PRIMERA PLANA
Tras un año siguen
vivas 43 esperanzas
Paris Alejandro Salazar.--Si contar un desaparecido es difícil, contar hasta 43 rompe el alma y contar hasta 26 mil es inaudito e inhumano. Por eso una parte nombraron este 26 de septiembre el “Día de la Indignación”, porque es indignante que un pueda andar faltándole tantos corazones desde hace años.
El informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes apagó la “verdad histórica” de la Procuraduría General de la República, y revivió la llama de la esperanza de los padres de familia y los miles de mexicanos que piden el regreso con vida de los desaparecidos de Ayotzinapa.
Hace un mes, el 26 de agosto, la marcha por Ayotzinapa apenas convocó a cerca de mil personas y se les asignó un rincón del zócalo capitalino. Hoy a un año de la desaparición de los jóvenes, más de 25 mil personas salieron a las calles y ocuparon el primer cuadro de la Ciudad de México.
Hoy no dejaron solas a las 43 familias de los desaparecidos, las tres de los asesinados y las de decenas de lesionados. Volvieron a salir a las calles del Distrito Federal figuras sindicales liderazgo magisteriales, sociales, sindicales; regresaron los estudiantes y los desaparecidos a abrazar una causa, una lucha, que parecía desangelada hace un mes.
Quizá para tomarse las selfies para subirla a redes sociales, tal vez por compartir la misma rabia y el mismo dolor por los desaparecidos, o bien, también tiene un motivo de indignación, por eso mexicanos de distintos estados de la república, salieron a manifestar su inconformidad por no conocer el paradero de los 43 normalistas y los más de 26 mil desaparecidos de este país.
Antes del mediodía, comenzó la organización de contingentes en Paseo de la Reforma. Pancartas, mantas, pintas, todo fue válido para unirse al dolor y el reclamo por los ausentes, por la tragedia de miles de familias que viven la ausencia de un ser querido, a ese que el gobierno mexicano clasifica como “no localizado” para dimensionar la gravedad del problema.
“Hoy no es un aniversario, es un día de indignación, el gobierno sabe dónde están nuestros hijos y queremos que nos los entregue”, señaló la mamá de José Eduardo Bartolo Tlatempa.
Cada uno apoya como puede y hasta donde puede. Daniela, una joven sordo muda, con una manta en lenguaje de señas, hasta Elena Poniatowska con su fama cargando un cartel, pero todos con el mismo reclamo: “Vivos se los llevaron vivos los queremos”.
Estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, la Universidad Nacional Autónoma de México, organizaciones sindicales, como el sindicato mexicano de electricistas, el sindicato nacional de trabajadores de la educación sección 9 y 22, los ejidatarios de Atenco, entre otros caminaron durante horas por Paseo de la Reforma.
Cuantitativamente fueron 5 horas de marcha, 2 horas de mitin, más de 25 mil asistentes, destrozos en un negocio de comida rápida, un detenido y varias tintas instrumentos y establecimientos comerciales, así fue la marcha para el gobierno de la Ciudad de México.
Aunque el gobierno de Miguel Ángel Mancera, aseguró qué no habría granaderos durante la marcha, elementos de la policía capitalina vigilaron a la distancia la marcha.
Una parada obligada fue el antimonumento a los 43 en Paseo de la Reforma y Bucareli, donde se realizó un pase de lista.
Las comisiones de Derechos Humanos, nacional y del Distrito Federal, enviaron observadores; el equipo de Marabunta resguardo todo el trayecto de los padres de los normalistas de Ayotzinapa.
Fue Inevitable que grupos de jóvenes encapuchados realizarán pintas monumentos, como la Diana La Cazadora y e en el mobiliario urbano. El KFC de avenida Juárez fue atacado por un grupo de seudo anarquistas con piedras, cuando familia degustaban sus alimentos.
El gobierno de la Ciudad de México, esta vez no colocó carpas ni escenario para evitar que los manifestantes ocuparán la plancha del zócalo.
Las 4 de la tarde Vidulfo Rosales, abogado de las familias de los normalistas de Ayotzinapa, tomó el micrófono para asegurar que no permitirán que se cierre el caso hasta no saber dónde están los normalistas y que regresen casa con sus familias.
Tres elementos del Estado Mayor Presidencial, desde la azotea de Palacio Nacional tomaban fotografías a la manifestación y a los asistentes, tal vez querían corroborar que no hubiera acarreados.
Con un antecedente de 43 horas de ayuno -el día anterior- los padres de familia resistieron más de 2 horas de me mitin bajo la lluvia y el viento.
Cristina, mamá de un normalista, dijo “no está lloviendo, el cielo está llorando por los 43 desaparecidos y los más de 20 mil desaparecidos de México”.
En su intervención, Emiliano Navarrete, papá de José Ángel, agradeció el apoyo que han recibido de la sociedad, “en muchos momentos pero siempre hemos recibido el amor y el apoyo de ustedes y esos mantiene firmes para seguir buscando nuestros hijos”.
Clemente Rodríguez padre de Christian, aseguró que no descansará hasta encontrar a su hijo ya todos los normalistas que desaparecieron hace un año en Iguala.
Hipólito Mora, líder de las autodefensas de Michoacán, Rubén Núñez líder de la sección 22, Agustín Rodríguez del STUNAM, representantes de Atenco, Ostula, hoy usaron el micrófono en el zócalo para respaldar la lucha de los desaparecidos.
Felipe de la Cruz, vocero de las familias, aseguró que no aceptan la “verdad histórica” de la PGR y que es necesaria una reestructuración de la investigación del Caso Ayotzinapa.
De la Cruz no desaprovechó la oportunidad para hacer una invitación a las organizaciones sociales y sindicales para realizar la Convención Nacional del 16 al 18 de octubre en las instalaciones de la Normal Rural de Ayotzinapa.
A un año de la desaparición de los 43 normalistas, 43 esperanzas siguen vivas, y no descansarán hasta encontrarlos.
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