POLICRÓNICA

   Omisión…Los trabajadores del Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense de Chilpancingo, enfrentan la omisión del gobernador del estado y del dirigente estatal del sindicato, han estado protestando y exigiendo la destitución del director del nosocomio, y hasta el día de hoy han sido ignorados.

Cuando hablamos de la omisión, en derecho, es una conducta que consiste en la abstención de una actuación que constituye un deber legal. Cumpliéndose los requisitos legales, la omisión puede constituir un delito, cuasidelito o una falta. La doctrina subraya que la omisión se refiere a deberes legales de actuar y no a deberes puramente morales. También pone de relieve la doctrina que los delitos de omisión son delitos imprudentes en los que la inacción o abstención no se produce por una directa determinación volitiva, sino por falta de diligencia debida. Es exactamente en la que está incurriendo el gobernador por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Héctor Antonio Astudillo Flores y el secretario general del Sindicato Unico de Servidores Públicos del estado de Guerrero (SUSPEG), Adolfo Calderón Nava, ambos se han colocado en la pared de la omisión, por lo que se les puede fincar responsabilidades al no atender el problema, no tanto de los trabajadores, si no de las denuncias de los especialistas y de los ciudadanos que hacen uso de los servicios, pues es una cuestión de salud netamente. Desde hace varias semanas los trabajadores sindicalizados del Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense, con residencia en Chilpancingo, para comenzar reprocharon al dirigente del Comité Ejecutivo Central (CEC) del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), Adolfo Calderón Nava, porque “nos ha abandonado en nuestra lucha”. Casi desde el inicio de presente año,  médicos, enfermeras y trabajadores administrativos de ese nosocomio en diversas ocasiones han realizado protestas en dependencias del gobierno estatal, en demanda de la destitución del médico Adiel Molina Bello como director, porque los ha tratado de manera “déspota y prepotente” durante seis años que ha estado en el cargo. En ese contexto, el enfermero Barut Vicente Miranda Ventura cuestionó: “no sé de qué nos sirve ser afiliados al SUSPEG, cuya dirigencia no ha hecho nada por nosotros”. Efectivamente Calderón Nava, se hace el omiso y cómplice de las irregularidades que está cometiendo  Molina Bello, quien  fuera ratificado por el gobernador Astudillo Flores, sin tomar en cuenta una investigación sobre la conducta del galeno.  Ahora los trabajadores argumentaron que del problema que están viviendo en el Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense ya tiene conocimiento Adolfo Calderón Nava, pero éste dirigente es omiso, puesto que en  varias ocasiones se han reunido y conversado con él sobre su problemática; sin embargo, “no hemos tenido ninguna respuesta favorable”. Ese es el sentir de los trabajadores del Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense quienes sin temor a equivocarse el SUSPEG es un “organismo patronal” o “sindicato blanco”, ya que no defiende los derechos de los trabajadores cuando tienen un problema laboral, como el que se está viviendo últimamente en ese lugar de esta capital; doctores, especialistas, enfermeras y cirujanos, se han estado movilizando con bloqueos y hasta haciendo presencia su protesta en las entradas principales de la residencia oficial de “Casa Guerrero”, pero el mandatario se hace el omiso con la exigencia de destituir al director Adiel Molina Bello. Alrededor de 300  trabajadores están inconformes por la mala administración de Molina Bello durante seis años, por ello ha estado bloqueando ambos carriles del encauzamiento del río Huacapa, a la altura de sus instalaciones, lo que ha provocado un congestionamiento vehicular. Las manifestaciones han sido representativas  y hasta el día de hoy no han paralizado actividades para no afectar a los derechohabientes del Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense, por ello el resto de los trabajadores siguen laborando normalmente para no afectar a la ciudadanía. Sin embargo a consecuencia de la omisión del mandatario estatal y el dirigente del SUSPEG, podría provocar un paro total de las actividades para que les hagan caso en su demanda de más de 300 trabajadores y de esa manera lograr que sea destituido Adiel Molina Bello, tras ser ratificado nuevamente por Astudillo Flores como director general,  y es necesario que se asigne un nuevo directivo sin importar quien sea. Todo porque  Molina Bello nunca se encuentra en las instalaciones del hospital e incluso cuando surge algún problema no se presenta para solucionarlo, y en su lugar envía a otros doctores para que lo hagan. Además está comprobado de que el médico-funcionarios, practica la explotación laboral, ya que a algunas doctoras y enfermeras las hace trabajar doble turno, pero solo les paga uno. Lo más criticable, sostienen los impugnadores trabajadores: “Siempre que queremos una audiencia con el director nos