COLUMNA
Buenos modales en la cena
Apolinar Castrejón Marino
En estas fechas, se acorta la distancia entre las personas… en sentido directo, y en sentido figurado. Repartimos abrazos, viajamos colectivamente, y nos reunimos en fiestas. Entonces, deberíamos cuidar mucho nuestra higiene, para que nuestros humores corporales no ofendan a la gente.
Además, en esta temporada comer junto a otras personas, es un acto frecuente, por ello debemos procurar ser amables y agradables. No se trata de actuar como robot, ni de reprimirse, solamente se trata de observar algunas reglas mínimas para la convivencia, y aprender a disfrutar de los buenos modales y la “etiqueta”.
No, no, no. No estamos hablando de las etiquetas que tiene la ropa. La etiqueta es una materia de la buena educación y el buen comportamiento, que todo el mundo debe aprender desde pequeño para que la gente no le rehúya ni haga el “fuchi”. Comprende la forma de saludar, de hablar, y hasta de vestirse con propiedad.
Una persona que habla con corrección y se ríe con discreción, es agradable. Una persona que hace ruidos al comer o tomar agua, que se la pasa consultando su teléfono celular, o una mujer que se la pasa retocándose el maquillaje en la mesa, son un fastidio. Pronto los dejarán de invitar a los convivios y fiestas.
No se requiere ser graduado en altos estudios para ser agradable, solo se necesita un poco de atención para no ser molesto ni ofensivo con nuestro semejantes, y para que ellos no lo sean con nosotros. Créanos, que no necesita mucho para sentarse con corrección: espalda recta, las manos sobre la mesa y los codos junto al cuerpo. Si se sienta encorvado o recostado hacia cualquier lado, si sube los pies a la otra silla, la gente va a pensar que está borracho.
Durante una cena familiar, debemos evitar comenzar a comer antes que el anfitrión ¿Sencillo no? El tenedor debe ser el único utensilio que lleve comida a la boca, y debemos procurar usar cada cubierto para lo que fue hecho. Si te encuentras con muchos cubiertos, usa primero el que está más alejado del plato, y evita comer dos platos distintos con el mismo cubierto.
Procura llevar la cuchara de frente a la boca, nunca de lado. Evita llenar demasiado tu boca, come de a poco. No hables con la boca llena, ni lleves más comida a hasta que esté vacía. Las pastas se comen con el tenedor, luego de darle un par de vueltas. Si quieres evitar que cuelguen, córtalas con el costado del mismo tenedor. Come tranquilo, tratando de llevar el ritmo que llevan los demás. No se trata de una carrera.
Si necesitas el salero u otro elemento que no está a tu alcance, evita pasar el brazo frente a otro comensal. Pídele que te lo acerque. Si por algún motivo debes levantarte de la mesa, pide excusas antes de hacerlo.
Si vas a beber café no lo hagas con la cuchara, la cucharita de café se hizo para revolverlo, no para beber de ella, y por favor, no la dejes dentro de la taza.
Evita comentarios de doble sentido, hablar de política, religión y dinero. Reírse no tiene nada de malo, lo malo es hacerlo desmesuradamente. Modera tu tono de voz, no debes gritar. Mira a quien está hablando, y no lo interrumpas mientras lo hace.
Les deseamos que se pasen una cena de navidad agradable, y que la paz colme sus hogares.
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