COLUMNA
ENTRE LA VERDAD Y LA FICCIÓN
Jorge Luis Falcón Arévalo
DEL PERIODISTA AL COMUNICOLOGO, HAY MUCHO TRECHO.
Los periodistas que han adquirido habilidades como el manejo de los sistemas binarios, la codificación, la fotografía y el diseño (Branding) pueden comenzar a quitarse un peso de encima. Por ello, la marcada diferenciación del periodista al comunicólogo. Pocos lo entienden, escasos saben aplicarse de una u otra actividad.
Las materias para el aprendizaje de la actividad del periodista al de Ciencias de la Comunicación, es un bifurque de conocimientos y de aprendizaje. Mientras en uno es un patrón rectilíneo; en el otro, son muchas las ciencias que intervienen: sociología, filosofía, administración, psicología, matemáticas, política, semiología, etc. Son cuadros y estructuras genéticas, para lograr ser un “hombre sabio”, en estos menesteres.
Los periodistas que han adquirido habilidades como el manejo de los sistemas binarios, la codificación, la fotografía y el diseño (Branding) pueden comenzar a quitarse un peso de encima. Por ello, la marcada diferenciación del periodista al comunicólogo. Pocos lo entienden, escasos saben aplicarse de una u otra actividad.
Las materias para el aprendizaje de la actividad del periodista al de Ciencias de la Comunicación, es un bifurque de conocimientos y de aprendizaje. Mientras en uno es un patrón rectilíneo; en el otro, son muchas las ciencias que intervienen: sociología, filosofía, administración, psicología, matemáticas, política, semiología, etc. Son cuadros y estructuras genéticas, para lograr ser un “hombre sabio”, en estos menesteres.
El periodista se encomienda en publicar información diariamente, mientras que el comunicólogo es el investigador de los procesos de la comunicación. El comunicólogo es el estudioso de la comunicación, normalmente vinculado a tareas de investigación y académicas. No podemos descartar que haya periodistas empíricos estudiosos que sobre cualquier acción incluyendo la perspectiva política, ya que ésta es parte y causante del contexto social, artístico, económico, cultural, etc., del desarrollo de nuestra sociedad. Lo demás es pose de payasos, bufones o excéntricos del periodismo.
No hacen falta periodistas, hace falta periodismo.
“Los días de los periodistas que cargan con grandes mochilas se están terminando”, dijo Andrew DeVigal, veterano periodista de medios digitales; y agregó “Cuando un individuo intenta hacerlo todo, a veces sufre”. Una verdad, que pesa sobre todos, hace un año, que estuve en una diplomado de medios digitales y páginas multimedia, en la U.N.A.M., señaló el maestro –un alto ejecutivo de la Nissan- que con un solo smartphone, se estaba comunicado desde cualquier parte del mundo, siempre y cuando el internet fuera base pilar de ello. No necesitabas de otros aditamentos para desempeñarte como comunicólogo o periodista.
Para entendernos un smartphone, cuenta con todos los elementos, herramientas y programas técnicos digitales para poder postear, diseñar y plasmar, tus notas periodísticas en cualquiera de tus portales o Redes Sociales.
El periodismo impreso, como los libros, no desaparecerá; pero siempre se mantendrán en otro margen. Ello tiene sus precisas explicaciones científicas y sociológicas. Para el hombre que se adapta a los avances científicos y tecnológicos, abrevará en lo que mejor se acomode a sus tiempos laborales y de ocio.
Hoy la interactividad en el periodismo digital y las páginas multimedia empodera a los usuarios-lectores no solo a la hora de interesarse por el contenido, sino también para que puedan controlar su experiencia o escoger el aspecto de una historia o de una información por su cuenta, si es que buscan tomar un camino distinto o indagar un poco más. Un lector empoderado y preparado académicamente, se convierte en un pilar referencial por sus observaciones escritas o posteadas bien en sus portales o muros de Redes Sociales.
Muchos de los periodistas más bien fungen de redactores o de críticos, se ha convertido en un mero hacedor de noticias y que sigue una línea política determinada por el medio en el que trabaja. Los comunicólogos algunos han convertido o lo mismo fungen como administradores de la información, relacionistas públicos, monitoreo de noticias o productores gerentes de información.
Tal como lo expuso el filósofo vienés Ludwig Wittgenstein: “El mundo es la totalidad de los hechos”. Estamos en un mundo nos guste o no, donde el internet es el patrón de los hechos; pero también ha creado espejismos inmensos del mundo social y material domesticable, digerible, abreviado, racionalizado y ordenado para billones de personas interconectadas a sitios. Por ello, viene una nueva época donde el periodismo, va y debe transformarse, para un mejor bienestar social. Porque en México, no ha servido para ello. Por las ventajas y desventajas de honestidad, la violencia y el terror.
Comunicólogo o periodista que no se prepara académica y culturalmente para enfrentar los cambios político-sociales, se rezaga. Los dictados de las tecnologías, se transforman y se adecúan programas. Las “tecnologías del entretenimiento”, nos manipulan a través de la economía, que es el medio más simple para racionalizar la vida humana. Y, allí hay que estar alerta.
Quién no maneja las tecnologías de la información, no tan solo se rezaga, se atrasa y aletarga. Pierde.
*sin.marca@gmail.com
@GradoCero_Gro
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