COLUMNA
El Grillito Sin Censuras
Alfonso Cerdenares Domínguez
-.“El diablo siempre tienta a los más ingenuos”. -.Los maestros se van a enfrentar a un examen que NO van a aprobar. -.Serán degradados, separados del cargo que hasta ahora ostentan. -.La verdadera “evaluación del desempeño profesional” la hacen los alumnos a los que se imparten clases.
Decían los abuelos: “El diablo siempre tienta a los más ingenuos” y es eso, precisamente, lo que está empleando el gobierno para tratar de convencer a los maestros que, dada su ambición y la confianza en “su capacidad”, acudirán al puerto de Acapulco a “evaluarse”; el anzuelo o el “cebo”
es el Hotel “Princess”, donde habrán de recibir hospedaje y comida gratis –solamente faltó el Show de En Familia con Chabelo –prácticamente desde un día antes, con tal de que entreguen su plaza base al Estado; lamentablemente van a cambiar su estabilidad laboral por unas cuantas migajas, por una noche durmiendo en un hotel de no sé cuántas estrellas, comiendo a sus anchas, si es que les ofrecen el consabido buffet; lo que no se imaginan –pese a la enorme campaña de información que ha impulsado la Coordinadora Nacional y Estatal de Trabajadores de la Educación –es que, pese a sus esfuerzos, a su gran “capacidad”, a su terrible cerebro de genio, se van a enfrentar a un examen que NO van a aprobar y le busquen por donde le busquen, jamás van a saber sus resultados concretos, ni a saber cuáles fueron sus aciertos y errores; simplemente, como dice el dicho: “En el pecado pagarán su penitencia”, palabras más, palabras menos, pues el hecho de seguir el juego al Estado los llevará al tobogán de la ignominia, pues si resultan “idóneos”, serán elevados hasta lo más infinito de la plenitud, pero si no, después de varios años de haber estado trabajando en las aulas escolares, serán tildados como “no idóneos”, como gente que no sirve para ser maestro, para impartir clases a los niños y serán degradados, separados del cargo que hasta ahora ostentan, serán colocados en puestos administrativos donde no percibirán el salario de un docente, sino de una secretaría o de un auxiliar administrativo; lo peor de todo es que la cosa no va a parar ahí, sino que esos cargos, los de administrativos, los de asistentes de servicio y hasta los de adiestramiento, dentro de unos años, habrán de desaparecer, pues la idea de la clase empresarial es que esos puestos sean absorbidos por organismos privados; esto es, los que hasta ahora tienen ese tipo de claves, luego de ser “evaluados”, serán invitados a contratarse, si no con “Jodamex”, con otra empresa que se va a encargar de “padrotear” su trabajo y dependiendo de las “aptitudes y actitudes”, habrán de conservarlo, de otra forma serán despedidos de nueva cuenta; en fin, como diría un compañero de trabajo: “Ahora sí, quien quiera perder su trabajo que vaya a evaluarse, pues información de las intenciones que tiene el gobierno para despedir a los maestros y privatizar la educación pública, hay por todos lados, pero que no quiera entender, allá él”; nosotros consideramos que la verdadera “evaluación del desempeño profesional” la hacen los alumnos a los que se imparten clases y, quizá, en este sentido, los maestros estén reprobados, pues la generación actual está llevando al país al borde del precipicio; veremos qué pasa, si no, al tiempo y… ¿quién es el que anda ahí? Comentarios y sugerencias al E-Mail: elahuizotejr@hotmail.com
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