POLICRÓNICA

   Contrarréplica…Por el momento hay silencio de complicidad a la contrarréplica, luego de que el pasado viernes 4 de diciembre en México, entrara en vigor la nueva “Ley del Derecho de Réplica”, pese a que el contenido menoscaba la libertad de expresión y el derecho a informar.

Al cumplirse hoy martes cinco días de que entró en vigor esa “Ley Mordaza”, principalmente los diversos organismos nacionales e internacionales defensores de la libertad de expresión y del derecho a la información no han reparado en torno a esta nueva legislación mexicana. Hasta este momento conocemos que la revista “Proceso” interpuso una demanda de amparo en contra de la “Ley del Derecho de Réplica” que entró en vigor el viernes 4. El recurso fue promovido por considerar que el nuevo ordenamiento viola la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos al menoscabar la libertad de expresión y el derecho a informar. Los directivos de la empresa mexicana, aclara que sin oponerse a la regulación del artículo sexto de la Constitución, que establece el derecho de réplica, la demanda pretende que la justicia federal revise la norma que fue aprobada por el Congreso y avalada por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto. En ella se argumenta que la ley va más allá de garantizar la réplica porque coloca a los periodistas en la obligación de probar la “falsedad de inexactitud” de cuanta información y opinión difundan. De lo contrario, serán objeto de juicios y sanciones. De esa obligación estarán exentos aquellos medios de información y periodistas que se limiten a reproducir información oficial. La solicitud de amparo impugna la definición que la ley hace del derecho de réplica respecto a datos o informaciones publicadas sobre hechos “que sean inexactos o falsos” y cuya divulgación le cause un agravio político, económico, en su honor, vida privada y/o imagen de quien se duela de una publicación. Lo mismo aplica para la crítica periodística. Asimismo, sostiene que el criterio de información o crítica periodística “falsa e inexacta” es contrario a los criterios jurídicos nacionales y disposiciones internacionales que para el derecho de réplica se refieren a las informaciones que contengan “real malicia” o “malicia efectiva”. Presentado por los abogados Luis Miguel Cano y Graciela Rodríguez, el recurso legal asegura que el derecho de réplica no puede estar basado en la verdad y exactitud de las ideas porque significaría ajustar la libertad de expresión e información a un estándar contrario a la libre circulación de las ideas.  Como se sabe la “Ley del Derecho de Réplica” fue publicada por Peña Nieto en el Diario Oficial de la Federación el 4 de noviembre, luego de que en octubre se aprobara en el Senado. Los senadores no hicieron ninguna modificación a lo aprobado por la Cámara de Diputados en diciembre de 2013 en medio de las negociaciones de la reforma energética. La demanda fue presentada por el semanario el mismo viernes 4 en que entró en vigor y fue turnada al Juzgado Octavo de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal. Parece que el efecto “sábadazo” agarró a los opinadores, críticos y representantes de las diversas organizaciones de defensores de la libertad de expresión y del derecho a la información, inclusive los mismos periodistas organizados en torno a algún membrete. Desde nuestra óptica, estamos anticipando desde ahora que si no hay una reacción contundente, en los próximos meses y años, veremos  a muchos periodistas en la desgracia, porque cualquier parroquiano podrá hacer uso de esa  “Ley del derecho de Réplica”, cuando considere que está afectando sus intereses. Pese a que han pasado dos años a la fecha, han sido pocos los analistas que hay en este país los que han alertado sobre esa nueva legislación, por ahora nada más la revista semanal “Proceso” la que ya interpuso un amparo federal, a fin de que tratar de revertir esa disposición. La demanda de daño moral es la que tomaría fuerza para perjudicar a los periodistas principalmente por funcionarios de los tres niveles de gobierno y son los que están