COLUMNA

COSMOS
Héctor Contreras Organista

JOSE AGUSTIN RAMÍREZ, A 58 AÑOS DE SU MUERTE
(Tercera Parte)
Las crónicas de la época relatan que llegado a aquél viejo Acapulco de 1900, recién egresado del seminario de Chilapa para hacerse cargo del curato del puerto guerrerense, ante la constante presencia de una hermosa costeña en el coro de la iglesia, el cura José Ramírez descubre su falta de vocación para el sacerdocio. Se prende del amor de la bella dama tecpaneca de tez blanca, de rubios cabellos y ojos de cielo o mar, de carácter franco y abierto y todo lo abandona por ella y de ese romance nació José Agustín quien tuvo como hermanos a Alfonso, Augusto, Ramón, Concepción y Apolonia.

En alguna entrevista que el acucioso periodista Rafael Castrejón hizo en Acapulco a Conchita, hermana de Agustín Ramírez, recordó que a sus cinco años de edad nuestro ilustre paisano resolvía con facilidad las operaciones aritméticas básicas y localizaba las constelaciones en el firmamento. “Desde esa edad mi hermano sacaba las melodías de moda de ese tiempo en flautas de carrizo y violincitos de juguete”.
Su primera infancia lo destaca como un niño precoz, según narró don Alfonso Ramírez Altamirano, hermano del autor. “Su pasión por la música lo hace arrancar sencillas melodías a un violincito de manufactura indígena que su padre le regaló a la edad de 3 años, como premio por haber terminado el Silabario de San Miguel.
Alternó su aprendizaje del violín con sus balbuceos en la guitarra, en una magnífica Valenciana que le regaló su tío Marcelino Altamirano.
“Papá Lino -así llamaba a éste- le enseñó las primeras pisadas y los primeros acompañamientos de antiguas canciones costeñas y españolas”.
En Técpan de Galeana, bajo la dirección del padre Vivanco, José Agustín Ramírez inició sus estudios de piano. Su maestro de Solfeo fue don Juan Manzanares, y de piano, Vicente Cárdenas y don Aurelio Evaristo Ibarra.
Un día pidió permiso a su padre para aventurarse hacia la ciudad de México. Después de vencer las peripecias del camino llegó a lomo de bestia a Chilpancingo donde encontró el apoyo económico y la orientación del profesor Cresencio A. Miranda, quien le concedió una pensión de 35 pesos mensuales para que fuese a estudiar a la ciudad de México.
La Escuela Normal recibió en su seno a aquel joven que frisaba los 17 años, alto y delgado, de ojos grandes y bondadosos, accesible y cordial y de acento levemente costeño, según recuerda su hermano Alfonso.
José Agustín Ramírez se distinguió por sus aficiones artísticas (la música y las letras) y por su curiosidad científica que le valieron los primeros lugares en aprovechamiento y una beca más de 50 pesos y el mote cariñoso de “organillero” que le aplicaron por su inquebrantable empeño en tocar el órgano de la escuela, en aquél edificio en construcción que más tarde sería el de la Secretaría de Educación Pública.
Además de cumplir con sus actividades escolares, trabajaba como acompañante de educación física en el Club Deportivo Internacional, y los sábados y domingos como pianista de cine mudo en el Salón Teatro del Carmen, en San Ángel. Dirigía además una orquesta de baile que tocaba esporádicamente en el cabaret Victoria y en las fiestas familiares.
Cuando en 1924 se graduó en la Normal y en la Academia de Piano del maestro Sierra Magaña, marchó a San Luis Potosí como delegado de la Secretaría de Educación en Cultura Estética. De ahí pasó a Ciudad Victoria Tamaulipas para fundar la Escuela Tipo Federal.
Habiendo conquistado la estimación y el respeto de la sociedad de la capital tamaulipeca, le fue el ambiente propicio para escribir sus primeras obras poéticas y musicales: Presentimiento, un poema de profundo sentido filosófico, y Mujercita, una dulce y romántica canción de amor.
Por ese entonces se formó el grupo de los Trovadores Tamaulipecos, con Lorenzo Barcelata, Ernesto Cortázar, Planes, Caballero y Agustín Ramírez. Después de recorrer con éxito Cuba, las Antillas, América Central y parte de América del Sur, llegaron a Nueva York donde la fatalidad les privó de Planes y Caballero que perecieron en una volcadura de automóvil en New Jersey, cuando se dirigían al Consulado de México para asistir a una fiesta patriótica.
Luego de regresar a México, cuando Emilio Portes Gil escalaba el más alto nivel del poder y quien habría sido, junto con su esposa doña Carmelita García, padrino de bodas de José Agustín Ramírez al casarse con Eva María Castillo en la época que Portes Gil era gobernador de Tamaulipas, José Agustín Ramírez fue designado director General de Acción Social y Cultural Estética del Departamento Central.
Por medio de los Centros Culturales populares pudo llegar al corazón mismo de las masas obreras y campesinas de México y conducirlas en un movimiento colectivo dirigido a la elevación cultural y de comunicación artística.
Esa fue una época brillante, de producción musical para Agustín Ramírez. Surgieron entonces el Himno a la Madre, a Zapata, al Agrarista.
Llegó el tiempo de volver a Guerrero. El gobernador Adrián Castrejón lo invitó para que dirigiera la Escuela Normal y Preparatoria del Estado.
Ya aquí organizó el Quinteto de Cancioneros Guerrerenses, con Humberto Miranda, Guillermo Acevedo, Adolfo Vázquez, José Nava y Leonilo Calvo.
HIMNO A LA MADRE
Bendita seas, madre querida,
tesoro inmenso de todo bien;
tú que me diste con tu amor, vida,
¡Bendita seas!, santa mujer.

