COLUMNA

Cosmos

Héctor Contreras Organista





 14 DE SEPTIEMBRTE, DÍA DEL LOCUTOR
 La Asociación Nacional de Locutores de México (ANLM) seleccionó el 14 de septiembre para festejar, desde hace muchos años, “El Día del Locutor”.
 El 26 de mayo de 1961 salió al aire la estación de radio XELI, Voz del Sur S.A., primera emisora establecida en Chilpancingo.
Un puñado de jóvenes, invitados por don Hermilo Castorena Noriega, y otros que acudimos a solicitar nos diera la oportunidad de trabajar, de participar en el nacimiento de la estación radiofónica, haciendo las veces de locutor. 

 Un par de meses antes, en marzo del 61 la XELI salió al aire, en vía de pruebas.
Algunos de los iniciadores como Sergio Partearroyo Baranda, Antonio Bustos Yoteco y Teodoro Calixto se retiraron muy temprano de la emisora, porque habían concluido estudios profesionales y eran llamados por su vocación magisterial.
Otros, atraídos por la obsesión del micrófono, nos quedamos en lo que se convertiría en la “Estación de la Gran Familia Guerrerense”, pero también en nuestra Escuela Radiofónica, aprendiendo a anunciar, a leer noticieros, a entrevistar, a participar en eventos de control remoto o como maestros de ceremonias. 
Fuimos pioneros de actividades de Comunicación Social no conocidas, no ejercidas en nuestro querido Chilpancingo, pero a pesar de ignorar todo lo relacionado con la radiodifusión, en el yo interno sentíamos que algo magnífico habría de ocurrir.
Y por ello hubo atención, constancia y obediencia a una férrea disciplina y disposición de “sentir el micrófono”, de disfrutar de los quehaceres que se nos encomendaron dentro de la cabina de transmisiones. 
 Era obvio que se presentarían complicaciones, para vencerlas. 
Ello nos sirvió para entrar por una puerta estrecha llena de muchas complicaciones, y entonces, sin llevar más herramienta que la intuición como brújula de cómo deberían hacerse las cosas, y las ganas de salir bien librados de cuanto reto saliera al paso, nacieron las acciones que nos regalarían al correr de los años la experiencia y la satisfacción maravillosa de abrazar un quehacer apasionante: ¡Ser locutor!, capacitados para trabajar en cualquier estación, grande o pequeña de radio, como final y satisfactoriamente sucedió. 
Pero en esas horas de 1961 no nos dábamos cuenta de ello, hasta que incursionamos en emisoras de otros lugares y allá valoramos la capacitación adquirida en XELI, no sólo para el micrófono sino también en producción publicitaria, continuidad y administración en general, de cómo se debe desplazarse con éxito un locutor en cualquier estación de radio.
Lo que pudimos conocer fue al calor de la extensión que produjo la vivencia de la época bohemia del radio en México de los años 30, 40 y 50.
En materia musical, por ejemplo, en los años 60, alcanzamos a presentar programas de Jazz, Danzón, Chachachá, Boleros, Tangos, Blues, Corridos y Rancheras, Música Instrumental y nuestra entonces incipiente música guerrerense, que por cierto, hasta la fecha no ha sido rebasada. 
Nos tocó la brillante oportunidad de ser el “puente” para conectar esa vieja época con la llegada del Rock and roll, el Bosanova, el Surff, la Balada y el Twiss. 
Mayo de 1961
Con el establecimiento de la primera estación de radio en Chilpancingo, la XELI, que tuvo lugar el 26 de mayo de 1961, nacieron nuevos oficios y profesiones en la capital del estado de Guerrero: locutor, discotecario, operador, continuista, productor, publicista, grabador, guionista y reportero radiofónico.
En esos entonces nada se sabía de la existencia del Día del Locutor que fue creado, hasta donde se tienen noticias, por la Asociación Nacional de Locutores de México (ANLM), habiéndose seleccionado el 14 de septiembre para festejar esa fecha, teniendo como slogan la frase: “Por el derecho de hablar con apego al Derecho”.
Desde los inicios de esa actividad en México, ser locutor ha resultado un oficio apasionante. El locutor debe ser dueño de un sinnúmero de virtudes para ser bien aceptado entre los radio escuchas, comenzando por el timbre de su voz, cadencia en la expresión, ritmo, claridad, intensidad y profundidad, todo apoyado en conocimientos básicos de cultura general.