en la palestra de la discusión con su actuar en los medios impresos y electrónicos, y serían ellos los beneficiarios con  la “Ley del Derecho de Réplica”, porque los particulares son escasas excepciones, porque normalmente estos se dedican a trabajar dentro de  la legalidad y que arriesgan su propio patrimonio. Sin embargo en donde hay materia excesiva en la que los periodistas que hacen investigaciones, analizan y critican, son precisamente a los servidores públicos de los tres niveles de gobierno. En esas esferas es donde se replica la corrupción en dimensiones muchas veces inexplicables, es por ello que entran al quite en sus severos cuestionamientos por aquellos periodistas comprometidos con la verdad y la honestidad. Ahora estos son los que están en riesgo su patrimonio y su libertad física, porque si un supuesto agraviado interpone una demanda legal y exige la reparación del daño, el comunicador tiene dos opciones, una mediante pago monetario, en caso de acordar en pagar tendrá que deshacerse de sus bienes que con mucho trabajo logró en sus muchos años de trabajo y si no tiene, lo tendrá que hacer con cárcel, con ello se estará justificando, según la nueva, ley, que no habrá impunidad. Sin embargo en la actualidad todos los servidores públicos que han cometido  robos al erario público y peculado a lo descarado, son unos cuantos los que han ido a parar a la cárcel, en su mayoría por revanchismo político, no precisamente porque están reivindicándose con el quehacer público. Ahora con la nueva “Ley del Derecho de Réplica” que entró en vigor desde el pasado viernes, estamos frente a una auténtica amenaza contra el gremio periodístico de México. Es necesario que despierten esas organizaciones de periodistas para defender su derecho a la libertad de expresión y de información, para ello tienen que hacer una alianza con los defensores de los derechos humanos, porque también va contra ellos, porque muchas de las veces enderezan acusaciones contra los servidores públicos corruptos o que están  coludidos con la delincuencia organizada, por lo que no se recibe la tan ansiada “justicia” en los diversos casos en los que están metidos haciendo la defensa. Es necesario que haya una reacción casi inmediata, antes de que comience a aplicarse, ¿a caso están esperando que haya un periodista pagando daño moral o con cárcel para que reaccionen? Desde ahora los periodistas organizados e independiente tienen que  unificarse para actuar en consecuencia y combatir esa  nueva legislación llamada “Ley del Derecho de Réplica”, además estamos de acuerdo que la haya, pero que no sea punitiva, como ya se observa en sus primeros análisis, tanto que una de las revistas prestigiadas de este país, “Proceso”, a través de sus abogados ya se inconformó desde la semana pasada cuando se anunció oficialmente que entró en vigor. Deseamos que a partir de la presente semana comiencen a reaccionar y no esperar que llegue el 2016, ahora es el momento de iniciar una lucha jurídica contra estas nuevas disposiciones y poniendo énfasis que con  esta “Ley del Derecho de Réplica”, se trata de proteger a los delincuentes de “cuello blanco” no a la población civil en general, que no tiene nada que ver con el manejo de los recursos públicos en donde se presentan los actos de corrupción ...¿Agresión?…El jueves pasado a través de las redes sociales, el periodista José Julio Vázquez Hernández, representante de la sección XXV del Sindicato de Redactores de la Prensa (SNRP) con residencia en Acapulco, denunció públicamente haber sido objeto de una agresión, presuntamente ordenada por el Director de Comunicación Social de la LXI legislatura local, Jaime García Moreno, para que no le permitieran entrar a las instalaciones del Congreso. Primero, no creemos, y no porque estemos defendiendo al ahora funcionario del Congreso, porque quienes sabemos en términos generales de la vida interna de la Cámara, todo mundo puede entrar a las instalaciones, sin mayor restricción que la de dejar una identificación en una de las mesas colocadas en la entrada a cargo del personal de seguridad, precisamente