dicen que no está, pues siempre se la pasa fuera del hospital y no sirve como director, por eso queremos la designación de un nuevo director”. Tan protegido que se siente Molina Bello, y no se sabe, porque Astudillo Flores, no ha sido sensible con la demanda de los inconformes, que el propio galeno cuestionado los ha amenazado con quitarles sus contratos si continúan las movilizaciones para exigir su destitución, además de que retiene las suplencias que piden y sus pagos. Ha sido tan grande la desesperación de los inconformes, que han hecho protestas en las puertas puertas de “Casa Guerrero”  buscando ser atendidos por el mandatario, pero no han sido atendidos por ningún funcionario, ni siquiera el mismo Héctor Antonio Astudillo Flores se ha acercado para ser escuchados en sus planteamientos, por el contrario ha incurrido en la omisión. Otras irregularidades del director del nosocomio que “sus secretarias” ganan más que los mismos trabajadores, por lo que piden a las autoridades correspondientes que se realice una investigación. Además los trabajadores que llevan más de 10 años de antigüedad laborando en el hospital, no han recibido bonos y el retroactivo desde que iniciaron a trabajar. Hasta este día tampoco ha intervenido el Secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, como cabeza de sector del área de la salud, ya que legalmente los hospitales operan como organismos descentralizados, pero tiene la obligación de intervenir para mediar en el conflicto, pero no ha hecho nada  a favor de la clase trabajadora inconforme. Entonces estamos frente a un gobernador, un dirigente sindical y un funcionario del sector salud, en la que están actuando de manera omisa, que podría generar mayores conflictos en un hospital cada día va en decadencia, porque no hay una atención a los problemas, tanto que los especialistas han denunciado que el banco de leche no reúne las condiciones de higiene y seguridad, por lo que no descartan que el producto lácteo esté contaminado, por ende se convierte en un foco de contaminación de alto riesgo. Antes de que ocurran otras cosas, es necesario la intervención del jefe del ejecutivo estatal, si no quiere enfrentar cuestionamientos de omiso y que podría generarle conflictos mayores, como una recomendación de las Comisiones de Derechos Humanos a nivel estatal y nacional, porque lo que están denunciando los propios trabajadores es grave y hasta el día de hoy no ha sido atendido como un problema de alto riesgo para la salud de los guerrerenses y lo peor, que el nosocomio está en plena capital del estado de Guerrero, Chilpancingo…Ocultamiento…En esta ocasión hubo ocultamiento de que vendría a Acapulco, el secretario de Gobernación federal, Miguel Angel Osorio Chong a hacer una evaluación de la inseguridad que está viviendo, no solo Acapulco, sino todo el estado de Guerrero, en la que participó el gobernador priista, Héctor Antonio Astudillo Flores, y como ya va siendo costumbre, su Directora General de Comunicación Social Erika Lorena Lürsh Cortés, dejó de invitar a la prensa, sobre todo a la crítica, y más aún, no permitió el acceso, nada más sus allegados y afines. Esa política de ocultamiento, se va volviendo ya costumbre en el gobierno de Astudillo Flores, enemigo de la transparencia y rendición de cuentas. Hasta entrada la tarde de ayer, se conoció que se celebraría una reunión del gabinete federal de seguridad  en Acapulco, encabezado por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. El objeto fue hacer una evaluación del tema en Acapulco y en el estado luego de que, de acuerdo con recuentos periodísticos, en ocho días ocurrieron 36 asesinatos dolosos sólo en el puerto. A la mesa de “balance” y “revisión” de una situación que preocupa y agobia a la mayoría de los ciudadanos, el gobierno del estado decidió no invitar a los medios informativos que cuestionan la política de seguridad o que dan voz a ciudadanos críticos ante una realidad que los tres órdenes de gobierno se aferran en negar y tratan de soslayar. Los reporteros de los diversos medios de información del puerto, conocieron de ese encuentro, por lo que llegaron al lugar, pese a que no fueron informadas ni invitadas, algo entendible si se hubiera tratado de una reunión a puerta cerrada como al parecer lo fue. Pero luego se conoció que la directora general de Comunicación Social del gobierno del estado, Erika Lorena Lürhs Cortés, seleccionó a media docena de medios afines para darle cobertura a una conferencia de prensa dada por Osorio Chong al término de la reunión, en la que estuvo además del gobernador Héctor Antonio Astudillo Flores, la procuradora General de la República Arely Gómez Martínez, jefes militares, policiacos y de la Marina Armada de México. Los medios que no tuvieron acceso, pero interesados en darle cobertura al evento, tuvieron que recurrir a la “piratería” a tomar una foto del twitter de Astudillo Flores que, con una leyenda como si informara a la gente: “Iniciando la reunión de Seguridad Guerrero, presidida por el Secretario Gobernación @osoriochong”, parece que