COLUMNA
Gotas de Historia
Arturo Ríos Ruiz
MÉXICO, D.F, 8 de ene, 2016, El gran poeta mexicano Ignacio Mariscal, oriundo de Oaxaca, nacido el 5 de julio de 1829, estudió en el Semanario conciliar de la capital del estado, no se recibió y se convirtió en un enconado liberal, de moda en la época.
Fue asesor de Benito Juárez y trabajó sin descanso en la convulsiva Ley de desamortización de los bienes del Clero, que ocasionó un cisma en el país.
Fue diputado, integrante de la Comisión de Justicia y por obvia razón, siendo uno de los más cercanos constructores de la Ley contra los bienes del Clero, fue el primero en votar, de acuerdo a las instrucciones de Juárez, a favor de dicho ordenamiento, en cuyo contenido se lee: “Los privilegios son un cáncer que corroe a la sociedad”.
En 1857 discutió el tema de la Comisión de Justicia unida a la Comisión de Guerra y propuso suspender las garantías para que los reos de delitos políticos y los militares que atacaran a la población fueran juzgados por civiles. La trayectoria de Ignacio Mariscal, como político y diplomático fue larga e importante y todavía se dio tiempo para dar rienda suelta a su creatividad, como escritor.
Murió justo el año en que estalló la Revolución, el 17 de abril de 1910. El 20 de agosto de ese mismo año se reinauguró el Teatro Abreu, sede oficial del centenario de la Guerra de Independencia.
En esa ocasión se presentó la ópera titulada Nicolás Bravo. La música era de Rafael J. Tello y el libreto de Ignacio Mariscal.
En 1911, un año después de su muerte, su sobrino Álvaro Mariscal y Piña le solicitó a Balvino Dávalos, reconocido crítico literario de la época, que publicara las poesías de don Ignacio. Una de ellas, titulada “Poca ambición”, nos revela la honestidad de este hombre. La actual diputada federal, Laura Esquivel, autora del libro “Como Agua para chocolate”, se la pasa tejiendo en el recinto de San Lázaro. Aquí va un fragmento:
No aspiro ni al poder ni a la fortuna,
mi esperanza de dicha lisonjera
allá se esconde en la tranquila esfera
donde rodó mi cuna.... Del libro, Curiosidades y Anécdotas de la Historia de México. De Compilación de anécdotas Universidad Autónoma Metropolitana / Unidad Azcapotzalco.
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