PRIMERA PLANA

Médicos “patito” en IECan,

y exigen auditoría federal

Javier Francisco Reyes.—Por lo menos 13 profesionistas  que laboran en el Instituto Estatal de Cancerología  “Dr. Arturo Beltrán Ortega” del puerto de Acapulco, de los cuales 10 están siendo cuestionados como totalmente ilegal e indignante, pues son personas sin la academia formal se encuentren dando consulta, recetando y realizando cirugías sin tener la especialidad en oncología y sin contar con la preparación requerida por ley, por lo que  demandan cese definitivo y una auditoria federal. 

Un grupo de trabajadores que pidieron omitir su identidad por temor a represalias, hicieron llegar a la redacción de La Crónica, Vespertino de Chilpancingo una queja en la que exponen  el problema y demandan la intervención las autoridades del Poder Ejecutivo y Salud para corregir las deficiencias.

Indican “hemos dado a conocer algunas de las tantas irregularidades que se llevan a cabo en el Instituto Estatal de Cancerología “Dr. Arturo Beltrán Ortega” (Acapulco Guerrero), de manera constante se ha solicitado la revisión de todo el personal en cada una de las áreas, se ha exigido solución a actos de prepotencia y despotismo hacia los pacientes, sin ver acciones que resuelvan.

Los quejosos en primer lugar hacen un llamado de emergencia al gobernador del estado el priista Héctor Antonio Astudillo Flores, así como al secretario de salud Carlos de la Peña Pintos; al director general del IECan Jorge Eblem Azar Silvera, al director administrativo del IECan Nelson Edwin Rodríguez Cisneros, al gobierno federal y a los medios de comunicación.

Los denunciantes evidencian a los supuestos “doctores especialistas” a cargo de pacientes con cáncer en el estado de Guerrero, a los que califican como totalmente ilegal e indignante que personas sin la academia formal se encuentren dando consulta, recetando y realizando cirugías sin tener la especialidad en oncología y sin contar con la preparación requerida por ley.

Destacan los quejosos que esto es delicado, por lo que invitan al público en general y  pacientes,  que antes de poner sus vidas en manos de estos profesionistas, revisen sus cédulas profesionales y no se dejen llevar por lo que se muestra en sus gafetes, por lo que demandan que sean cesados y a la vez se practique una auditoría por el gobierno federal.

Son por lo menos diez  trabajadores del IECan quienes están siendo cuestionados por sus mismos compañeros de su centro laboral del puerto de Acapulco, comenzando con Marí Elena García Alonso, quien cuenta con licenciatura como médico cirujano, con cédula profesional 7401134, pero ejerce como licenciada en medicina general, sin cédula de especialidad alguna, con un alto salario.

Lo mismo sucede con Salomón Reyes Navarrete, endoscopista, con cédula profesional 3445626, no es gastroenterólogo, mucho menos cuenta con cédula de especialidad en gastroenterología oncológica, además de que no trabaja, su productividad es mínima, realiza de 5 a 7 procedimientos durante toda la quincena. 

También señalan a Evelín Margarita Morales Flores, cuenta con licenciatura como médico cirujano,  tiene la cédula profesional 7647705, ejerce como licenciada en medicina general, no cuenta con cédula de especialidad en pediatría, mucho menos en pediatría oncológica, sin embargo atiende niños con cáncer.

En tanto que María Esthela Cuevas Moctezuma, tiene la licenciatura como Médico Cirujano, cuenta con cédula profesional 4214530, es licenciada en medicina general, sin cédula de especialidad alguna, no cuenta con especialidad de radiología e imagen, que es la que realiza e interpreta estudios de diagnóstico en los pacientes con cáncer.

Respeto a Julio César Peña Gutiérrez, ginecólogo obstetra, con cedula profesional  6595703, no cuenta con cédula de especialidad en ginecología oncológica y lo mismos sucede con Omar Fernández Sandoval, urólogo, con cedula profesional 3626125, no cuenta con cédula de especialidad en urología oncológica, además da pésimo trato a los pacientes y continua ausentándose del instituto dentro de su horario de trabajo, y también está a cargo de un servicio que cubre el programa de gastos catastróficos.

Sobre Martha Lourdes Solís Sánchez, tiene licenciatura médico cirujano, con cédula profesional 1781384, pero es licenciada en medicina general, sin cédula de especialidad alguna, no cuenta con especialidad en anestesiología,  se encarga de administrar anestesia a los pacientes oncológicos (pediátricos y adultos) sin ser anestesióloga.

En cuanto a Sandra María Fajardo Hernández, especialidad en cirugía general, con cédula profesional  7451063, no cuenta con especialidad en cirugía oncológica.

Cuenta con licenciatura como médico cirujano, Palber Plata Núñez, con cedula profesional 1082676 y es licenciado en medicina general, sin cédula de especialidad alguna, además labora en el Instituto Mexicano del Seguro Social y se promociona de manera privada como especialistas en oncología.

Los denunciantes también revelan que Sergio Ricardo Novello, tiene la licenciatura como Médico Cirujano, con cedula profesional 5571001, es licenciado en medicina general, sin cédula de especialidad alguna, pero se hace pasar como radioterapeuta oncólogo y tiene el “cargo de jefe de división”.

También recomiendan que se verifique y se comparen las cedulas de verdaderos especialistas en oncología, Santos Olivares Pineda, especialidad en cirugía Oncológica (Adultos), con cédula profesional 7440478.

Lo mismo debe ser con Abelardo Medina Martínez, especialidad en Cirugía Oncológica (Adultos), con cedula profesional 4412375 y de Oscar Alvarez Palacios, especialidad como Oncólogo Pediatra, con cedula profesional 3272699

Los quejosos afirman que  el Instituto Estatal de Cancerología «Dr. Arturo Beltrán Ortega» con residencia en Acapulco, definitivamente no merece situarse en un tercer nivel, ya que carece de personal acreditado legalmente.

Alertaron que con estas deficiencias, las actuales autoridades del Instituto, pretenden conseguir la certificación con un equipo de médicos con información falsa, además de que ya están engañando a los pacientes y  población quienes confían en su supuesta especialidad de los galenos especialistas.