Algunos locutores han iniciado en la cabina radiofónica desempeñando el oficio común de presentadores de música, anunciando títulos de melodías o canciones y el nombre de sus intérpretes. Gracias a su entusiasmo por ir siempre adelante logran sobresalir en algunas especialidades, en tareas de cronista radiofónico y casi de inmediato pasan a la televisión.
Fernando Alonso Avilés, es el más pulcro ejemplo de esa actividad, hace muchos años comenzó en Iguala narrando “como jugando” los encuentros deportivos del célebre y celebrado equipo de futbol “Unión-Iguala” en sus clásicos encuentros contra el equipo “San Isidro”, de Taxco, de trayectoria inolvidable o contra el legendario “Universidad Rojo”, de Chilpancingo. 
Se sabe que en Tixtla nació hace varios años otro de los respetados señorones del micrófono, Jorge Zúñiga, voz inconfundible en la publicidad nacional de “La rubia que todos quieren”, producción publicitaria creada por otro enjundioso chilpancingueño, Waldo Cervantes, autor de un slogan también muy popular en México: “Una gota de agua nos está quitando el sueño”.
La ciudad de Chilpancingo aportó desde los años 60 voces de algunos locutores que abrazaron esa apasionante actividad logrando crearse un perfil profesional que cultivaron con mucha paciencia, llegando, después de infinidad de esfuerzos, a quedarse en la aceptación del público que al paso de los años los recuerda con cariño. Aunque irremediablemente muchas voces se han olvidado.
Con motivo del Día del Locutor en este año 2016 “y ahora que aún perfuma el recuerdo”, como dice la hermosa canción La Flor de la Canela, acudimos a examinar la empolvada y un tanto agrietada memoria para recrearnos en la evocación, siempre grata, alentadora y ejemplar de ellas y ellos, locutores de indiscutible calidad que transformaron con su aportación la vida chilpancingueña. 
LA PRIMERA ESTACION DE RADIO EN CHILPANCINGO
Chilpancingo, Guerrero tuvo su primera estación de radio a partir del día 26 de mayo de 1961, cuando salió al aire la XELI, Voz del Sur, S.A.
Instalada su planta, antena y cabina de trasmisiones en el kilómetro 273 de la carretera nacional México-Acapulco, al sur de la ciudad, la XELI constituyó una gran novedad entre los chilpancingueños.
Por vez primera la capital del estado contaba con una estación de radio local ya que hasta ese año sólo se captaban las estaciones que transmitían de la ciudad de México y de vez en vez se recibía la señal muy débil de la XEBB, Radio 600 de Acapulco.
La primera planta de trabajadores estuvo encabezada por el señor Hermilo Castorena Noriega, originario del puerto de Veracruz quien llegó a Iguala y posteriormente a Chilpancingo en los años 40, al haber sido designado por la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, administrador de la Oficina de Telégrafos.
En la ciudad de Iguala colaboró don Hermilo en la estación de radio XEKF, que fue inicialmente concesionada a un grupo de telegrafistas –después la compraron los hermanos Garrido, originarios de Chihuahua-, donde dio testimonio no sólo de su bien timbrada voz de locutor sino de su creatividad e interés por la poesía y el periodismo. 
El arquitecto Nabor Ojeda y Aguayo, autor del proyecto del edificio que albergaría las instalaciones la primera emisora de Chilpancingo, presentó a su paisano Hermilo Castorena Noriega con los ingenieros Ricardo y Adolfo Carrión Arroyo y Modesto Basurto Negrete, concesionarios de la misma, quienes lo invitaron para que se hiciera cargo de la gerencia.
Un par de meses antes del 26 de mayo de 1961 la XELI salió al aire “en vía de pruebas”, transmitiendo solamente música. En los preparativos estaba la obvia contratación de personal para lo cual el gerente tuvo la idea de no contratar locutores profesionales sino convocar a jóvenes guerrerenses con inclinaciones a la locución para que formaran el stock de anunciadores.
El equipo de transmisiones y la consola de operaciones fueron construidos por el ingeniero Carlos Caballero, bajo la marca Cicesa (Alta Fidelidad).
