COLUMNA

 El Grillito Sin Censura

Alfonso Cerdenares Domínguez

-.Nos hubiera gustado decir: “Que gane el mejor”. -.Se aplica el principio del 50% más uno. -.No tendrá la legitimidad suficiente. -.Hay que erradicar esa política del chapulín.
 En el caso de las elecciones de la Universidad Autónoma de Guerrero, UAGro, nos hubiera gustado decir: “Que gane el mejor”; sin embargo, eso no es posible cuando se da el caso del “candidato único”; es más,
nosotros consideramos que el dinero gastado en la “campaña” de Javier Saldaña Almazán, fue dinero tirado a la basura; sabemos –porque también fuimos universitarios –que el voto cautivo lo tienen en las Casas de Estudiantes; es ahí donde se gesta el triunfo de tal o cual candidato a “reptor”, aunque en esta ocasión, con el voto de dos, tres o cuatro, “Salmaña” gana la elección, por curiosidades de las jornadas electorales que tenemos en México; recordemos que para que tenga legitimidad un gobierno, al menos en nuestro país, se aplica el principio del 50% más uno; es decir, no importa que la diferencia sea de uno o dos votos, gana el que logra mayor número de sufragios, pero… ¿Qué se puede hacer cuando solamente es un “candidato único”? –válgase la “rebuznancia” –simplemente, ¡¡¡Nada!!!, el “señorcandidato” va a ganar aunque o tenga legitimidad; no obstante, para nosotros la ilegitimidad es de origen, desde que el Consejo Electoral de la UAGro no permitió el registro de otro candidato más, dejando en bandeja de plata la elección a favor de “Salmaña”, quien podrá ser rector de nueva cuenta, pero no tendrá la legitimidad suficiente para representar a la verdadera democracia de la Universidad de Guerrero; lo cierto es que, al gobierno estatal en turno –el de Héctor Antonio Astudillo Flores –el hecho de que vuelva a ser “rector”, lo convierte en el alfil de la próxima sucesión gubernamental, pues por ahí dicen las malas lenguas que, ser gobernador, es una de las máximas aspiraciones del nuevamente rector de la UAGro; claro, sin aspiraciones legítimas, lo que no se vale es “agarrarse” de un cargo para lograr otro; es decir, como que los mexicanos debiéramos de erradicar esa política del chapulín en la que, cuando no logro mis aviesas intenciones en el partido de origen, brinco a otro que me ofrece otras oportunidades; es más, nosotros consideramos que, el hecho de ser el rector de nuestra Máxima Casa de Estudios, debiera de convertirlo en un ser apartidista, o sea que no está a favor ni en contra de ningún partido político, sino a no ser parte de alguno de ellos; en fin, hoy se elige a Javier Saldaña Almazán otra vez como rector de la UAGro y seguirá en su meta de llegar a la gubernatura del estado, si es que el futuro no le tiene deparado otro derrotero; veremos qué pasa, si no, al tiempo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: elahuizotejr@hotmail.com

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