COLUMNA
El Grillito Sin Censuras
Alfonso Cerdenares Domínguez
-.“Henry Monster” estuvo en Iguala. -.¿A qué vino tan nefasto presidente? -.Fue un aparador para los políticos. -.Estamos volviendo a los tiempos de don Porfirio Díaz.
Con la novedad de que estuvo de “visita”, a la ciudad de Iguala, el maquiavélico e ignorante muñeco de plástico, Enrique Peña Nieto, “Henry Monster”, el mero “jefazo” de toda la mafia que sigue en el poder, destrozando la economía y la sociedad mexicanas; llegó como si nada pasara, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad de varios kilómetros a la redonda, con sobrevuelos de aviones artillados, casi como si cuidaran al mejor de los presidentes, aunque si así fuera, no sería necesaria la movilización de tanto elemento del Ejército o de la Gendarmería Federal, pues entonces el mismo pueblo lo cuidaría; el bunker en que se convirtió –por un día –la ciudad de Iguala, escenario de los sangrientos hechos ocurridos la noche del 26 y 27 de septiembre del año 2014, cuando las fuerzas policiales “se cubrieron de gloria” al masacrar y desaparecer a estudiantes
de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos”, denota la falta de credibilidad que el pueblo tiene hacia “su” presidente; claro está, eso no le importa a la clase política que, día a día, se está “hinchando” de dinero, vía sus estratosféricos salarios, pues a muchos les sirvió la visita “presidencial” para tratar de acaparar reflectores y catapultarse para las próximas elecciones del 2018, pero ¿A qué vino tan nefasto presidente?, ¿Acaso vino a burlarse de los guerrerenses?; curiosamente, más de un “luchador” social trató de acercarse a esa figura degradada por la corrupción, el influyentismo, el compadrazgo y la falta de ética moral, para que les resolviera sus problemas, cuando él mismo no ha podido salir avante con los problemas que enfrenta el país, fundamentalmente, los de la crisis económica y la inseguridad; ciertamente, damos la razón a todos aquellos que afirman que México es uno de los principales corruptos del mundo y ya lo hemos visto con los gobiernos priístas y panistas que nos han, dizque, gobernado; definitivamente, estamos volviendo a los tiempos de don Porfirio Díaz: “Tanto en el campo como en las fábricas, la jornada de obreros y peones era de 12 a 15 horas diarias y percibían un salario que no alcanzaba para cubrir sus necesidades básicas. Con frecuencia se les pagaba con vales, en lugar de dinero, para comprar en las tiendas de raya, que pertenecían a las propias haciendas y donde se vendían a costos muy altos los alimentos básicos, esta forma de compra los obligaba a solicitar préstamos por adelantado, que muchas veces los endeudaba de por vida…” (Libro de Historia, Quinto Grado. p/92. Segunda Edición 2015); para allá vamos, con salarios raquíticos y con una riqueza repartida entre unos cuantos; en fin, Peña Nieto estuvo en Guerrero y con ese hecho no tenemos ninguna solución; la ceguera política sigue y la indiferencia de varios sectores de la población para encontrar soluciones continúa; ni modo, “aquí nos tocó vivir”; veremos qué pasa, si no, al tiempo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: elahuizotejr@hotmail.com
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