PRIMERA GENERACION DE LOCUTORES
La primera planta de locutores de XELI la integraron Sergio Partearroyo Baranda, Miguel Ángel Zapata Vázquez, Fabiola Acevedo Tena, Antonio Bustos Yoteco, Francisco Meneses Téliz, Teodoro Calixto Díaz, Bernardo Camarillo Montes, Sergio Alvarez Calleja y Héctor Contreras Organista.
En la gerencia y a cargo de algunos programas estuvo don Hermilo Castorena Noriega; el técnico de la emisora fue don Jesús Romero Salas y como velador el señor Félix López. Las oficinas de la administración de telégrafos servían también como oficinas de la estación de radio y estaban ubicadas en la esquina que forman las calles de Juan Álvarez y República de El Salvador.
La primera voz que “salió al aire” fue la de Miguel Ángel Zapata Vázquez debido a que con exactitud los locutores no sabían “cuáles botones moverle” a la consola. Accidentalmente Zapata Vázquez accionó la llave que “abre” el micrófono, y desde el exterior don Hermilo gritó: ¡Ya se oye, ya se oye! 
Antes se registra una anécdota. Encendieron el equipo de transmisiones, y de pronto los enormes bulbos QB5 del equipo comenzaron a ponerse rojos, como si se fueran a incendiar. Todos los locutores salieron corriendo del edificio pensando que aquello iba a explotar. Por fortuna llegó don Jesús Romero quien les explicó que era normal que los bulbos adquirieran ese color. 
LOS PRIMEROS PROGRAMAS
Fabiola Acevedo Tena, Sergio Partearroyo Baranda y Miguel Ángel Zapata Vázquez llevaban discos de su propiedad a la cabina para elaborar sus programas de “música variada”. La discoteca de la emisora contaba con unos cuantos acetatos de 78 revoluciones por minuto; de 33, los llamados long play, y de 45 rpm. 
Las primeras transmisiones comenzaban a las 7 de la mañana y terminaban a las 11 de la noche. Después se cambió el horario. La XELI salía “al aire” a las 6 de la mañana y se apagaba el equipo a las 10 de la noche.
Los programas pioneros fueron de alguna manera copia de la barra de transmisiones de Radio Cadena Nacional (RCN) cadena radiofónica a la que la emisora fue afiliada. Por ello había una especie de “Correo Musical” y se le aplicaron atractivos titulares a otros programas como “Despertar Suriano”, “Festival de la Música Moderna”, “Canciones en la Noche”, “Atardecer Musical”, etcétera.
La Universidad Autónoma de Guerrero, la Sociedad Médica de Chilpancingo y la Secretaría de Educación Pública fueron las primeras instituciones en solicitar espacio semanal para transmitir programas. El maestro don Carlos Rodríguez Díaz y Luisa Urizar, su esposa, transmitían “La Hora de la Universidad”, donde hizo su debut como locutor Amín Zarur Ménez. La Sociedad Médica tuvo una revelación extraordinaria cuando el Dr. Jesús Astudillo leía poemas en su programa, con voz muy educada y de magnífico timbre.
Alberto Elías Nava Rosendo fue invitado por la XELI para convertirse en el primer reportero radiofónico en Chilpancingo. Después de un breve tiempo de contribuir con su información diaria sería relevado por el periodista don Ángel Chávez Navarrete (“Chavitos”) debido a que Nava Rosendo se iría a desempeñar el cargo de Juez de Primera Instancia en un municipio de la Costa Grande de Guerrero.
Don Efrén Leyva Adame fue comentarista pionero. Los sábados a los 8 de la mañana presentaba su programa de Educación Vial. 
Estacionado frente a la caseta de la XELI, don Efrén hacía sonar la sirena de su Jeep-patrulla, efecto de sonido que identificaba su interesante programa. 
Los sábados a las 10 am se transmitía “Mosaico Cultural”, escrito por el admirado Profesor Rigoberto Pérez Arteaga
Los programas “en vivo” fueron protagonizados por valiosos artistas como don Eliseo (Licho) Calvo que cantaba canciones de su autoría, como “Azucena” y muchas yucatecas. Pepe Castañón, con su producción musical inagotable; el compositor Hugo Cabrera que cada día componía una canción, y qué decir de José Luis M. Ramírez que desbordaba emoción en todas sus interpretaciones.

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