POLICRÓNICA

   Retención…En más de un mes en Guerrero han sido retenidos en 4 ocasiones grupos de militares, supuestamente por gente del pueblo habilitados de policías civiles, cuando han ido en su auxilio, eso debiera preocuparle al Gobierno de la república, ahora llegaron al extremo de desarmarlos  y golpearlos, degradándolos a policías.

Ante la convulsión social del estado de Guerrero por la inseguridad pública incontrolable, como que se nos quiere acostumbrar en hechos reprobables, como el que supuestamente el pueblo se organiza y retiene a elementos del ejército mexicano cuando estos van al auxilio de la población que está en medio de balaceras entre grupos criminales y presuntos policías civiles, o cuando van a realizar sus recorridos de vigilancia. Eso debiera preocuparle al gobierno de la república que encabeza el priista Enrique Peña Nieto a fin de garantizar seguridad de los ciudadanos y evitar que se siga reteniendo a los militares, en caso de que no tengan nada que ver con la delincuencia organizada. El pasado 14 de octubre, habitantes de Filo  de Caballos, por lo menos una hora retuvieron a militares, luego de que descubrieron que un presunto delincuente había sido detenido pero que estaba camuflado de militar. Esto luego de que unos 40 hombres armados habían atacado comunidades de la sierra del municipio de Heliodoro Castillo. En la tarde noche del 4 noviembre  fue asesinado el comisario de Polixtepec, Joaquín Romero Ríos, y su secretario Víctor González Luna, cuando se dirigían a la comunidad de Campo de Aviación, municipio de Leonardo Bravo, abordo de una camioneta. Retuvieron a militares como una forma de presionar a las autoridades les garanticen seguridad y buscar que les hagan caso, y de alguna manera lo lograron.  El pasado 13 de noviembre en la comunidad de Puentecillas, municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco) se encuentra a unos minutos de Filo de Caballos, donde llegaron grupos del Ejército Mexicano y Fuerza Estatal, para resguardar el orden y evitar más enfrentamientos que pusieran en riesgo la vida del resto de habitantes de ese lugar. A esa zona también se dieron cita habitantes de Yextla, Izotepec, Jaleaca, Los Morros, Filo de Caballos y el Ranchito que respaldan a la guardia comunitaria adherida a la Unión de Pueblos y Organizaciones del estado de Guerrero, interceptaron a los soldados adscritos a la 35 Zona Militar, en el poblado de Carrizal de Bravo, municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco). En tanto el pasado 20 de noviembre, alrededor del mediodía decenas de elementos del Ejército mexicano fueron retenidos, desarmados y golpeados por habitantes de la comunidad de Tlaltempanapa, municipio de Zitlala, región centro del estado de Guerrero, quienes se molestaron debido a que los militares desarmaron a un grupo de policías comunitarios. Los militares argumentaron que las armas que portaban los comunitarios son para uso exclusivo del Ejército, por lo que no es permitido que las tengan civiles en su poder, y cuando los elementos castrenses pretendían salir de la comunidad, un grupo de pobladores los retuvo impidiéndoles la salida. Después de una larga negociación los militares accedieron a regresar a los comunitarios las armas que no fueran de grueso calibre, pero la gente se opuso al acuerdo, lo que provocó una agresión contra los elementos del Ejército. Se conoció que los soldados fueron golpeados con puños y palos por los pobladores, quienes además los desarmaron. Los militares recibieron la instrucción de su mando de no contestar la agresión, a pesar de que algunos de ellos estaban gravemente golpeados. Los pobladores de Tlaltempanapa mantuvieron cerrados los accesos a la comunidad, sin permitir el paso de ninguna autoridad ni de medios de comunicación. Trascendió que finalmente los ánimos se calmaron y los militares aceptaron regresar las armas a los comunitarios. Son algunos casos que se han registrado casi en un mes, sin embargo el 10 de marzo del 2015, los campesinos indígenas Nu’ Saavi (mixtecos) desarmaron y mantuvieron retenidos  dos días a nueve soldados en el poblado de Valle Hermoso, perteneciente