ARTÍCULO

Nuevo Delegado del ISSSTE
Juan López
La ceremonia fue tumultuaria, personajes políticos de primer grado, gente de la administración que ven en Mario Moreno algo semejante a un sucesor que da los primeros pasos de lo que luego  será una larga caminata en pos de superiores estadios sucesorios.  Pero polluelo aún, se deja querer-vitorear con la simple delegación del Issste: un corporativo de servicios burocráticos al que lo afligen faltas y fallas de una administración cabal.
Se desplazó por los andurriales del Centro Acapulco. Parecía un  pavorreal con las plumas desplegadas. Es difícil esconder la vanidad personal cuando el ego se desborda. El servicio
público es la misión profunda que pocos entienden. El compromiso de servir y atender a la burocracia en diversos géneros del Derecho y la Asistencia Social, no incluye la pantomima de un proscenio de carnestolenda ni la promesa grata que luego con tanta facilidad se lleva el viento.
La República es austeridad, es transparencia, es prudencia política. Y la característica del Estado de Derecho es eliminar la pompa, los arcos de triunfo y las faramallas donde se pretende engrandecer a pequeñas criaturas, transitorias e ineficientes.
No llega al Issste un funcionario dechado de virtudes, limpio de toda costra sospechosa ni un taumaturgo que calme los dolores ajenos y cicatrice la historia de anomalías de esta Delegación. Arriba un ser humano con limitaciones profesionales. El funcionario poco distinguido en ocupaciones anteriores, que como los árboles de las zonas áridas son de escaso fruto y nada de sombra.
PD: “Por sus obras los conoceréis”: Jesús de Nazaret.