COLUMNA
De Frente
Será curioso: ¿De qué se
ríe, señor senador Ríos Piter?
Miguel Ángel
Mata Mata
El senador
Armando Ríos Piter lanzó el primer disparo: “1797 homicidios dolosos en lo que
va del gobierno de Héctor Antonio Astudillo Flores”. Al redactar el tuit lo
hizo con una sonrisa en los labios. Sabía que recibiría respuesta inmediata y
que un aparato se movería para hacerle propaganda gratuita. Lo ha conseguido
pero ¿de qué se ríe señor Senador?
Hace algún
tiempo el poeta Mario Benedetti habló a uno de esos sicarios del mal quienes,
con una sonrisa, ocultan sus oscuras intenciones. De esos a los que Serrat
describe como los que llevan doble vida y a quienes probablemente en su casa
les recordarán, como muchachos de buenas personas, que robaban flores para
regalarle a sus mamás.
(Seré
curioso)
En una exacta
foto del
diario
señor
ministro
del imposible
vi en pleno
gozo
y en plena
euforia
y en plena
risa
su rostro
simple
seré curioso
señor
ministro
de qué se ríe
de qué se ríe
La numeraria
mortal da escalofríos al contar los homicidios de alto impacto ocurridos
durante la estancia de diez años de gobiernos perredistas en Guerrero. Han
muerto a balazos Amado Ramírez y otros quince periodistas. Fueron ejecutados el
diputado panista Jorge Bajos y otra veintena de políticos. Le metieron dos
tiros en la cabeza a Armando Chavarría Barrera, quien se perfilaba como
candidato a gobernador por el PRD.
Fue ejecutado
Julio Carlos López, subdirector de la policía judicial en Guerrero y quien
había sido coordinador operativo de la Agencia Federal de Investigaciones.
Normalistas de Ayotzinapa fueron muertos a tiros y desparecidos en dos instantes:
tres en Chilpancingo y luego 43 en Iguala. Y así por el estilo. ¿De esto se ríe
señor Senador?
de su ventana
se ve la
playa
pero se
ignoran
los
cantegriles
tienen sus
hijos
ojos de mando
pero otros
tienen
mirada triste
aquí en la
calle
suceden cosas
que ni
siquiera
pueden
decirse
El perredista
Zeferino Torreblanca Galindo jamás quiso esclarecer el homicidio de quien fue
su adversario político, Armando Chavarría Barrera. Al concluir su
administración argumentó que faltaba tan solo el uno por ciento para esclarecer
el crimen.
Luego llegó el
perredista Alberto López Rosas como procurador y escuchó la confesión de un
comandante de la policía judicial. No le detuvo. Le dejó ir. Luego apareció el
cuerpo de éste hecho cachitos a las puertas de lo que hoy es el edifico de la
fiscalía. ¿De esto se ríe señor Senador?
los
estudiantes
y los obreros
ponen los
puntos
sobre las íes
por eso digo
señor
ministro
de qué se ríe
de qué se ríe
Primero fue un
diciembre. Luego un septiembre. En la autopista mataron a dos normalistas y un
despachador de la gasolinera ubicada frente al Parador del Marqués. Luego a
tiros quitaron la vida a seis y han hecho desparecer a 43 en Iguala.
Del primer caso
la impunidad cubrió con su millonario manto al ex procurador Alberto López
Rosas quien evidenció ser experto leguleyo. Con el dinero del gobierno del
estado hasta un libro edito para querer limpiar sus manos de sangre. ¿De esto
se ríe señor Senador?
usté conoce
mejor que
nadie
la ley amarga
de estos
países
ustedes duros
con nuestra
gente
por qué con
otros
son tan
serviles
cómo
traicionan
el patrimonio
mientras el
gringo
nos cobra el
triple
De los seis
normalistas asesinados y los 43 asesinados en Iguala a manos de las policías
municipales de Cocula, Huitzuco e Iguala, con la complacencia del gobierno
perredista de Ángel Aguirre, la justicia aun no llega. Los muertos ya lo están,
pero los desaparecidos nomás no aparecen. Por ello hay decenas de detenidos que
respondían al mando de un amigo del senador. Un señor llamado José Luis Abarca.
¿De esto también se ríe, señor senador?
cómo
traicionan
usté y los
otros
los adulones
y los seniles
por eso digo
señor
ministro
de qué se ríe
de qué se ríe
aquí en la
calle
sus guardias
matan
y los que
mueren
son gente
humilde
Los sicarios que
matan por la famosa cuota aun siguen aquí. Llegaron, curiosamente, durante esos
diez años de terror de los amigos perredistas del senador.
Una perla: el
amigo y socio el senador Ríos Piter, Zeferino Torreblanca Galindo, abdicó con
vergonzante frase: “Ni quiero, ni puedo, ni debo”, dijo al responder a quienes
criticaban su abúlico trato al fenómeno de la violencia que se inauguró en
Guerrero con la llegada de él mismo al poder. ¿De esto también se ríe, señor
Senador?
y los que
quedan
llorando de
rabia
seguro
piensan
en el
desquite
allá en la
celda
sus hombres
hacen
sufrir al
hombre
y eso no
sirve
después de
todo
usté es el
palo
mayor de un
barco
que se va a
pique
Trabajadores
mineros secuestrados y asesinados. Empresarios en huida o sometidos bajo el
fuego de las armas. Miles de desplazados por la violencia. Un presidente
municipal en funciones, Ambrosio Soto Duarte, cazado durante la noche en un
camino oscuro en Tierra Caliente. Un gobernador baleado mientras cenaba en la
costera por los norteños que llegaron al inaugurarse los gobiernos perredistas.
Miles de desaparecidos por la violencia que trajeron los gobernadores socios
del senador del mismo partido.
Son dos
Guerreros construidos por los gobiernos del Partido de la Revolución
Democrática en diez años de un festín de lujuria, ambición, saqueo y muerte.
El primero tiene
llagas y miserias humanas insensibles al llanto de los que sufren y el otro es
de ambiciosos políticos con anhelos de hacerse del poder para abrir de nuevo el
camino a los que han comenzado a ser detenidos por policías estatales y
federales. ¿De eso también se ríe, señor senador?
seré curioso
señor
ministro
de qué se ríe
de qué se
ríe.
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