de salud de los pueblos de la Sierra, y que los dote de medicamento, para que otras familias no tengan que sufrir lo mismo que él. (API).

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