PRINCIPAL NOTA ROJA

Mataron El Diablo
en la Rubén Mora
Antonio Cantú Rendón.—De 11 balazos fue como lo acribillaron a un carpintero conocido como “El Diablo”, los supuestos autores se desplazaban y se dieron a la fuga a bordo de una motocicleta.
El ahora occiso asesinado casi en la puerta de su casa que ocupaba como taller de carpintería, respondía al nombre de Rubén García Molina de 50 años de edad, con domicilio en la calle “Gabriel García Márquez” de la colonia “Rubén Mora” que se ubica en la parte alta del asentamiento humano “Jardines del Sur”.
El ahora occiso eran conocido en las colonias “Paraíso Siglo XXI” y en la “Rubén Mora”, ya que su carpintería la tenía en la entrada de este asentamiento

humano, por lo que deja un gran dolor entre sus amigos, principalmente entre su familia.
La familia del ejecutado, señaló a las autoridades que hoy martes cuando eran  las 12:30 del día, García Molina, salió de su casa para luego bajar unas escalaras, enseguida quiso estirarse a unos metros, en ese instante los asesinos lo espiaban.
Los supuestos delincuentes al ver a su víctima que estaba a varios metros de distancia, se le acercaron dos de ellos a bordo de una motocicleta, enseguida  un presunto pistolero descendió y a corta distancia le disparó en varias ocasiones en el cuerpo.
Al recibir 11 balazos, el carpintero más conocido como “El Diablo” cayó muerto en el suelo con la cara mirando hacia el cielo, quedando en medio de un charco de sangre, sus familiares informaron que los supuestos asesinos se dieron a la fuga con rumbo hacia la colonia “Jardines del Sur”.
Los familiares solicitaron el auxilio de los paramédicos de Protección Civil, llegaron, pero el carpintero ya estaba muerto, y después arribaron agentes de la policía ministerial del estado quienes acordonaron el área del crimen.
Finalmente peritos de la Fiscalía General del estado llegaron para iniciar las primeras diligencias de ley, quienes encontraron  en su alrededor del cadáver, 11 casquillos percutidos.
En los momentos que hacían su trabajo, la esposa y sus hijos lloraban desconsoladamente, al ver que García Molina, minutos antes habían almorzado con él y en esos momentos ya estaba sin vida.