En los jardines de mi ilusión
florecen puras, frescas, lozanas,
rosas muy bellas, rosas tempranas
que ahí cultiva mi corazón.

Entre esas flores la más fragante,
la que perfuma todo mi ser,
es tu cariño, ¡oh!, madre amante,
tu amor sublime, santa mujer.

Tú que me viste crecer sonriente,
tú que has llorado mi padecer,
tú que mi cuna frágil velaste
desde la noche al amanecer.

Recibe un beso, recibe un canto,
recibe un himno de adoración,
que brota intenso lleno de encanto
como homenaje a tu santo amor.

Bendita seas, madre querida,
tesoro inmenso de todo bien,
tú que me diste, con tu amor, vida,
¡Bendita seas! ¡Santa Mujer!




Comentarios

  1. Esta canción nos la enseñó mi madre desde hace mas de 50 años. Rs una canción bellísima

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  2. También mi madre nos enseñó esta canción cuando yo tenia 5 años. Hace ya 50 años. Un saludo.

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  3. Es un gusto enorme haber encontrado esta página y que estuviera la letra del himno a la madre, si pudieran compartir los poemas que aquí mencionan sería muy hermoso. Gracias!

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  4. Desde la Primaria y Secundaria y Preparatoria nos reuníamos para dar serenata a nuestras mamás.

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  5. Desde niña me la aprendí...mi madre siempre la ha cantado.. mi madre cuenta con 91.6m de edad.
    Bendita seas madre querida. Tesoro inmenso.....

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  6. Muy linda canción siempre me ha gustado un placer leerla completa ya que algunas frases por el tiempo se me olvidaban

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  7. Hola. Alguien sabe como cantar esta cancion? Habra un video de su melodia?. Me gustaría mucho cantarla porque me la enseño mi mamita q en paz descanse y se me ha olvidado.

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  8. La encontre 💖💖💖 deberiamos compartir este bello himno

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  9. En 1967 - 1968 estando en la Secundaria Xicotencatl, en Neza, Edo. Mex. la cantamos toda la escuela en el homenaje a las madres. Un gran gusto haber recordado esta hermosa canción, aún recuerdo la música.

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