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 Protegen el PRI y Astudillo a
 Beltrán, refuerzan Tequileros

Elena Gutiérrez
Los grupos políticos siempre tratan de encubrir las fechorías de sus militantes.
Tal es el caso del diputado priista Saúl Beltrán Orozco que cobijado en el figueroismo y protegido por el gobierno del Estado de Guerrero, las complicidades evidencian la cantidad de dinero sospechoso que circuló en la campaña de Héctor Astudillo Flores.

La historia delincuencial de Saúl Beltrán es larga y llena de tenebrosos acuerdos, homicidios, trasiego de drogas, corrupción e impunidad, por demás conocida en las regiones de Tierra Caliente de Guerrero y Michoacán.
Para nadie es secreto que la “imposibilidad o dificultades” para detener al delincuente Raybel Jacobo de Almonte (a) “El Tequilero” son las características de un gobierno fallido, donde escurre las complicidades y los favores a ultranza. También de autoridades militares, y judiciales  que no hacen nada o por lo menos “no saben por escurridizo” dónde se encuentra el jefe de los delincuentes.
Que mejor prueba de sus actos ilícitos, que Saúl Beltrán después de negar insistentemente, Televisa, el pasado 30 de enero de este año, dio los pormenores de su participación activa en la delincuencia organizada que comanda El Tequilero, donde él es uno de los responsables de la violencia en la región de la Tierra Caliente. Nadie ha desmentido a Denisse Mercker, ni siquiera el Gobernador Héctor Astudillo.
Los numerosos casos de robo, extorsiones, secuestros y tráfico de influencias, con las que se manejan impunemente, Saúl Beltrán Orozco, entonces presidente municipal de San Miguel Totolapan, mandó asesinar a dos personas, el sacerdote José Asencio Acuña (22 de septiembre de 2014), y al testigo del levantamiento, a José Antonio Ceferino Gil, trabajador de Catastro del Ayuntamiento de San Miguel Totolapan (24 de septiembre del 2014)
Televisa desmoronó el silencio sospechoso que construyó el PRI para evitar que se descubriera lo que todos saben de las tropelías de Saúl Beltrán y de El Tequilero, compadres de tragedias e impunidad.
El Fiscal General del Estado, Xavier Olea Peláez, giró una orden de aprehensión, como dicen ante la existencia de elementos por probable responsable de homicidio. El 9 de enero de este año, fue el escándalo. Televisa confirmó lo que tenían en secreto el Gobernador Héctor Astudillo y el Fiscal Xavier Olea, datos oficiales que escondieron y no realizaron el trámite correcto ante la Cámara de Diputados, pifias que complicarán el desafuero del diputado asesino.
Todos atestiguamos, escuchamos y vimos cómo el gobierno de Héctor Astudillo negoció con las autodefensas para la liberación de María Félix de Almonte, madre de “El Tequilero”. Le proporcionaron los vehículos de la Secretaria de Seguridad Pública para brindarle garantía a su vida, le dieron todas las facilidades a quien también es parte de la delincuencia.
El viernes, 24 de febrero de este año 2017, culminará el periodo de 10 hábiles y 15 naturales para que la Comisión Instructora determine si procede o no el Juicio de Procedencia (desafuero) solicitado por la Fiscalía del Estado.
Hasta el colmo del abuso de Saúl Beltrán aprovecha su fuero parlamentario para, en connivencia con la Auditoria General del Estado, manipulan, el desfalco, en la cuenta pública de su administración municipal -2012-2015-.
Los operadores de la AGE,  Raúl Pacheco Sánchez, Auditor Especial del Sector Ayuntamientos con el C.P. Heriberto Santos, que cuentan con toda la información de la malversación del erario municipal, hoy tratan de borrar todas las evidencias del desfalco.
Para nadie es desconocido que la red de complicidades responde a favores compartidos en el PRI con el Gobierno de Héctor Astudillo y Saúl Beltrán diligente operador del cartel de “El Tequilero”, hoy protegidos por el manto del poder político, ENTRE ELLOS EL Congreso de Estado.  (elenitagutierrez61@gmail.com).

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