BOLETIN
El general Lázaro Cárdenas,
expropiación petrolera y el IPN
César González Guerrero
El 25 de marzo del año en curso, mi madre Cohinta Guerrero Aparicio estaría cumpliendo 92 años de edad pero su repentina muerte ocurrida el 5 de marzo del 2006 nos permite ahora, a familiares y amistades, honrar su memoria el próximo sábado en la Iglesia de San Juan Bautista de Copala, celebrando una Misa por su eterno descanso a partir de las 13 horas. A ella que fue parte fundamental en mi formación profesional le dedico el presente artículo.
En ocasión de la celebración del LXXIX aniversario de la expropiación petrolera, fui invitado a participar con una modesta intervención ante el monumento al Gral. Lázaro Cárdenas, que se encuentra en la capital del estado, y consideré oportuno expresar los siguientes conceptos, ante la presencia de los siguientes destacados egresados del IPN: Arturo Salgado Urióstegui, Esteban Espinosa
Peza, Alfonso Santos Pacheco, Fabiola Olguín, Salvador Vega Aguirre, Santiago Benítez, entre otros:
Quienes tuvimos la fortuna de realizar nuestros estudios superiores en el Instituto Politécnico Nacional, en la hoy ciudad de México (antes Distrito Federal), no olvidamos nuestro origen profesional; y como todos los jóvenes hijos de campesinos y trabajadores con deseos de lograr la superación personal y familiar, alcanzamos nuestro propósito con esfuerzo y sacrificio. Estamos orgullosos de ser Politécnicos y muy agradecidos con nuestros padres por el apoyo y la oportunidad que nos brindaron.
Es por ello que, entre otras cosas importantes que nos enseñaron en esta noble institución educativa, está la de mostrar y demostrar los valores morales que la ciencia y la tecnología entrelazan hasta alcanzar la calidad de un ser humano integro.
Si bien es cierto que el Instituto Politécnico surge el 20 de febrero de 1937, con la inauguración de sus cursos, también se ha designado el 21 de mayo como una fecha para celebrar el orgullo de ser Politécnicos.
Y es que ser Politécnico va más allá de la institucionalidad. Ser Politécnico significa entrega al estudio, dominar la técnica y ser conscientes de la función social e histórica que debemos desempeñar en la sociedad mexicana.
Han transcurrido más de 70 años, siete décadas de una institución que ha brindado a los jóvenes de escasos recursos económicos, en su gran mayoría, la oportunidad de continuar sus estudios. Y no precisamente por el orgullo de ser estudiante Politécnico, sino más bien porque en el periodo mencionado en muchas de nuestras entidades no había opciones de educación superior, razón por la cual fue una necesidad salir de nuestra patria chica.
El ser Politécnico es reconocer que nuestra máxima casa de estudios es producto de un movimiento revolucionario, gracias al gran visionario y estadista mexicano Presidente Lázaro Cárdenas del Río en cuyo periodo de gobierno, 1934-1940, nuestro país alcanzo momentos de reconocimiento internacional por la obra de un sexenio progresista y de avanzada.
Hoy, al recordar el trascendental evento de la expropiación petrolera los guerrerenses egresados del Instituto Politécnico Nacional, nos solidarizamos como sociedad civil a este merecido homenaje al General Lázaro Cárdenas del Río, y desde luego con el Gobernador del Estado Héctor Astudillo Flores, considerando que muchos Politécnicos desde diferente trincheras estamos aportando también nuestros conocimientos al servicio de Guerrero y de México.
Que viva el Gral. Lázaro Cárdenas del Rio
Dedicamos un Huelum en su honor
¡Huelum! ¡huelum!
¡gloria!
a la cachi cachi porra
a la cachi cachi porra
pin pon porra
pin pon porra
¡politécnico! ¡politécnico!
¡gloria¡
expropiación petrolera y el IPN
César González Guerrero
El 25 de marzo del año en curso, mi madre Cohinta Guerrero Aparicio estaría cumpliendo 92 años de edad pero su repentina muerte ocurrida el 5 de marzo del 2006 nos permite ahora, a familiares y amistades, honrar su memoria el próximo sábado en la Iglesia de San Juan Bautista de Copala, celebrando una Misa por su eterno descanso a partir de las 13 horas. A ella que fue parte fundamental en mi formación profesional le dedico el presente artículo.
En ocasión de la celebración del LXXIX aniversario de la expropiación petrolera, fui invitado a participar con una modesta intervención ante el monumento al Gral. Lázaro Cárdenas, que se encuentra en la capital del estado, y consideré oportuno expresar los siguientes conceptos, ante la presencia de los siguientes destacados egresados del IPN: Arturo Salgado Urióstegui, Esteban Espinosa
Peza, Alfonso Santos Pacheco, Fabiola Olguín, Salvador Vega Aguirre, Santiago Benítez, entre otros:
Quienes tuvimos la fortuna de realizar nuestros estudios superiores en el Instituto Politécnico Nacional, en la hoy ciudad de México (antes Distrito Federal), no olvidamos nuestro origen profesional; y como todos los jóvenes hijos de campesinos y trabajadores con deseos de lograr la superación personal y familiar, alcanzamos nuestro propósito con esfuerzo y sacrificio. Estamos orgullosos de ser Politécnicos y muy agradecidos con nuestros padres por el apoyo y la oportunidad que nos brindaron.
Es por ello que, entre otras cosas importantes que nos enseñaron en esta noble institución educativa, está la de mostrar y demostrar los valores morales que la ciencia y la tecnología entrelazan hasta alcanzar la calidad de un ser humano integro.
Si bien es cierto que el Instituto Politécnico surge el 20 de febrero de 1937, con la inauguración de sus cursos, también se ha designado el 21 de mayo como una fecha para celebrar el orgullo de ser Politécnicos.
Y es que ser Politécnico va más allá de la institucionalidad. Ser Politécnico significa entrega al estudio, dominar la técnica y ser conscientes de la función social e histórica que debemos desempeñar en la sociedad mexicana.
Han transcurrido más de 70 años, siete décadas de una institución que ha brindado a los jóvenes de escasos recursos económicos, en su gran mayoría, la oportunidad de continuar sus estudios. Y no precisamente por el orgullo de ser estudiante Politécnico, sino más bien porque en el periodo mencionado en muchas de nuestras entidades no había opciones de educación superior, razón por la cual fue una necesidad salir de nuestra patria chica.
El ser Politécnico es reconocer que nuestra máxima casa de estudios es producto de un movimiento revolucionario, gracias al gran visionario y estadista mexicano Presidente Lázaro Cárdenas del Río en cuyo periodo de gobierno, 1934-1940, nuestro país alcanzo momentos de reconocimiento internacional por la obra de un sexenio progresista y de avanzada.
Hoy, al recordar el trascendental evento de la expropiación petrolera los guerrerenses egresados del Instituto Politécnico Nacional, nos solidarizamos como sociedad civil a este merecido homenaje al General Lázaro Cárdenas del Río, y desde luego con el Gobernador del Estado Héctor Astudillo Flores, considerando que muchos Politécnicos desde diferente trincheras estamos aportando también nuestros conocimientos al servicio de Guerrero y de México.
Que viva el Gral. Lázaro Cárdenas del Rio
Dedicamos un Huelum en su honor
¡Huelum! ¡huelum!
¡gloria!
a la cachi cachi porra
a la cachi cachi porra
pin pon porra
pin pon porra
¡politécnico! ¡politécnico!
¡gloria¡
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