COLUMNA

Entre la verdad y la ficción


Jorge Luis Falcón Arévalo


 CARTA PARA LOS IGNORANTES.
(Porque ignoran, porque no están preparados, porque no estudian, ni aprenden, ni entienden. Un breviario)
 “Mi reino no es de éste mundo”
 Todos estamos de acuerdo: Internet ha transformado nuestras vidas. Se ha convertido no sólo en el primordial medio de comunicación e información, sino también en el espacio donde compramos, jugamos, debatimos, buscamos relaciones. Destaca Lee Siegel, en su más reciente libro “El mundo a través de una pantalla”.

Lee Siegel analiza a fondo este tema. Para Siegel, nuestra profunda inmersión en la vida online reorganiza los ritmos de nuestros días y además reformula nuestras mentes y nuestra cultura en modos de los que todavía no somos conscientes.
Funcionarios, politicastros o representantes populares de medio pelo, alguno que otros periodistas de quinta, retrógrados, ineficientes, baladíes, rapaces, ladrones, y mediocres. Bueno analfabetos. Usan este medio al cual denostan. Y lo usan a diario en sus celulares Smartphone, en sus tablets, en sus IPod e Ipad o en otros sistemas binarios. ¿Para qué? Para informarse, para comunicarse. Para hacerse entender. Para hacerse valer.
Es decir, se han transformado sin sentirlo que están en otro sistema de comunicación. Son raíces viejas.
No es la forma en que se exprese hacia ellos, ni es insulto; sino es su verdad. Y, la verdad es fuerte, dañina, cruel. Pero es la verdad. Ignorantes.
Europa, continente avezado, experimentado y avanzado, ha creado nuevas tecnologías en base a los sistemas de internet. Sus medios de comunicación, son digitalizados. Es decir, son la vanguardia. No con ello se pretende decir, que los impresos, pasaran a otro estado. No. Jamás.
La argumentación de Siegel no es un manifiesto contra Internet en sí, sino más bien una tonificante llamada de atención para enfrentarnos con el modo en que la era digital nos está transformando a todos. Lleno de puntos de vista originales y de agudo ingenio, este libro nos fuerza a contemplar a nuestra cultura -para mejor o para peor- de un modo completamente nuevo.
Las Ciencias de la Comunicación, de donde se desprende el periodismo, fueron creadas por psicólogos y sociólogos. Los sistemas binarios, fueron creados por ingenieros en electrónica y personajes especializados en las estructuras lingüísticas.
Conjuntar ello, ha dado como resultado nuevas vías de transmisión y comunicación. Desde tiempos remotos, nuestro lenguaje ha sido simbólico. Hasta nuestras fechas. Pocos lectores son hábiles para entender a Federico Nietzsche, a Goethe, a Sade, a Ludwig Wittgenstein, Teilhard de Chardin, entre otros, como saber apreciar e interpretar a pintores como De Chirico, Dalí, Picasso, Pollack,  que son lenguajes simbólicos. La mente descubre, extrae, desentraña, cuando está preparada. Mientras permanece ociosa, no capta, no entiende. Son triviales y anodinos.
Menos habrán de entender que los medios digitales, en sus llamadas Redes, son el tiempo de la información de la inmediatez y precisión.
Quien pretende denostar, infamar, denigrar o calumniar que las redes digitales no socializan. No está cuerdo, carece de raciocinio, mes un jumento. Los grandes medios de información y de comunicación, se han digitalizado, que no haya gente preparada para ello, es otra acción que tiene nombre. Pero mancillar el trabajo de los medios electrónicos, es como decir que no lees, porque ya sabes todo.
El texto en cuestión de Lee Spiegel, detalla que: “Este libro trata sobre cómo Internet está configurando lo que pensamos sobre nosotros, el resto de la gente y el mundo que nos rodea. También es una reflexión acerca de cómo la Red, en sí misma, ha generado cambios en la sociedad y la cultura”.
Alguien dijo: “Dios mío, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
Me despido como Truman, cundo sale del escenario, del nombre de la propia película: Buenos días, buenas tardes, buenas noches. 
P.D. Entienda quien pueda. (@GradoCero_Gro) 

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