PRIMERA PLANA
Intentó PGR una farsa, un
montaje caso Ayotzinapa
montaje caso Ayotzinapa
Gloria Leticia Díaz.CIUDAD DE MEXICO.--La organización de décadas de las normales rurales del país marcó la diferencia de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa respecto de otras tragedias por las que ha atravesado el país en los últimos años, consideró Témoris Grecko, autor de “Mentira histórica. Estado de impunidad. Impunidad de Estado”, de editorial Proceso.
Al ser cuestionado por el público asistente al foro Gonzalo Rojas durante la presentación de su obra en el marco de la XVI Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México, Grecko realizó algunas comparaciones de la tragedia de Ayotzinapa con la masacre de Allende, en Coahuila, ocurrida en 2011.
El autor identificó como las principales similitudes entre ambos casos “un estado dominado y controlado por el narcotráfico, autoridades políticas controladas por el narcotráfico, un gobernador cómplice del narcotráfico y autoridades judiciales compradas por el narcotráfico, un estado militarizado y, a pesar de eso, un grupo de criminales pudo actuar a lo largo de varias horas recogiendo en un pueblo y otro a civiles por la mera sospecha, como un gran escuadrón de la muerte masivo, operando con impunidad”.
Grecko, colaborador de la revista Proceso, puntualizó que frente a 300 masacrados en Allende, lo que llevó al caso Ayotzinapa, con “seis muertos, uno en estado vegetal y 43 desaparecidos”, a tener la notoriedad que ha mantenido durante los últimos dos años, tiene que ver con la organización social.
Tras recordar que en Allende los familiares de las víctimas estaban “aterrorizados y lo que hicieron fue escapar”, y en otro caso escandaloso, como el de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora, “lo único que unía a los padres es que llevaban a sus bebés al mismo lugar”, Grecko resaltó que los perpetradores no contaban que al agredir a los estudiantes de Ayotzinapa “estaban tocando a una sociedad de alumnos muy bien organizada, que era parte de la primera federación estudiantil nacional con 80 años de existencia, que tenía lazos a nivel nacional y fueron capaces de poder reaccionar de una manera organizada y recuperaron Iguala por la vía de la movilización, y esto no pasó en Allende, no pasó en Sonora”.
Grecko, coautor con su hermano Coizta del documental sobre la desaparición de los 43 “Mirar morir. El Ejército en la noche de Iguala”, que cumple un año de haber sido estrenado, contó durante la presentación que ante la complejidad del caso Ayotzinapa, y la necesidad de contextualizar geográfica, social, histórica y económicamente este asunto, es que consideró pertinente la publicación de “Mentira histórica. Estado de impunidad. Impunidad de Estado”.
Al sostener que detrás del caso que ha cimbrado al gobierno de Enrique Peña Nieto está el negocio de la heroína, el autor recordó que la narcoeconomía de Guerrero se instauró en la “guerra sucia, que lanzó figuras como Rubén Figueroa Figueroa, Francisco Quiroz Hermosillo y Mario Arturo Acosta Chaparro, quienes alentaron el cultivo de la amapola” en la entidad.
De este último, asesinado en 2012, recordó que en un banco suizo tenía una cuenta con tres millones de dólares.
Según Grecko, en este “imperio criminal” instaurado en Guerrero, el Ejército cumple un papel preponderante en la labor de inteligencia, al ser uno de los estados más militarizados del país.
Para el periodista independiente, que ha realizado coberturas en 91 países, “más que una investigación sobre la desaparición de los 43 normalistas, lo que la Procuraduría General de la República hizo fue intentar una operación de control de daños, es una farsa, un montaje, en el que vimos a Tomás Zerón (exdirector de la Agencia de Investigación Criminal) muy activo”.
Durante la presentación, el especialista en temas de crimen organizado y presidente del Instituto de Acción Ciudadana, Edgardo Buscaglia, destacó la “fibra ética” del autor, del “compromiso con su país, de la valentía donde los periodistas son asesinados a diario como moneda corriente”.
Evaluó que la obra de Grecko es “excepcional” porque da “un detalle judicial, social, legal, económico, de por qué suceden las tragedias de lesa humanidad, los Ayotzinapas”, el caso mismo de septiembre de 2014, así como otras tragedias que redundan en los más de 27 mil desaparecidos, “desapariciones forzadas que están sometidas al mismo tipo de impunidad”.
Resaltó que el libro se destaca por la documentación de los “actores judiciales de Murillo Karam hacia abajo, de Peña Nieto hacia abajo, explica las causas económicas, o sea los negocios que hay detrás de las desapariciones forzadas, son negocios, es motivación económica que van desde el presidente Peña Nieto hacia abajo”.
Asimismo, agregó, el libro de Témoris aborda la “corrupción política que permitieron a los Abarca operar, en la que políticos de todos los partidos tienen que besar la mano de caciques, muy posiblemente comprados por el crimen organizado”.
Por su parte, Homero Campa, coordinador de la sección Internacional de la revista Proceso, consideró que “la experiencia internacional” le permitió a Grecko elaborar una obra como la “Mentira histórica”, en la que “lleva de la mano a los lectores por el pentágono de la amapola, como un guía de turismo de terror por esta región de Guerrero, epicentro de un imperio criminal, establecido con la colaboración de diferentes aparatos del Estado, clave en el negocio transnacional en el lavado de dinero y la producción de enervantes de miles y miles de millones de dólares”.
Para Campa, el uso de las “herramientas del periodista” es una de las virtudes del texto, “porque prioriza los hechos a los dichos, las relaciones a las elucubraciones, y no hay señalamiento que no vaya acompañado por el hecho o el dato concreto”.
En un caso en el que “se ha especulado tanto, se agradece un texto con hechos cotejados, contrastados y contextualizados”, apuntó.
Además, resaltó, la investigación periodística de Grecko explora en “los factores estructurales de los acontecimientos y da contexto, tal vez por su experiencia en la cobertura de acontecimientos internacionales”.
Al señalar que “Mentira histórica”, es un “producto netamente periodístico”, Campa destacó que la obra de Grecko “ayuda a dimensionar el tamaño de la tragedia”.
“El contexto de la región, enmarcada en el pentágono de la droga, de intereses que se benefician del narcotráfico y el lavado de dinero, nos ayuda a entender por qué ocurrió la noche de Iguala e incluso por qué más noches de Iguala podrían seguir ocurriendo”, concluyó Homero Campa. (proceso.com.mx).
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