al municipio de Metlatónoc, en la región de la Montaña alta. La retención de militares fue encabezada por el comisario municipal Tiburcio Torres y el grupo de policías comunitarios que operan en esta franja de la entidad, considerada entre las más pobres del país y donde es generalizada la siembra de enervantes. La retención militar por los pobladores de Valle Hermoso, los acusaron de apoyar a habitantes de la comunidad vecina de Jicayán del Tovar, municipio de Tlacoachistlahuaca. En tanto el abogado de los comuneros de Valle Hermoso, Agustín Meléndez Vázquez, informó a autoridades federales que durante la madrugada de esos días, pobladores de Jicayán provocaron un incendio en un cerro y realizaron disparos, apoyados por los soldados. En aquella fecha de marzo, los militares retenidos se identificaron como: El comandante Fidencio Anastacio y los soldados Leonardo Hermanegildo, Javier García Pérez, José Luis Guzmán Mejía, José Ángel Miranda Roque, Daniel Procopio Montes, Cirilo Gerardo Sánchez, Rubén Chávez Zamora y Jaime Clemente García, indica el documento oficial. Esta serie de retención de militares en Guerrero, como antecedente que se tiene, ya que hubo mucha cobertura informativa, fue la que se registró el 5 de agosto  del 2015 por integrantes de un grupo de autodefensa  que apenas estaba naciendo la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) quienes mantuvieron retenidos a por lo menos 60 militares del Ejército en el estado de Guerrero, en respuesta a la detención de dos de sus policías comunitarios. En aquel año, los ciudadanos bloquearon la carretera en el poblado de El Pericón, municipio de Tecoanapa, en la región de la Costa Chica. En esa ocasión, se registró el bloqueo  de la carretera interestatal Tierra Colorada-Tecoanapa, que afectó el paso de las personas de los municipios de Cruz Grande, Ayutla, Tecoanapa y Tierra Colorada (región Centro). Como se puede corroborar, en Guerrero es donde han ocurrido muchas veces retenciones de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), y coincidentemente con el pretexto de defender a policías comunitarios. Estos hechos registrados se debe fundamentalmente, a que el gobierno de la república, equivocadamente han habilitado como policías a los militares, sacándolos de sus cuarteles, cuando su función es salvaguardar la nación, ante una eventual invasión extranjera, combatir el narcotráfico y aplicar el Plan DNII, en caso de desastre. Sin embargo ahora vemos a los militares haciéndola de policías municipales, estatales y federales, cuando su misión es totalmente diferente, y habría que señalar que no están capacitados para hacerla de guardianes del orden común. Con tantas retenciones, pareciera que le han tomado la medida  a los militares y eso es faltarle el respeto y la culpa la tienen nuestros gobernantes en el país. También con estas acciones de los ciudadanos, pareciera que nos quieren acostumbrar este tipo de escenas y que poco a poco intentan pasar desapercibidas. El Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, en primer lugar, debiera recordarle al presidente priista, Enrique Peña Nieto cuál es su fundamental papel de las fuerzas castrenses, además replantear su labor frente a la sociedad mexicana  para que no se confundan con policías. Paulatinamente observamos con tristeza que los próceres gobernantes de este país, contribuyen a desprestigiar a nuestro heroico Ejército Mexicano, reduciendo su imagen a un simple policía, cuando en realidad ellos tienen una gran responsabilidad para resguardar nuestro territorio nacional...Costo...Tener un partido político, es una verdadera empresa para lo vivales políticos, porque no invierten, ni arriesgan nada, como podría suceder con un negocio particular, por el contrario, ellos administran una gran empresa creadas con dinero de los impuestos de los mexicanos y guerrerenses.  