lo que quiso hacer fue presumir la mesa sobre la cual se discutió el tema de mayor trascendencia para Guerrero. Según la gráfica “oficial de Astudillo Flores”, el mueble decorado con motivos guerrerenses, muestra cuatro rebozos tejidos con la técnica de telar de cintura de la zona amuzga de la Costa Chica. Petates coloridos tejidos en Chilapa de Alvarez, la hacen de tapetes. Un florero de alcatraces hechas con hojas de elotes de la zona nahua del estado y una cabeza de jaguar tallada en madera también chilapeña, adornan la parte baja. De fondo, dos fotos: una de La Quebrada y una panorámica de la bahía de Acapulco. En la foto se aprecian, entre otros, la procuradora General de la República, Arely Gómez Martínez; el general Salvador Cienfuegos Cepeda, secretario de la Defensa; el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el gobernador Héctor Antonio Astudillo Flores. Comienza acrecentarse la discriminación de periodistas por  “La Barbi empachada” de Lürhs Cortés, quien debería construir un andamio de comunicación solido en favor de la imagen del gobierno estatal, por ende hasta del gobierno federal, pero con esas actitudes, flaco favor le está haciendo a su jefe el gobernador Astudillo Flores. No es la primera vez que selecciona a su séquito de comunicadores, ya se está volviendo costumbre, quien sabe con qué intenciones perversas.  Se le olvida a la señora  del glamour de los restaurantes de lujo del puerto que su trabajo es socializar la información que se esté generando para que los ciudadanos estén bien informados. Que gana la señora descolorida con recurrir al ocultamiento de la información, cuando los reporteros buscan todos los medios a su alcance y dan a conocer los sucesos. Luego se quejan las autoridades del estado de que los periodistas desinforman, en lugar de informar, pero quienes provocan el ocultamiento es precisamente el gobierno del estado a través de su responsable de comunicación social Lürhs Cortés, quien prácticamente se ha convertido en la principal piedra que estorba a la labor informativa de los periodistas. De continuar con esta política de ocultamiento, veremos un fracaso en la información veraz y oportuna para darle cobertura a las actividades del poder ejecutivo. Ahora ya sabemos, porque no se permitió la entrada a la  reunión, mucho menos a la conferencia de prensa, porque las inquietudes de los reportes saldría a relucir. De entrada le preguntarían a Astudillo Flores, sobre la aparición de una “narcolona” en la que la que aparece su nombre junto con jefes policiacos. Resulta que ayer fue colgada una narcomanta en un puente peatonal en la colonia Garita de Acapulco, en la que se señala al gobernador por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) Héctor Antonio Astudillo Flores de ayudar con dinero y armas a grupos criminales de Acapulco, quienes tienen además el apoyo de la Policía Federal y del director de la Ministerial. De acuerdo con el reporte policiaco, el hallazgo ocurrió a las 8 de la mañana en el puente peatonal de la colonia referida, debajo del sitio de taxis azul con blanco. En la lona se leía: “Señor Presidente Enrique Peña Nieto, Secretario de Gobernación, Osorio Chong, el empresario Joaquín Alonso Piedra y Gilberto Luna Sánchez, junto con el Gobernador Héctor Astudillo apoyan con dinero armas a la señora Clara Elena Lavorin Archuela y a Eder Jhair Sosa Carbajal, El Cremas o Metro, éstos están trayendo gente de otros estados para aterrorizar el puerto de Acapulco”. Agrega: “Tienen el apoyo de la Policía Federal, Jorge Ornelas Idoñes; Jorge Ramírez El Negro; Nicolas Pérez Martínez; Omar Gallardo Morales, Gope; Luis Octavio Encarnación Pedroza. También el director de la Ministerial los apoyó, Zamora Guevara”. El texto concluye: “Ciudadanía acuérdense que Cremas fue el que inicio los secuestros hace 7 años y decapitó a las 14 personas en Sendero”. Elementos policiacos del estado retiraron la narcomanta del puente peatonal. Esa es una explicación no dada a los periodistas para que no molestaran al gobernador con sus incomodas preguntas. En todas las narcolonas han aparecido en Guerrero, involucran a presidentes municipales, jefes militares, policiacos, presidentes municipales, diputados locales, federales, entre otros, pero ninguna habían incluido el nombre del gobernador priista, Héctor Antonio Astudillo Flores, quien definitivamente está obligado a aclarar a los guerrerenses porque lo están exhibiendo como parte de la mafia en el estado de Guerrero. Astudillo Flores apenas lleva escasamente  cinco meses en la gubernatura y las fuerzas obscuras comienzan a involucrarlo en asuntos delincuenciales, eso para los ciudadanos ya es un asunto de preocupación. Ahora se espera que de una vez por todas aclare esto el mandatario, antes de que siga creciendo como bola de nieve a la especulación de que es parte de un grupo delincuencial que opera en el estado de Guerrero y no nos vaya a extrañas que también lo vinculen con otras mafias de entidades distintas al estado suriano

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