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Héctor Contreras Organista

 LAS “MANCHITAS” DE LOS TIGRES
Algunos gobernantes hacen suponer, mediante acciones impropias de su investidura, que si no son ellos quienes salen al frente de tal o cual asunto, los problemas de su ámbito, no se resolverán.
Esto, visto de una manera práctica desde la barrera, los exhibe como ansiosos; y la ansiedad los obliga a incurrir en falta de percepción en contra de ellos mismos, afectando de paso a sus gobernados o en sí a la especie que administran, descuidando un aspecto fundamental de la política en el arte de gobernar: Delegar responsabilidades.
El caso más reciente le sucedió a mi tocayo cuando encaró así, abiertamente, al senador guerrerense Ríos Píter. Lo llamó cobarde, lo que hace suponer que se llevan “pesado”. Las reacciones ante el espectáculo político exhibido en twitter, de inmediato provocó reacciones, las no convenencieras y sinceras, criticando a Héctor, por olvidarse de su investidura y por el espectáculo de pobreza política que dejó ¡otra vez! mal parado al estado de Guerrero ante la opinión pública y por la fatalidad de la inmadurez de dos de sus acólitos guerrerenses: Lo menos que se dijo es: “Por sus frutos los conoceréis”.

¿Por qué esos bochornos?
Justamente por eso, por no delegar responsabilidades. 
El jefe, cuenta con todo un aparato lujoso y caro de gobierno; una estructura de profesionistas y políticos del más alto nivel… hasta un ex embajador le acompaña como secretario general de gobierno, con toda su trayectoria, inteligencia y experiencia política; tiene a la mano el jefe un organigrama donde ejércitos de servidores públicos pudieron haber salido a dar la cara ante los comentarios y crítica del senador para enfrentarlo, pero no. Salió el gobernador… a decirle cobarde. 
¿Políticamente cuánto, a la larga, le va a pesar al estado de Guerrero ese calificativo?
La mecha encendió allá en “los cafeces” y comederos políticos de la capital del país por propios y extraños ya que lo menos que dijeron fue lo que Beto Morlet aquí calificó como “niñería”. 
Otro pésimo ejemplo de ese tipo de desliz, corre a cargo del protagónico alcalde de la capital del estado de Guerrero. 
Hasta donde se sabe, el ayuntamiento cuenta o debería contar con síndicos y regidores, funcionarios y colaboradores en cada una de las áreas que deben y tienen que trabajar a favor de la ciudadanía, ¿pero…?
El pero es que da la impresión que el edil, personalmente, obligado por la ansiedad, pretende resolver todo. 
Pero, a un año de distancia de asumir el cargo, “todo mundo” habla de que se le hizo bolas el engrudo. Lleva un año en el limbo y no sabe por dónde empezar… y menos cómo resolver problemas.
Ayer, 28 de septiembre de 2016, se presentó ante una comisión del Congreso del Estado a pedir auxilio. Las diputadas que lo escucharon, al responderle le repitieron lo que le han publicado en sus comentarios los periodistas: Que la solución al grave problema de la basura que afecta a Chilpancingo está entre los presidentes municipales de Tixtla, Zumpango y él.
Pero el alcalde, en su momento, teniendo regidor de Ecología, síndicos, funcionarios responsables del área para solucionar el muy grave problema, “apechugó” personalmente el asunto; y… no hay solución. Él, se ve, lo quiere resolver todo pero… No sabe delegar responsabilidades.
Al señor alcalde –ya se lo publicó mi maestro periodista Baltazar Jiménez con todas sus letras- lo que lo afecta, es su soberbia. 
Huérfano de humildad para el diálogo con los ediles de Zumpango y Tixtla, que consta a sus gobernados, son personas de muy amplio criterio y políticos de tiempo completo. 
Pero el edil local, suponen algunos, algún trauma debe padecer o alguna tara lo agobia, porque se niega a dialoga con ellos y afirma, aun en el Congreso del estdo, que son esos ediles (Zumpango y Tixtla) quienes “atoraron” el problema, cuando a estas alturas, ya Mario Moreno –ex alcalde de Chilpancingo- informó al periódico LA CRÓNICA/Vespertino de Chilpancingo que dejó todo “en orden y paz” en su administración para que el basurero de Matlalapa comenzara a operar sin ningún problema. ¿Por qué no operó? Porque, afirman periodistas honestos como don Bltzar Jiménez, que el alcalde de Chilpancingo enredó todo, todo, todo… 
El presidente municipal de Chilpancingo, sin delegar responsabilidades en nadie, personalmente  quiso, ayer, pasar “la pelota” al Congreso del Estado de donde le dijeron claramente que allí no le van a resolver lo que corresponde solucionar al ámbito municipal.
Le dijeron de frente las legisladoras que particularmente a él pertenece la solución de la basura, que para eso lo eligieron alcalde. 
Delegar responsabilidades es muy importante, sobre todo en política, porque a veces…  

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