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con Aguirre y ni pisa cárcel

Jonathan Cuevas.--En el gobierno de Ángel Heladio Aguirre Rivero, por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ocurrieron las dos agresiones contra estudiantes más brutales de los últimos tiempos; el 12 de diciembre de 2011 y el 26 de septiembre de 2014, pero él, jamás ha pisado la cárcel.

Cada 02 de octubre se conmemora en México la matanza de 1968 en Tlatelolco, donde el movimiento estudiantil nacional fue reprimido por el gobierno mexicano, perdiendo la vida decenas de jóvenes.

En el Estado de Guerrero, ese suceso se conmemora con mucho fervor. Es un día de marchas, bloqueos, pintas y saqueos en tiendas exprés.

Sin embargo, en esta entidad también se han registrado brutales abusos del gobierno en contra de movimientos sociales, campesinos o estudiantiles. Aguas Blancas, El Charco, Ayotzinapa e Iguala, son palabras que han quedado en la memoria de los guerrerenses y de todo el país.

En tres de esos casos está el nombre de Ángel Heladio Aguirre Rivero, un político emanado del PRI que ha gobernado dos veces esta entidad. Es el único que lo ha hecho.

Llegó al máximo poder estatal por primera vez, impulsado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en 1996 tras la caída de Rubén Figueroa Alcocer como consecuencia de la matanza de campesinos en Aguas Blancas, un año antes.

En su historial pesa el encubrimiento a su antecesor, a pesar de que la masacre fue orquestada desde el gobierno utilizando a la Policía del Estado.

En 2012 ganó en elecciones constitucionales la gobernatura, ahora bajo las siglas del PRD, partido que lo adoptó en el proceso electoral inmediato pasado, luego de que el PRI dio la candidatura a gobernador a su primo Manuel Añorve Baños.

Casi tomando la silla ejecutiva se registró un desalojo violento sobre la Autopista del Sol en diciembre de 2011, cuando normalistas de Ayotzinapa bloqueaban para exigir respuesta a un pliego petitorio escolar.

En ese hecho (existen evidencias fotográficas), la Policía Ministerial y Federal accionó sus armas contra los estudiantes dando muerte a dos: Gabriel Echeverría de Jesús y Jorge Alexis Herrera Pino. Como resultado colateral, también murió Gonzalo Rivas Cámara, empleado de una gasolinera.

Esas ejecuciones extrajudiciales no fueron suficientes para la caída de un gobernador. Ángel Heladio Aguirre Rivero se mantuvo en el poder.

Tuvo que pasar un hecho aún más aberrante. El 26 de septiembre de 2014, un grupo de estudiantes de la misma normal rural, Ayotzinapa, fue a la ciudad de Iguala a botear y tomar autobuses con objeto de utilizarlos para asistir a la Ciudad de México el 02 de octubre siguiente, para participar en la conmemoración de Tlatelolco.

Sin embargo, grupos de la Policía Municipal y delincuencia organizada persiguieron y atacaron a los normalistas hasta asesinar a tres y desaparecer a 43. El resultado colateral fue de tres víctimas mortales más y decenas de heridos.

El entonces alcalde, José Luis Abarca Velázquez y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa están presos por este hecho, mientras que Ángel Aguirre simplemente renunció al cargo de Gobernador, se auto exilió de Guerrero y permaneció ausente de la política local hasta esta fecha.

Sin embargo ha aparecido por momentos de forma espontánea y su hijo, Ángel Aguirre Herrera intenta reactivar el grupo político que formaron en el PRD con el que lograron en poco tiempo dominar el partido.

Así, mientras piden justicia las familias de las víctimas mortales y desaparecidas de este hecho, así como los heridos, igual que en el caso de 2011 y 1995; el político perredista de corazón priista tantea el momento en que pueda hacer política otra vez, o al menos eso demuestra su hijo.

La marcha de este 02 de octubre en Chilpancingo, fue más para pedir justicia por el caso Iguala, pues aunque hay evidencia de omisiones y participación tanto del Gobierno estatal como del federal, la justicia solo llegó al municipio, quedando como intocable Ángel Aguirre Rivero y muchos personajes más. (API).