Con la elección concurrente que terminó el 7 de junio  del 2015 para elegir en el caso de Guerrero, gobernador, diputados federales, legisladores locales y 81 presidentes municipales. En la entidad participaron once partidos, diez de corte nacional Partido Humanista, Encuentro Social, Morena, Movimiento Ciudadano (MC), Nueva Alianza, Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Verde Ecologista (PVEM), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido Acción Nacional (PAN), Partido del Trabajo (PT) y uno estatal, Partido de los Pobres, de Guerrero. Es mucho dinero le cuesta los contribuyentes mantener  partidos que no sirven para nada, más que para mantener a rufianes metido a la político mal interpretada, porque de ahí salen muchos millonarios y otros se perpetúan en el cargo. Entre los partidos que recientemente desaparecieron por que no reunión el 3 por ciento de votación en el país, es el Partido del Trabajo (PT), ahora los representantes populares, en su mayoría fueron recogidos como damnificados el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Las autoridades del Instituto Nacional Electoral (INE), acaba de dar a conocer que el Partido del Trabajo (PT) costó más de 5 mil millones de pesos a los mexicanos en 23 años, aunque sin mayor impacto electoral y como una opción mínima de gobierno. Desde que obtuvo su registro, en 1992, este partido –la última plataforma electoral que utilizaron Andrés Manuel López Obrador y el PRD– ganó en apenas 26 presidencias municipales –de las 2 mil 445 que integran el país– y desde entonces no pudo ganar más de 20 diputados federales por voto directo del ciudadano, aunque con plurinominales logró 79 curules. No ganó una sola gubernatura –aunque participó en triunfos en alianzas con otros partidos en 13 estados– y sólo en una ocasión presentó un candidato propio a la Presidencia de la República, Cecilia Soto, en 1994, que obtuvo 970 mil 121 votos, el 2.75 por ciento de los sufragios. Envuelto en diversos escándalos de opacidad y corrupción, con la desaparición del PT no habrá ahorros en el erario, sino sólo un mayor reparto entre los que se quedan, advierte un estudio de la Cámara de Diputados. “Si algún partido político pierde su representación en el Congreso de la Unión, el financiamiento público no se reduce, como consecuencia, se fortalecen las finanzas de los partidos que mantienen su representación, porque el financiamiento se distribuye entre un menor número de partidos políticos”, concluye una investigación del Instituto de Investigaciones Parlamentarias, del Palacio Legislativo. El documento enlista que tan sólo de 2000 a 2015 el conjunto de los partidos políticos recibió un financiamiento público del IFE, y luego INE, por 54 mil 728 millones 800 mil pesos, de los cuales, 42 mil 831 millones 300 mil pesos fueron para actividades ordinarias; 9 mil 663 millones para la obtención del voto; mil 223 millones 300 mil pesos para actividades específicas; 507 millones 100 mil pesos para fomentar la participación política de la mujer y 504 millones 100 mil pesos para franquicias postales y telegráficas. De este monto –precisa– al PT le correspondieron 3 mil 851 millones 300 mil pesos. Además, exlegisladores del partido estimaron que entre 1993 y 1999 el partido debió manejar “pequeños presupuestos por alrededor de mil millones de pesos”. Ello sin contar los recursos que las bancadas del PT recibieron en la Cámara de Diputados –las más numerosas–, pues tan sólo de septiembre de 2012 a abril de 2015 se le asignaron 114 millones 613 mil pesos; y de septiembre de 2009 a abril de 2012, más de 76 millones. En 2012 recibió 20 millones 703 mil pesos; en 2013, 46 millones 393 mil; 2014, 38 millones 350 mil; y 2015, 9 millones 167 mil pesos. En la elección de este año, el Partido del Trabajo ganó sólo seis curules de mayoría y cero plurinominales, por lo que, al perder su registro, ya no tiene bancada en la LXIII Legislatura. En la pasada LXII Legislatura tuvo 15, cinco de mayoría y 10 plurinominales; en la LXI tuvo 14, cuatro de mayoría y 10 de representación proporcional; en la LX Legislatura logró 11, dos de mayoría y nueve plurinominale; en la LIX apenas tuvo seis y todos plurinominales; en la LVIII alcanzó ocho, dos de mayoría y seis plurinominales; en la LVII logró siete, uno de mayoría y seis plurinominales; y en la LVI tuvo 10 plurinominales y ninguno por voto directo del ciudadano.