PRIMERA PLANA
Rubén Espinosa Becerril, el
reportero activista y rebelde
Rodrigo Barranco Déctor.XALAPA, VER.--El 22 de noviembre de 2013, un grupo de reporteros reventó la comparecencia ante el Congreso Local del Secretario de Seguridad Pública del Estado de Veracruz Arturo Bermúdez Zurita, en protesta por un desalojo, en Xalapa. En esa ocasión, entre los manifestantes estaba el fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril asesinado este viernes 31 de julio de este 2015, en la Ciudad de México.
El trabajo del ex colaborador de la Revista Proceso y la agencia AVC Noticias, no se resumía a tomar fotografías y publicarlas. Él era un activista social, un constante participante en marchas, plantones y manifestaciones en favor de los derechos del gremio periodístico en la entidad.
Su especialidad, como lo mencionó en varias entrevistas hechas a medios nacionales, durante su exilio en el Distrito Federal, era la cobertura de movimientos sociales que no siempre le dejaron buenos dividendos pues, en ocasiones, resultó agredido por los mismos personajes a los que daba voz.
El caso más reciente fue el 8 de junio de este 2015, cuando un grupo de los llamados “Anarquistas”, lo golpeó a cachetadas, durante la cobertura de una protesta por la golpiza que un comando armado dio a ocho estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV), tres días antes, en la Capital Jarocha.
Esa no era la única ocasión que Rubén Espinosa sufría de ataques físicos. El viernes 13 de septiembre de 2013, él y otra decena de periodistas fueron golpeados cuando estaban haciendo guardia en uno de los campamentos que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en la Plaza Lerdo, frente al Palacio de Gobierno de Javier Duarte de Ochoa.
En esa ocasión, un grupo de choque, apoyado por efectivos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, arribó al parque y replegó a los manifestantes a punta de garrote, arremetiendo también contra la prensa, sin distinción.
La agresión provocó que un mes después Rubén y otros reporteros, arruinaran la comparecencia en el Palacio Legislativo, del titular de la SSP, Arturo Bermúdez. Justo cuando el funcionario estatal iba a hablar ante los diputados, los trabajadores de los medios de comunicación, sacaron pancartas en repudio por la llamada represión de septiembre.
El buen Rubén
Rubén Espinosa emigró de la Ciudad de México a Veracruz, hace ocho años. Durante su estancia en el Puerto Jarocho inició en el gremio en la página electrónica El Info Golfo, para después emigrar a Xalapa en donde trabajó para la dirigente estatal del PRI, Elizabeth Morales.
Luego de un tiempo, cuando la priista se convirtió en alcaldesa, el fotógrafo fue contratado en el ayuntamiento xalapeño en donde realizó sus actividades hasta que concluyó el trienio de la ex líder del Revolucionario.
Sin embargo, pese a su labor en el partido gobernante, siempre conservó su activismo social, lo que al final le causó un conflicto de intereses, orillándolo a emigrar de nuevo a los medios de comunicación en donde consiguió colaborar en Proceso y Cuartoscuro.
Apenas unos días después de que los grupos de “Anarcos” lo agredieran en calles de Xalapa, comenzó a denunciar ante los medios de comunicación y ante sus amigos que temía por su integridad, que alguien lo seguía y que había recibido amenazas.
Rubén tenía temor que le sucediera lo mismo que a los ochos estudiantes de la Universidad Veracruzana golpeados en junio. Es por eso que en decidió exiliarse y huyó al Distrito Federal.
El viernes, 31 de julio, por la noche, autoridades capitalinas informaron el hallazgo de cinco personas muertas, cuatro mujeres y un hombre, en un departamento de la colonia Narvarte. El sábado por la tarde se informó que entre los cuerpos estaba el del colaborador de Proceso.
Desde que arrancó el sexenio de Javier Duarte de Ochoa, en 2010, suman ya 13 reporteros asesinados dentro del territorio veracruzano, más la muerte de Rubén Espinoza, acontecida en el Distrito Federal. (La Silla Rota).
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