para resguardar eso, y garantizar la buena estancia del visitante. Por muy neófitos que seamos, no podemos creer lo que está difundiendo en las redes Vázquez Hernández, que fue por órdenes de García Moreno, quien está más ocupado por cumplir con su trabajo con “sus 46 jefes” diputados que estar pensando a ver que periodista hay que agredir y más utilizando al equipo de seguridad, que está a cargo del teniente retirado del ejército mexicano, Gilberto Ariguznaga Menacho, un hombre maduro y responsable, nunca se prestaría para obedecer órdenes para agredir a la gente, aunque se tratara de la misma presidenta de la Comisión de Gobierno. Lo que leemos objetiva y subjetivamente, es que  Vázquez Hernández está utilizando el membrete del SNRP de la delegación XXV para obtener algunas canonjías,  cosa que reprobamos, porque quienes sabemos de lo que significa tener una responsabilidad frente a una organización de periodistas de manera responsable, nunca la ocuparía para sus fines personales, pero al parecer este comunicador porteño está haciendo su show para ver que saca. También es cierto y eso si nos consta, que Alejandro Bello, guardia de seguridad, es una persona  violenta, en las primeras de cambio amenaza y mientras madres. Es una persona excesivamente  explosiva, por lo que no descartamos que haya tenido una discusión bizantina y hasta amenazas de muerte le haya lanzado  Alejandro Bello al comunicado “visitante”. Pese a que es una persona mayor, no es reflexivo, de inmediato se “enciende”, por lo que no hay duda de que se registró un conato de violencia. Algunos miembros de nuestro equipo de investigaciones especiales han tenido algunas confrontaciones verbales, pese a que ya tienen muchos años visitando y cubriendo la información en el Congreso, pese a ello los desconoce que sean periodistas.  Sería bueno que el teniente Gilberto Ariguznaga Menacho evaluara la conducta de su elemento, para evitar que lo tenga en los accesos principales, en donde debe haber elementos que conozcan a la gente, entre ellos a los periodistas y evitar este tipo de sainetes. Alejandro Bello debe ser reubicado a otras oficinas menos concurridas, para que no se preste a este tipo de acusaciones innecesarias. También hay que reconocer que hay varios elementos de seguridad del Congreso local, son atentas, amables y compresivas, además tienen sensibilidad para tratar a la gente que asiste a las instalaciones, primero porque las conocen que no van hacer disturbios y segundo pues ofrecen facilidades para evitar que los visitantes se sientan maltratados. Lo que debe hacer la diputada local priista y presidenta de la Comisión de Gobierno de la LXI Legislatura local, Flor Añorve Ocampo, es solicitarle al teniente y jefe seguridad interna, Gilberto Ariguznaga Menacho una información de cada uno de los elementos y quienes son aptos para estar atendiendo los accesos que no causen problemas y que apliquen criterios de buen trato a los ciudadanos y quienes sean explosivos como Alejandro Bello, cambiarlos, pues de este señor hay muchas quejas, incluimos las nuestras que ya hemos tenido incidentes fuertes, entre las que figuran las amenazas de muerte. Desafortunadamente Alejandro Bello, no tiene capacidad de atender al público, porque luego se exalta y le da hasta por retar a golpes, por lo que no descartamos que haya tenido ese trato el periodista que ahora se siente agraviado por Alejandro Bello, quien ya debe ser reubicado antes de que siga causando problemas al Congreso local…Etnorock…La Universidad Autónoma de Guerrero a través de la Dirección General de Extensión Universitaria y el museo “José Juárez”, invitan a la presentación del libro: “Etnorock”,  los rostros de una música global en el sur de México y será cometado por Jaime Garcvía Leyva, María de los Angeles Manzano Añorve, Sergio Ocampo Arista y Alvaro López Miramontes y será moderado por Daniel Polco y amenizará el Rapero de Tlapa de Comonfort (Rap en Tu’unSavi). El evento será el jueves 10 de diciembre a partir de las 17 horas, en el andador “Emiliano Zapata” número 21 del centro de Chilpancingo.